"Siéntate en la silla de Leah. Estoy seguro de que su madre le encontrará otro puesto." Dijo Leo, así que me senté allí con mucho gusto, ya que eso era una grosería.Para mi sorpresa, noté que Linda estaba sentada a mi lado y Theo también estaba ahí. Por otro lado, Avery y Marcel estaban sentados en la cabecera de la mesa.Leo me susurró que, como Sylvester no estaba, Marcel era la persona de mayor rango, y luego, le seguía Theo, después él y así sucesivamente. Miré la distribución de los asientos y me di cuenta de que la explicación de Leo coincidía perfectamente con lo que veía, por lo que definitivamente era una falta de respeto que Joan pusiera a Leah entre Linda y Leo, ya que él no estaba saliendo con ella, tampoco tenía un rango más alto que el líder del consejo.Poco a poco, todos los invitados fueron llegando y acomodándose en sus lugares. Leah llegó al lugar donde yo estaba sentada y para ser honesta, ya extrañaba su cara de amargada."Estás en mi asiento, sirvienta." Dijo ent
~ Amelia ~Todos comimos en silencio.Sentí la incomodidad en el ambiente, pero Leah se merecía todo lo que le pasó, era una completa ilusa por pensar que Leo le habría hecho caso a sus caprichos. No había duda de que a ella le gustaba, pero él ya le había demostrado y varias veces que no estaba interesado en ella, eso no tenía nada que ver con que estuviéramos juntos o con que fuéramos compañeros destinados. Leo ya le había demostrado que no la veía de esa manera. De hecho, yo estaba ahí, viendo como la había rechazado cuando fue a la casa de su manada en el Este, aun así, quizá pensó que, porque ahora estaba en su mansión con el apoyo de su madre podría forzarlo a quererla.El corazón de Leo era una piedra y tuve mucha paciencia para ablandarlo un poco. Inicialmente me rechazó sin considerar las consecuencias, eso solo demostraba lo mal que estaba a nivel sentimental en aquel entonces. Aunque fuésemos compañeros destinados, siempre tuve en mente que tal vez no funcionaría y si no fue
Supuse que no reaccioné cómo ella quería.Supe que tenía razón cuando vi que Leah se acercó a mí, sonriendo."Trepadora." Dijo en voz baja con una sonrisa falsa plasmada en la cara, yo le sonreí con la misma emoción."Y nos volvemos a encontrar." Respondí, al instante vi la rabia en sus ojos."Verte así de celosa es increíble, en especial después de que me dijiste que no iba a dar la talla. Pobrecita, no te diste cuenta de que ya había ganado. Creo que lo mejor es que busques en otro lado o mejor aún, dejes de aspirar a más de lo que puedes alcanzar, ya estás muy vieja para esto, Leah." Le dije disfrutando de mi victoria, lo único que hizo fue gruñir."No creas que ya ganaste, Amelia. ¡Leo va a ser mío!" Dijo con firmeza.Tuve que esforzarme para no reírme, porque esa mujer era una ilusa que se mentía a sí misma."¡Suerte con eso!" Le dije y antes de que pudiera responder, Linda se nos acercó."¿Te gusta pelear, Leah?" Preguntó Linda, había venido para ayudarme, así que Leah bajó la ca
El maldito debió pensar que sería muy fácil derrotarlos con la plata.Poco después, aparecieron dos lobos más, transformados parcialmente, allí entendí que eso no sería una pelea justa. Aunque Leo y los Lores del Norte entrenaron para luchar con plata, eso no era lo mismo cuando no tienen acceso a sus lobos, mientras que sus oponentes sí.Uno de los lobos le dio un puñetazo tan fuerte a Marcel que vi como un chorro de sangre salió de su boca y escuché un crack, parece que le habían roto las costillas."Avery, por favor, ¡despierta!" Lloraba Linda en la parte de atrás, yo no sabía si ir a ayudar a los hombres o quedarme con Avery y Linda.Luego, los lobos siguieron y golpearon a Leo, Marcel y Theo hasta que los dejaron inconscientes, ahora venían por nosotras. Viendo como estaba la cosa, supe lo que tenía que hacer; le di el control total a Aurora y me transformé parcialmente.Sabiendo que podrían tener la misma habilidad que yo, avancé rápidamente hacia el lobo blanco y con mis garras,
