~Susan~A decir verdad, yo de veras nunca había sentido tanto miedo en mi vida. Podía sentir cómo el tiempo se nos iba acabando. Cuando supe de la reunión en la sala, pensé que Sylvester nos iba a decir que Yuri había cambiado de planes y que ya no tenían que ir a pelear, pero no fue así. Sabía que no era una victoria asegurada, y eso era lo que más me preocupaba. Había visto demasiadas traiciones como para confiar completamente en las personas de nuestro equipo, especialmente en los Stepanovs, pero no quise decir nada al respecto. La batalla era en tres días, y no quería molestar a Devin, él ya tenía suficiente en que pensar. Él necesitaba todo el apoyo posible, y yo estaba dispuesta a dárselo, sin importar mis miedos. Solo tenía que esperar lo mejor. Mi corazón seguía roto porque no podíamos ir al Sur. Se suponía que debía estar allá con Devin, con nuestra gente, dándoles fuerza y motivándolos. Pero en vez de eso, teníamos que escondernos con Leo y rezar para que todo sal
Necesitaba hacerle saber que morir no era una opción, que yo lo estaría esperando y estaría con él sin importar el resultado. No lo iba a juzgar si no ganaban. Él era mío, y lo iba a amar y a cuidar, lo elegiría una y otra vez, sin importar qué. Él tocó entonces delicadamente mis mejillas y me miró a los ojos."Vamos a ganar, y yo voy a regresar a casa. Tengo fe en el equipo que armó Sylvester, y así como le ganamos a Larry, podremos ganarle a este loco. Vamos a derrotar a Yuri. El destino está de nuestro lado." Dijo, suspirando."Necesito que tú también tengas fe, que creas que todo va a estar bien. Tienes que ser fuerte por los dos. Pero lo que más necesito ahora mismo es que te aferres a la idea de un futuro juntos, es lo mínimo que nos merecemos después de todo esto." Me suplicó. Sus palabras eran profundas y sinceras atravesaron mi alma mientras me ahogaba en su mirada. Toqué su mano, que aún estaba sobre mis mejillas y cerré los ojos para sentirlo acariciar mi corazón.Lo único
~Amelia~Para ser sincera, imagine que cuando llegáramos a Mountain, Leo y yo tendríamos algo de tiempo para los dos, pero ya habían pasado dos días y solo teníamos tiempo de noche. Él pasaba todo el día asegurándose de que los guerreros entrenaran, estaba bastante ocupado. Mis hermanos también lo ayudaban a organizar a los guerreros. A los dos días, mi cuñada, Alia, vino a Mountain porque Alexei no quería arriesgarse a dejarla allá sola. Llegó con sus gemelos recién nacidos y tres Omegas para ayudarla. Al parecer, había dado a luz mientras estaba escondida. Por suerte no se comunicaron con Alexei, así que nadie podría rastrearla. Su visita me alegró, pero aún no se me quitaba el miedo de lo que podría pasar en la batalla, y no podía pasar tiempo con los adorables gemelos. Ambos eran rubios, con ojos raros como los míos. Al verlos, pensé que mis hijos serían muy parecidos a ellos. Y ahora que sabía que Leo también tenía genes Stepanov, sería lo más obvio.Los gemelos eran super ad
Siempre evitaba dirigirme a ella directamente, para no tener que pensar en cómo llamarla, pero ya era hora de enfrentarlo."Preferiría decirte mamá, claro, si no te molesta." Le dije.Sus ojos se iluminaron al instante. Estaba a punto de llorar, pero se notaba que estaba luchando contra las lágrimas y todo lo que sentía en ese momento. Suspiré y reuní la fuerza que necesitaba para hablarle. Pensé en decirle todo lo que pensaba de una vez por todas, pero tenía que hacerlo rápido. antes de que el nudo que sentía en la garganta no me dejara hablar más."No soy buena acercándome a los demás, pero... quiero que sepas que no te odio, ni te culpo por nada. Hiciste lo mejor que pudiste para las dos." Le dije. Ella estaba a punto de hablar, pero la interrumpí con un gesto, no quería que nos fuéramos por las ramas, tampoco quería perder la determinación que había reunido para venir a hablar con ella. Tenía tanto que decir, y sabía que, si no lo hacía ahora, nunca se lo diría."Me alegra que ha
