—Tenías razón, el avión en el que supuestamente viajábamos fue atacado. ¿Cómo supiste que eso sucedería? —preguntó Franco.Di un suspiro largo mientras veía los edificios por la ventada del automóvil. Ya habíamos llegado a El Cairo y era mi primera vez aquí. Era muy bonito todo.—Elena —respondí simple—. Supo que pensaba venir aquí y esto solo confirma lo que ya sabía. Trabaja con Ömer desde hace mucho tiempo —empuñé mis manos, tratando de controlar la ira que tenía—. Ten las fotos listas para enviarlas a Abdul, sabrá que con Noah Lambert no se juega.— ¿Y si quiere matarte aun? —inquirió.—No lo hará, no volverá a cometer el mismo error dos veces. Las vidas de sus hijos están en mis manos. Si algo me llegara a pasar aquí, ellos morirían... son lo único que les queda.Nadie dijo nada más en el resto del viaje. Quería permanecer en silencio y disfrutar de las vistas. No nos quedaríamos ni siquiera un día en este lugar, iríamos directamente al lugar de la fotografía y preguntaría por mi
— ¿Q-Qué ha pasado, Ethan? —pregunté con miedo. Toda mi familia estaba en la sala de espera. Era obvio que algo malo había pasado. —Primero te tienes que tranquilizar, ¿está bien? —me mareé al escucharlo, me ayudó a sostenerme de inmediato—. Joder, ven siéntate y cálmate. — ¿Qué mierdas paso? —volví a preguntar, apreté su brazo y hablé—. Estaré bien, ahora dime porque Franco me llamó tan alterado. Vi la duda en su mirada, pero al final habló, dejándome helado en mi sitio. —Rose y Leandra tuvieron un accidente, Sofia solo tiene contusiones…estará bien, pero Rose llevó la peor parte…está en la sala de cirugía. Mi garganta se cerró por completo, impidiendo cualquier paso de oxígeno a mis pulmones. Me levanté de inmediato para atravesar esas grandes puertas que separaban la sala de espera con el área de cirugías. —Siéntate Noah, no podrás pasar —dijo, agarrando mi brazo y deteniéndome. —Sofia está bien, lo cual me alegra y da felicidad —aclaré, soltándome de su agarré—. Pero MI ot
— ¡Aléjate de mi hija! —dijeron. Me sorprendí y volteé levantándome aun con la niña aferrada a mi cuello. —Lo siento —dije, bajándola de mis brazos—. Buscaba algo y ella me ayudó, no le iba hacer absolutamente nada a su hija. Lo menos que quería en este momento eran problemas.Solo quería entrar al cuarto de Zeynep, ¿era mucho problema? —No es mi mamá —agarró mi mano y sonrió—. Mi mamá se fue con papá, pronto vendrán por mí. Explicó y asentí. La chica sonrió incómodamente y suspiró.—Soy quien la cuida y está prohibido que alguien que no sea su familia este con ella —explicó, terminando de acercarse a nosotros—. Vamos, tengo que prepararte, pronto vendrán tus padres. —Soy familia —dije rápidamente—. La hija menor de los Aslanbey, Zeynep, ella es mi esposa. Su ceño inmediatamente se frunció, al igual que el de la niña. Estaba por hablar, pero se calló cuando la madre de Zeynep hizo acto de presencia. —Al parecer te perdiste, por favor baja —señaló las escaleras—. Te estamos es
POV ZEYNEP Cuatro años antesAbrí lentamente mis ojos mientras los adaptaba a la luz de aquella lámpara, cuando pude abrirlos por completo, miré y pude encontrar a mi madre durmiendo y al lado de ella dos cunas.Intenté llamarla, pero solo salían raros sonidos de mi boca, sentía mi lengua adormecida como el resto de mi cuerpo, no podía mover absolutamente nada. Miré mí alrededor, dándome cuenta que estaba en un cuarto…en mi cuarto.—M…Ma…Mam —intenté pronunciar, las palabras no salían, pero había sido lo suficiente para que despertara. — ¡OH ALÁ! —gritó bastante conmocionada, mientras se levantaba y venia hasta mi—. Despertaste mi niña, sabía que lo harías. Serias fuerte por tu familia.Rápidamente sacó su teléfono y empezó avisar que había despertado. Mi garganta picó, notando que estaba demasiado seca pedí agua.—Ag…Agua —susurré.Fue hasta la mesa de al lado y sirvió en un vaso un poco de agua. Cerré los ojos cuando pasaba por mi garganta, era la mejor sensación. — ¿Te acuerdas
