—Eres tú —dijo.Quedé pasmado ante lo que mis ojos veían, era…era ella, Zeynep. Mi amor.Abrí lentamente mi boca queriendo decir algo, lo que sea, pero no había palabras y justo en ese momento, no podía pensar absolutamente nada sino en aquel día donde murió en mis brazos, donde se había llevado todo de mí, desde mis sueños, anhelos hasta la capacidad para mostrar amor…ella se había llevado todo.La había visto dar su último aliento. Lo había dado mientras nuestros labios permanecían en lo que pensaba seria nuestro último beso.Mi pecho dolió, dolió aún más que cuando lo hizo en aquella tarde donde perdía a mi todo. Sin poder contenerme mi vista se nublo por las lágrimas, quería morir justo en ese momento mientras sus ojos me veían.No me miraban con amor, no había ni un rastro de amor en ellos y me quemaba por dentro.“Cuando nuestras miradas conectaron, me sentí morir, sentía como mi alma se iba, como mi corazón se detenía y como un río de lágrimas brotaban de mí al ver como esos oj
—De que Elena Lambert no es su verdadera madre biológica, en realidad solo era una joven pobre quien mi abuelo secuestró y convirtió en su mujer, no sin antes matar a sus dos únicos hijos…Esteban y Marco —confesé lo que sería el principio de la destrucción de mi abuela.Gabriel y Adam quedaron atónitos, sus ojos me demostraban cuan sorprendidos estaban, ambos voltearon a ver a Elena con sus ojos empañándose de lágrimas.—Mama —dijeron al unísono.Ella se levantó con esfuerzo negando levemente mientras se acercaba a los dos y agarraba sus manos.—Ustedes estuvieron aquí —señaló su vientre—. Soy su madre, la que estuvo siempre a su lado, estuve cuando ambos tuvieron miedo y acabé con todo lo que les pudiera causar molestias. No soportaré mas esas miradas de confusión. Tienes que detener a tu hijo Gabriel, no soportaré calumnias de este tipo. No quedó bien mentalmente desde la muerte de su esposa, ¡QUE LO ENCIERREN!Adam me miró y supe que quería matarme en ese momento.—Sabias que diría
No podía dejar de pensar en que posiblemente estuviera sufriendo, teniendo frio o pasando hambre, la mente me torturaba con los peores escenarios de mi hermana siendo golpeada o en el mayor de los casos brutalmente violada.Suspiré profundo y negué, a ella no la podrían tocar, las personas no serían tan suicidas como para hacerle eso a la hermana de alguien como yo. Ni una piedra se salvaría de yo revisar debajo de ella; la encontraría sana y salva.Sofia había sido entrenada, tal vez no como Emma y Mia, pero sabía qué hacer en posibles situaciones donde su vida peligrara, sabia encontrar la manera de comunicarse, ella era inteligente, tendría que tener mis ojos puestos en todo el mundo para alcanzar a ver su señal, ella me daría una señal para rescatarla.—Claro que lo hará —abrí la puerta de casa, encontrándola sutilmente en silencio.Había pensado que al Zeynep estar con sus hijos, habría algún ruido, pero no, estaba como siempre…fría y helada estas cuatro paredes.Subí rápidamente
CAPÍTULO 16Parpadeé varias veces atónito, ¿ella lo había dicho?— ¿Nuestro hijo? —pregunté sorprendido. ¿había recordado?, ¿me recordaba? —. Nuestro hijo.Reafirmé.—Oh Alá, tantas veces escuchándolo que ya hasta estoy alucinando como tu —negó suspirando—. Quiero ver a mi hijo.Fruncí mi ceñó y ladeé un poco mi rostro para observarla. Sonreí cuando supe lo que había pasado, mi amada esposa tenía celos.—Hablaremos después, Aysel —anuncié y fui hasta Zeynep, quien no dejaba de mirarla.Pasé por su lado sin decir nada, era su decisión si se quedaba a observarla.—Deja de caminar tan rápido —escuché que decían por atrás. No pude quitar la sonrisa en mi rostro aun cuando ya nos encontrábamos en el automóvil, saber que sentía celos era algo, era una afirmación a ese sentir tan grande que tenía en mi corazón.— ¿Quién es ella? —preguntó de repente. Alce una ceja sorprendido, juraría que la Zeynep de antes no sería capaz de hacer una pregunta como esa. Volteé a mirarla—. Tal vez se enoje p
