—Vine en cuanto pude —levanté mi rostro al reconocer esa voz—. Tuve que instalarlos, además también contraté personas de confianza para vigilar la casa las veinticuatro horas, las niñeras saben que no…—Es lo último que quiero saber Franco —lo detuve en cuanto supe el camino de la conversación—. No me importa si el hijo del hombre que tanto odio come, llora o muere, en el mejor de los casos.—Noah no es el hijo —expresó abatido—. Son los hijos. Intenté decírtelo muchas veces, pero nunca me dejaste.Por eso había dicho eso. —Mata a la persona que nos dio aquella información errónea. Esto pudo costarte la vida, después me contaras a detalle todo y veré que haremos, pero ahora lo más importante es Aysel…solo ella.— ¿Qué sucedió con ella? —preguntó confundido.Esperé a que se sentara para hablar.—Elena entró a mi casa sin mi permiso, necesito que te encargues —asintió rápidamente—. Me dijo que Aysel es hermana de Ömer.—Imposible.—También lo pensé, pero en ese mismo momento hablé con
Abrí poco a poco mis ojos, adaptándolos a la luz tan fastidiosa de aquella lampara, por el olor supuse que estaba en una m*****a cama de hospital. —Despertó —escuché a Emma decir. En segundos tenia a toda mi familia viéndome con ojos preocupados. Fruncí mi ceño y empecé a incorporarme para observarlos mejor. Mi cabeza dolía y sentía una leve punzada en mi pecho. —Franco, traigan a Franco —exigí, viendo la cantidad de aparatos pegados a mi pecho—. Quítenme esto, necesito ir a…uff La punzada en mi pecho empezaba aumentar y un sonido de una de las maquinas se disparó en cuanto pensé en ella. —Cálmate Noah —ordenó mamá—. Casi tuviste un infarto, casi morías ahogado, casi te perdíamos. ¡Cálmate! Si no fuera por ella… no quiero ni pensarlo. — ¿Quién? —pregunté. —Aysel —respondió Emma sonriendo—. Ella fue quien te salvó, al parecer están a mano. Aysel, ¿a qué juegas? —Papá, necesito ir al Cairo…Ethan explícales y muestra la imagen por favor. —Lo siento por enviarte esa foto herman
Dos días después. — ¿Por qué Noah? ¿Por qué? —susurró entrecortado.No era capaz de verla, así que continúe observando el paisaje nocturno que teníamos al frente. —Es difícil —confesé—. Esa es la verdad.—Pero no imposible, tú puedes hacerlo.Cerré mis ojos e inhalé profundo.— ¿Cómo le dices a tu alma que permita que otra persona sea su complemento cuando ya la tenía?, ¿Cómo le dices a tu corazón que abra un espacio en él y que empiece a latir por otra mujer?, ¿Cómo lo haces cuando prometiste que ella sería la única?Mi vista se tornó borrosa y mi corazón empezó a latir rápidamente. Como siempre sucedía cuando la recordaba.—Sé que es difícil.—No, no lo sabes —volteé a mirarla negando—. Nadie en realidad.— ¿Entonces te quedaras solo? ¿Desaprovecharas una oportunidad de volver amar? —cuestionó Sofia, desesperada.—Lo siento, pero no puedo intentarlo —las lágrimas empezaron a salir y el nudo en mi garganta a crecer—. Y-Yo…Yo aún pienso que ella volverá, que llegará y…Un sollozo br
—Tenías razón, el avión en el que supuestamente viajábamos fue atacado. ¿Cómo supiste que eso sucedería? —preguntó Franco.Di un suspiro largo mientras veía los edificios por la ventada del automóvil. Ya habíamos llegado a El Cairo y era mi primera vez aquí. Era muy bonito todo.—Elena —respondí simple—. Supo que pensaba venir aquí y esto solo confirma lo que ya sabía. Trabaja con Ömer desde hace mucho tiempo —empuñé mis manos, tratando de controlar la ira que tenía—. Ten las fotos listas para enviarlas a Abdul, sabrá que con Noah Lambert no se juega.— ¿Y si quiere matarte aun? —inquirió.—No lo hará, no volverá a cometer el mismo error dos veces. Las vidas de sus hijos están en mis manos. Si algo me llegara a pasar aquí, ellos morirían... son lo único que les queda.Nadie dijo nada más en el resto del viaje. Quería permanecer en silencio y disfrutar de las vistas. No nos quedaríamos ni siquiera un día en este lugar, iríamos directamente al lugar de la fotografía y preguntaría por mi