CAPÍTULO 12—Ten —me entregó un sobre—. Felicidades, serás papá.Retrocedí un par de pasos estupefacto.¿Qué acababa de decir? ¿Acaso había escuchado mal?Abrí el sobre que tenía en mis manos rápidamente para darme de cara con un positivo en letras grandes y negrillas.Mis manos empezaron a temblar de la impresión.—Imposible —dije, viendo el sobre y a ella una y otra vez. Sentí como un golpe seco aterrizaba nuevamente en mi vida—. Basta ¡Basta! ¡No lo soporto! ¡Es suficiente! —me agarré el cabello desesperado.Mi mundo había dado un giro de 180 grados de un momento a otro, todo se había venido abajo, no sabía qué hacer, estaba en un punto ciego y empezaba a tener muchísima ansiedad, me aterraba de mí mismo en este punto.—No tienes que decir nada —aclaró, desviando su mirada a un punto ciego—. Tal vez no lo tenga…no es mi sueño ser mamá, además recién empiezo en el modelaje y…Un flashback me llegó al oír esas palabras y mi corazón se encogió, inundándome de tristeza.“Perdí todos mi
—Eres tú —dijo.Quedé pasmado ante lo que mis ojos veían, era…era ella, Zeynep. Mi amor.Abrí lentamente mi boca queriendo decir algo, lo que sea, pero no había palabras y justo en ese momento, no podía pensar absolutamente nada sino en aquel día donde murió en mis brazos, donde se había llevado todo de mí, desde mis sueños, anhelos hasta la capacidad para mostrar amor…ella se había llevado todo.La había visto dar su último aliento. Lo había dado mientras nuestros labios permanecían en lo que pensaba seria nuestro último beso.Mi pecho dolió, dolió aún más que cuando lo hizo en aquella tarde donde perdía a mi todo. Sin poder contenerme mi vista se nublo por las lágrimas, quería morir justo en ese momento mientras sus ojos me veían.No me miraban con amor, no había ni un rastro de amor en ellos y me quemaba por dentro.“Cuando nuestras miradas conectaron, me sentí morir, sentía como mi alma se iba, como mi corazón se detenía y como un río de lágrimas brotaban de mí al ver como esos oj
—De que Elena Lambert no es su verdadera madre biológica, en realidad solo era una joven pobre quien mi abuelo secuestró y convirtió en su mujer, no sin antes matar a sus dos únicos hijos…Esteban y Marco —confesé lo que sería el principio de la destrucción de mi abuela.Gabriel y Adam quedaron atónitos, sus ojos me demostraban cuan sorprendidos estaban, ambos voltearon a ver a Elena con sus ojos empañándose de lágrimas.—Mama —dijeron al unísono.Ella se levantó con esfuerzo negando levemente mientras se acercaba a los dos y agarraba sus manos.—Ustedes estuvieron aquí —señaló su vientre—. Soy su madre, la que estuvo siempre a su lado, estuve cuando ambos tuvieron miedo y acabé con todo lo que les pudiera causar molestias. No soportaré mas esas miradas de confusión. Tienes que detener a tu hijo Gabriel, no soportaré calumnias de este tipo. No quedó bien mentalmente desde la muerte de su esposa, ¡QUE LO ENCIERREN!Adam me miró y supe que quería matarme en ese momento.—Sabias que diría
No podía dejar de pensar en que posiblemente estuviera sufriendo, teniendo frio o pasando hambre, la mente me torturaba con los peores escenarios de mi hermana siendo golpeada o en el mayor de los casos brutalmente violada.Suspiré profundo y negué, a ella no la podrían tocar, las personas no serían tan suicidas como para hacerle eso a la hermana de alguien como yo. Ni una piedra se salvaría de yo revisar debajo de ella; la encontraría sana y salva.Sofia había sido entrenada, tal vez no como Emma y Mia, pero sabía qué hacer en posibles situaciones donde su vida peligrara, sabia encontrar la manera de comunicarse, ella era inteligente, tendría que tener mis ojos puestos en todo el mundo para alcanzar a ver su señal, ella me daría una señal para rescatarla.—Claro que lo hará —abrí la puerta de casa, encontrándola sutilmente en silencio.Había pensado que al Zeynep estar con sus hijos, habría algún ruido, pero no, estaba como siempre…fría y helada estas cuatro paredes.Subí rápidamente