Caminaba de un lado a otro nervioso, no podía quitarme esa imagen tan aterradora de Camila en el baño…estaba llena de sangre y lloraba desconsoladamente, era algo que tardaría en procesar. Verla en ese estado me había dado un miedo terrible, no quería que le pasara nada malo a ese bebé y menos a ella.La había envuelto en unas sabanas y cargado para traerla con tía Olivia, quien se encontraba justo en este momento atendiéndola.¿Y si había perdido al bebé?—No pienses en eso —susurré.La puerta fue abierta y sentí como mi corazón se detenía de a poco. Su rostro estaba neutro y ya empezaba a imaginarme lo peor.—Tía —susurré—. ¿El bebé…está bien?Se cruzó de brazos y dio un largo suspiro.—Está bien, ambos están bien, pero tendrá que estar monitoreada las veinticuatro horas del día hasta que cumpla los siete meses, su útero es muy débil y con el menor golpe o fuerza podría tener un aborto.— ¿Qué quieres decir con todo esto? —pregunté asustado.—Va a estar en cama y en silla de ruedas
—Eso es todo por ahora, cuando salgan los exámenes los abriremos juntas, ¿está bien?Asentí a lo que dijo, aunque no quería dejar solo a mi bebé, era necesario si quería realizarme los exámenes. Me levanté de la silla al mismo tiempo que la puerta se abría y por ella entraba Noah.Mi corazón saltó al verlo, bajé mi mirada y respiré profundo.—Gracias, iré a ver a Eidan —pasé por su lado dispuesta a irme cuanto antes de aquel lugar, estar cerca de él me afectaba, no podía controlar mi cuerpo.Me agarró suavemente del brazo, deteniéndome.—Yo los dejaré un momento —dijo rápidamente Ana, quise oponerme, pero simplemente no podía hablar al ver cómo me miraba, su mirada me atraía mucho más de lo que me gustaría admitir.¿Qué me pasaba con este hombre, Alá?—Te-Tengo que…que ir a… —cerré mis ojos, sintiendo como mi rostro se calentaba, no podía hablar correctamente—. Eidan.—Eleonor y Zaid te necesitan —abrí mis ojos, viéndolo nuevamente. Tenía una sonrisa en su rostro—. Alguien de confianz
Mi corazón se detuvo y me sentí desfallecer al escucharla decir aquella frase que me había roto por completo, pero que esta vez había reconstruido lo que años atrás había dado por perdido.Quería hacer tantas cosas, que solo me quede estático en mi lugar. Mi ser gritaba eufórico, pero yo solo estaba ahí, quieto como una estatua, pero llorando como nunca antes.—Dime que recuerdas, que me recuerdas o juro que moriré —susurré.Su mirada cambió completamente y fue mucho para mí, cerré mis ojos y un tembloroso suspiro salió, cuando los abrí de nuevo, seguía ahí, no se había ido y por un momento pensé que estaba imaginándolo.Su mirada había vuelto, podía ver nuevamente el amor en ellos.—No recuerdo todo, tengo lagunas, pero —se detuvo, acercándose con nerviosísimo—. Te recuerdo…a ti, amándome y haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo, espero sea suficiente hasta ahora.No respondí, no pude, mis ganas por besarla eran mayores.Agarré delicadamente su rostro entre mis manos y junté
Ömer había sido llevado al quirófano hace más de dos horas, y yo había aprovechado el tiempo para estar con Eidan, por suerte estaba despierto y habíamos estado jugando con los juguetes que había mandado a traer para él.Quería que mi hijo se sintiera lo más cómodo posible.—¿De quién es esa guitarra? —fruncí mi ceño al verla, no me había percatado de ella. Estaba en la esquina de la habitación.Era la guitarra que Ethan me regaló en uno de mis cumpleaños pasados, tal vez Ana la había traído.—Es mía, es un regalo de cumpleaños —fui hasta ella y la agarré, llevaba semanas sin tocar.—Tengo sueño, ¿puedes tocar para mí? —volteé a verlo, siendo imposible negarme a tal petición y sonreí al recordar aquella canción, era perfecta.—Te voy a dedicar una canción —me senté en la orilla de la cama, quedando frente a él. Contemplar cada facción suya era algo que empezaba amar—. Es una canción que amo y es para ti y tus hermanos.Este sonrió, verdaderamente estaba emocionado por ello e hizo que