— ¿Q-Qué ha pasado, Ethan? —pregunté con miedo. Toda mi familia estaba en la sala de espera. Era obvio que algo malo había pasado. —Primero te tienes que tranquilizar, ¿está bien? —me mareé al escucharlo, me ayudó a sostenerme de inmediato—. Joder, ven siéntate y cálmate. — ¿Qué mierdas paso? —volví a preguntar, apreté su brazo y hablé—. Estaré bien, ahora dime porque Franco me llamó tan alterado. Vi la duda en su mirada, pero al final habló, dejándome helado en mi sitio. —Rose y Leandra tuvieron un accidente, Sofia solo tiene contusiones…estará bien, pero Rose llevó la peor parte…está en la sala de cirugía. Mi garganta se cerró por completo, impidiendo cualquier paso de oxígeno a mis pulmones. Me levanté de inmediato para atravesar esas grandes puertas que separaban la sala de espera con el área de cirugías. —Siéntate Noah, no podrás pasar —dijo, agarrando mi brazo y deteniéndome. —Sofia está bien, lo cual me alegra y da felicidad —aclaré, soltándome de su agarré—. Pero MI ot
— ¡Aléjate de mi hija! —dijeron. Me sorprendí y volteé levantándome aun con la niña aferrada a mi cuello. —Lo siento —dije, bajándola de mis brazos—. Buscaba algo y ella me ayudó, no le iba hacer absolutamente nada a su hija. Lo menos que quería en este momento eran problemas.Solo quería entrar al cuarto de Zeynep, ¿era mucho problema? —No es mi mamá —agarró mi mano y sonrió—. Mi mamá se fue con papá, pronto vendrán por mí. Explicó y asentí. La chica sonrió incómodamente y suspiró.—Soy quien la cuida y está prohibido que alguien que no sea su familia este con ella —explicó, terminando de acercarse a nosotros—. Vamos, tengo que prepararte, pronto vendrán tus padres. —Soy familia —dije rápidamente—. La hija menor de los Aslanbey, Zeynep, ella es mi esposa. Su ceño inmediatamente se frunció, al igual que el de la niña. Estaba por hablar, pero se calló cuando la madre de Zeynep hizo acto de presencia. —Al parecer te perdiste, por favor baja —señaló las escaleras—. Te estamos es
POV ZEYNEP Cuatro años antesAbrí lentamente mis ojos mientras los adaptaba a la luz de aquella lámpara, cuando pude abrirlos por completo, miré y pude encontrar a mi madre durmiendo y al lado de ella dos cunas.Intenté llamarla, pero solo salían raros sonidos de mi boca, sentía mi lengua adormecida como el resto de mi cuerpo, no podía mover absolutamente nada. Miré mí alrededor, dándome cuenta que estaba en un cuarto…en mi cuarto.—M…Ma…Mam —intenté pronunciar, las palabras no salían, pero había sido lo suficiente para que despertara. — ¡OH ALÁ! —gritó bastante conmocionada, mientras se levantaba y venia hasta mi—. Despertaste mi niña, sabía que lo harías. Serias fuerte por tu familia.Rápidamente sacó su teléfono y empezó avisar que había despertado. Mi garganta picó, notando que estaba demasiado seca pedí agua.—Ag…Agua —susurré.Fue hasta la mesa de al lado y sirvió en un vaso un poco de agua. Cerré los ojos cuando pasaba por mi garganta, era la mejor sensación. — ¿Te acuerdas
CAPÍTULO 12—Ten —me entregó un sobre—. Felicidades, serás papá.Retrocedí un par de pasos estupefacto.¿Qué acababa de decir? ¿Acaso había escuchado mal?Abrí el sobre que tenía en mis manos rápidamente para darme de cara con un positivo en letras grandes y negrillas.Mis manos empezaron a temblar de la impresión.—Imposible —dije, viendo el sobre y a ella una y otra vez. Sentí como un golpe seco aterrizaba nuevamente en mi vida—. Basta ¡Basta! ¡No lo soporto! ¡Es suficiente! —me agarré el cabello desesperado.Mi mundo había dado un giro de 180 grados de un momento a otro, todo se había venido abajo, no sabía qué hacer, estaba en un punto ciego y empezaba a tener muchísima ansiedad, me aterraba de mí mismo en este punto.—No tienes que decir nada —aclaró, desviando su mirada a un punto ciego—. Tal vez no lo tenga…no es mi sueño ser mamá, además recién empiezo en el modelaje y…Un flashback me llegó al oír esas palabras y mi corazón se encogió, inundándome de tristeza.“Perdí todos mi