~ Leo ~El día estaba cada vez más cerca y eso me tenía muy nervioso. El hecho de que no supiéramos qué esperar en Gad lo hacía aún peor. Los hombres y yo entrenamos, practicando nuestra formación, también seguía en contacto con Sylvester, quién decía que todo iba muy bien. Ighor seguía comunicándose con Yuri, y según sus conversaciones, la reunión seguía en pie. Max y Kyle querían ir con nosotros a Gad, que era donde realmente sería la batalla, pero decidí mandarlos al Sur. Al final, decidimos que no serían solo un señuelo, sino que iban a luchar para quitarles el territorio de Greenville a los Stepanov, así que ahora estaban más que dispuestos a cumplir la misión, ya que sabían que si iban a pelear por lo suyo. Sería lógico mandar a Devin con ellos, pero lo necesitábamos en Gad, porque teníamos una formación que funcionaba mejor con él, así que tendría que ir con nosotros. Ya era de noche, Alexei había ido al búnker VIP a buscar a Alia para pasar tiempo con ella, de hecho, habí
Me miró sorprendida, fue como si no esperara verme, pero ahí estaba yo, sin ropa."¿Y eso, por qué llegaste temprano?" Preguntó Amelia con una gran sonrisa.Me metí en la bañera y respondí, acercándola a mí. "Necesitaba pasar tiempo con mi Luna antes de que se vaya al Norte." Se acomodó entre mis piernas, con la espalda contra mi pecho, y la abracé fuerte.Sentí mucha calma estando en la tina junto a ella. Ojalá pudiéramos quedarnos así para siempre."Amelia..." Comencé, besando mi marca en su cuello, por lo que ella se rio."Sí, Leo". Respondió con un tono seductor, soplando la espuma hacia nuestros pies.Amelia tenía la habilidad de simplemente vivir el momento, aunque hubiera un gran obstáculo en su camino, ella se lo tomaba a la ligera. Eso me encantaba, porque hacía que me relajara y me daba la confianza para enfrentar mis problemas."¿Estás listo para reducirlos a cenizas?" Inquirió, haciéndome reír."Estamos más que listos, Yuri no sabrá ni qué lo golpeó." Respondí, y ella se r
"Amelia". Logré decir, quería hablar de lo que tanto estaba evitando. La miré, sus ojitos demostraban curiosidad y esperanza. Toqué suavemente su barbilla y dibujé un corazón. "No planeo morir en Gad." Declaré con firmeza.Sus ojos poco a poco se llenaron de lágrimas; era algo que la estaba matando por dentro y por eso no quería hablarlo. Me gustaba que no quisiera preocuparme contándome sus miedos, pero sabía que no era de piedra, y tenía que hacerle saber cuáles eran mis verdaderas intenciones. "Mi plan es sobrevivir pase lo que pase, y regresar a casa contigo. No vas a criar a nuestros hijos sola, Amelia. Tú me has dado fuerza, me haces feliz y me llenas de esperanza. Ahora tengo una razón para vivir, nuestros hijos que aún no han nacido y tú, me han dado una razón para luchar y seguir adelante. Te prometo que voy a regresar." Le dije. Ella puso sus labios contra los míos, besándome con pasión. Aunque no estaba del todo tranquila, porque sabía que nada estaba asegurado, pude s
~ Claudia ~ Los días pasaron volando. Necesitaba tomar un respiro para pensar, pero no había tiempo para eso. Jake se estaba recuperando y Vino entrenaba casi todo el día. Hubo momentos en los que sentí que quería irme, porque en el fondo, no creía que todos pudieran volver a casa. El discurso de Sylvester sobre lo que debíamos hacer en caso de que no volvieran, me afecto mucho, me hizo pensar si era que tenía una maldición o qué. Mi esposo había muerto, y ahora que encontré a mi compañero destinado, tenía que ir a una lucha de la cuál no sabía si va a volver.No sabía qué hacer; yo era una mujer de pocas palabras, y de alguna forma, en las últimas semanas sentía un nudo en la garganta que no me dejaba hablar. Mantener la calma en medio de todo eso era difícil, pero tenía que hacerlo. Sabía que nada me levantaría si me echaba a llorar, así que tendría que ser fuerte y seguir adelante. Jake por fin había despertado, pero lamentablemente, no podía sentir a su lobo. Erik le dijo que t