Reencuentro Pendiente Flor se había quedado helada el recuerdo de cuando escucho a Naty contarle por teléfono que Thiago le pidió perdón. Esa revelación de que Javier era el padre del bebé y no Fer, la dejó aturdida a su amiga que había pasado tanto tiempo creyendo en una mentira, en una traición que nunca ocurrió. Ahora, todo ese peso caía sobre ella, llenándola de remordimientos por no haber hecho que Natalia la escuchará desde antes ,confiando que Naty en su terquedad la iba a escuchar cuando la viera personalmente . Naty con el corazón cargado de remordimiento tenía que contarle lo que había descubierto a alguien y Flor fue su escape al dolor que sentia , sobre todo, debía saber cómo estaba Fer. —Flor , soy yo, Naty Necesito hablar contigo, es urgente —dijo Naty , con un nudo en la garganta. —Claro, Naty dime —respondió , preocupada por el tono de su amiga. —Estuve hablando con Thiago... me pidió perdón. Me contó que Javier es el padre del bebé, no Fernando . Todo lo que cr
Capítulo Amor en Pausa La boda de Flor y Gabo transcurría como un sueño hecho realidad. El lugar estaba decorado con detalles simples pero elegantes, reflejando el amor y la complicidad que los unía. Los mellizos, Manuela y Andrés, corrían entre las mesas, arrancando sonrisas a todos con su energía contagiosa. Dylan y Florcita, los hermanos mayores, observaban a los más pequeños con cariño, mientras participaban activamente en la celebración. La felicidad flotaba en el aire, cada risa, cada abrazo, era un testimonio de la alegría que compartían. Sin embargo, Flor no podía evitar sentir una punzada de tristeza. Su mejor amiga, Naty, la madrina de su boda, no había llegado. Había llamado a Naty más temprano, preocupada por su ausencia. Naty, con voz cansada, le explicó que una emergencia en el hospital la había retenido, prometiendo que la llamaría más tarde cuando pudiera. Flor aceptó la excusa, aunque en el fondo, algo no le cuadraba. Naty jamás faltaría a un momento tan importante
Fernando caminaba lentamente por las calles adoquinadas del pueblo, con la mirada perdida en el horizonte. El sol de la tarde comenzaba a descender, bañando todo con una luz dorada, pero él apenas lo notaba. Su mente estaba atrapada en un torbellino de recuerdos, especialmente aquellos que compartió con Naty. Habían pasado pocos meses desde su separación, pero para Fernando, cada día sin ella se sentía como una eternidad. El tiempo que habían estado separados había sido un sube y baja emocional. Cada momento de alegría parecía arrastrarlo de vuelta al abismo de la tristeza cuando pensaba en lo que fue y lo que pudo haber sido. "¿Por qué tenía que ser yo ,tan complicado?" se preguntaba una y otra vez. Recordaba cada pequeño detalle de su relación, desde las risas hasta las discusiones, y no podía evitar culparse por la distancia que ahora los separaba. Naty había sido todo lo que un hombre podría desear: amorosa, comprensiva, con un espíritu fuerte y una sonrisa que podía iluminar c
El día de vacaciones había llegado, Flor y Gabo emprendieron su viaje hacia la ciudad costera. El chalét que Gabo alquilo era absolutamente espectacular. Estaba ubicado justo al borde de la costa, con una vista inmejorable. Desde las grandes ventanas del salón se podía ver la playa, con su arena blanca y limpia extendiéndose suavemente hacia el mar. Las olas rompían con suavidad, formando una melodía tranquila y relajante que envolvía todo el ambiente. Era el lugar perfecto para disfrutar de su luna de miel en familia, un paraíso natural que les ofrecía la calma y belleza que tanto necesitaban. Naty, que ya estaba más recuperada después de varios días en reposo en su apartamento, los esperaba con una sonrisa amplia. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se habían visto, y su reencuentro estaba lleno de emoción. La primera de todas las cosas que Naty quiso hacer fue pedirles perdón por no haber podido asistir a la boda. Con la voz quebrada, les explicó lo mal que lo había