~ Vino ~Iba de salida para hacer unas visitas en Lucland cuando escuché a alguien gritando y llorando, supe de inmediato que era la novia de Leo y me vinculé con mi hermano."Sylvester, ha habido un accidente o un ataque, no sé, pero todos están heridos excepto Amelia, tenemos que ir a ayudarlos." Le informé por el enlace mental, y me respondió que ya estaba en camino.En cuanto Amelia llegó a la entrada, la agarré."Tranquila, Amelia." Le dije con voz suave, tratando de calmarla.Sin embargo, estaba muy desesperada, parecía que no entendía nada de lo que le decía.Las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas y me pregunté qué hacer para que se calmara, lo que fuese que hubiese pasado tuvo que ser muy fuerte para haberla dejado así. Empecé a preocuparme por los demás, pero intenté mantener la calma por el bien de Amelia."Tranquila, Amelia, ya los contacté a todos. Van a estar bien." Le dije mientras la abrazaba, ella me miró con sus ojos azules llenos de lágrimas.Eran hermosos. E
Seguí el jeep que transportaba a Leo, Marcel y Theodore al hospital.Sylvester se había montado en el asiento del copiloto y Amelia se quedó en la parte de atrás, en silencio. La miraba de vez en cuando por el retrovisor, se veía asustada y muy preocupada, tal vez nunca le había pasado algo así.Esperaba que Leo estuviera a salvo, porque si sus heridas no fueran tan terribles, habría despertado cuando los encontramos.El camino hasta la ciudad tomó casi cuarenta minutos antes de que finalmente llegáramos al hospital general de Lucland. Vi la camioneta en donde iban Avery y Linda, me alegré de que hubiera llegado antes que nosotros, porque Avery parecía estar muy herida.El personal médico nos esperaba en la entrada con camillas listas para los pacientes.Mire cómo subían a Leo, Theo y Marcel en las camillas, luego entraron al hospital. Después, nosotros los seguimos sin obstaculizar a los médicos y enfermeros.Los llevaron a una sala de emergencias especial, reservada para la nobleza y
Mi madre fue la que le metió esas ideas en la cabeza y termino volviéndola como ella, lo peor fue que intentó hacer lo mismo conmigo.Recordé cuando Amanda estaba de auxiliar en el hospital general de Cain, una vez le pedí que acelerara el goteo del suero para que pudiéramos salir a una cita, y ella se pasó los cuarenta y cinco minutos, explicándome por qué era peligroso.Había fuego en sus ojos en aquel entonces, se notaba que amaba lo que hacía, ya que no solo se tomó su tiempo con el paciente, sino que la dedicación y la forma en que cuidaba a sus pacientes era algo hermoso. Amanda habría sido una doctora increíble si no se hubiese envuelto en los planes de mi madre y Larry.Me culpé a mí mismo por eso, le decía que la amaba, pero en vez de decirle como era mi madre y guiarla por el buen camino, dejé que decidiera qué hacer y permití que nos llevara por el camino equivocado. Era débil en aquel entonces, siempre quería complacer a los demás sin expresar mis deseos u opiniones.Despué
~ Vino ~Me quedé ahí parado, sintiéndome como un completo idiota. Había sido demasiado ingenuo al pensar que estaría soltera, era demasiado hermosa como para estar por ahí solita.Me reí un poco, porque debí haberlo notado antes de decirle algo, al parecer el destino tenía un sentido del humor negro conmigo. No sabía qué decir ni qué quería ella, así que me tomé un momento para pensar y volver a la realidad."Supongo que después de todo, tendré que rechazarte." Dije con resignación, noté que se enojó un poco al escucharme.Estaba a punto de continuar cuando Sylvester la llamó. Había un alboroto en uno de los cubículos y no tenía que adivinar quién era, no me importo lo que me había dicho mi hermano sobre mi olor o que no entrara, seguí a Claudia y vi a Marcel convulsionando en la cama, estaba a punto de tener un paro cardíaco.Miré hacia donde estaba Avery, pero seguía dormida, me preocupé por los Sidorov. De repente, Marcel ya no tenía pulso. Sylvester se pasó los dedos por el cabel