Capitulo .A horas de verte Fernando caminaba con un paso firme, pero su corazón latía desbocado. Cada paso que daba lo acercaba más a la posibilidad de reencontrarse con Naty, la mujer que, a pesar de la distancia y el tiempo, seguía ocupando cada rincón de sus pensamientos. El aire salado del mar llenaba sus pulmones mientras el paisaje costero se desplegaba ante él, pero sus ojos estaban perdidos en el horizonte, imaginando cómo sería verla de nuevo. La idea de volver a mirarla a los ojos, de sentir su presencia, lo llenaba de una mezcla de emoción y nerviosismo que hacía tiempo no experimentaba. Desde que se enteró de dónde estaba, su mente no había dejado de trazar cada palabra, cada gesto que le diría. A lo largo de los días, había repasado una y otra vez lo que quería decirle, pero nada parecía suficiente para expresar lo que sentía. Había tanto que aclarar, tanto que pedir perdón, y sobre todo, tanto que contarle. La distancia y el malentendido que los había separado habían
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa, mientras Fernando caminaba por el sendero que lo llevaba al chalé. Sus pasos eran seguros, pero su corazón latía con fuerza. Cada vez que pensaba en Naty, su rostro se iluminaba con una sonrisa inevitable. Habían pasado meses desde la última vez que se vieron, y aunque había muchas palabras no dichas entre ellos, hoy era el día de empezar de nuevo.Antes de dirigirse al chalé, Fernando había tomado una decisión: dejar atrás todo lo que lo había retenido en el pasado. Se cortó el cabello, se afeitó y compró ropa nueva, algo que no hacía desde hacía meses. Cada detalle contaba, porque esta vez quería presentarse ante Naty como el hombre renovado que era. Incluso se perfumó con su fragancia favorita, aquella que a Naty siempre le gustaba. Todo en él estaba pensado para ese momento.Había pasado los últimos meses sin probar una gota de alcohol, comprometido a mejorar por sí mismo y por el f
Capítulo Un Milagro de Navidad Frente al Mar La brisa marina acariciaba suavemente los rostros de todos mientras se reunían en la terraza del chalé, donde la familia de Flor y Gabo había decidido pasar la Navidad. El cielo nocturno estaba despejado, y las estrellas parecían brillar con más intensidad que nunca, como si supieran que esta noche sería especial. Flor observaba a sus hijos con una mezcla de alegría y ternura. Florcita, su hija mayor, era la viva imagen de Andrea, su madre. Siempre tan sencilla, buena y con una capacidad asombrosa para emocionarse ante los momentos más simples y hermosos de la vida. Era como si cada sonrisa de Florcita pudiera iluminar una habitación entera. Flor se sentía orgullosa de ver en ella el reflejo de su madre, esa mujer que había sido el pilar de su vida. A su lado, Dylan, su hijo menor, mostraba esa determinación y amabilidad que tanto admiraba en Manuel, su esposo. Dylan era decidido, siempre dispuesto a ayudar a los demás, y su amor por la
Capítulo El Reencuentro Bajo las Estrellas La casa de huéspedes estaba envuelta en una serenidad que parecía suspendida en el aire. El suave murmullo de las olas rompiendo contra la orilla del mar era el único sonido que acompañaba a Naty y Fernando mientras caminaban de la mano, en silencio, hacia la pequeña cabaña. Habían dejado atrás las risas, las luces de Navidad y la cálida compañía de la familia, para encontrarse a solas en un espacio donde las palabras no dichas y los sentimientos largamente reprimidos finalmente podrían florecer. Al llegar a la puerta, Fernando la abrió suavemente, permitiendo que Naty entrara primero. Encendió una lámpara, bañando la habitación con una luz tenue y acogedora. El aroma a madera recién pulida y el suave calor del hogar les envolvía, creando un ambiente íntimo y seguro. Naty se detuvo en medio de la sala, sin soltar la mano de Fernando, y lo miró a los ojos con una mezcla de expectativa y nerviosismo. Fernando respiró hondo, como si estuvie