~ Amelia ~Todo lo que Leo me contó me puso la piel de gallina, pero sus palabras dulces calmaron mi miedo y poco a poco desapareció. Entre todo lo que me dijo me di cuenta de que me llamó 'amor' y 'mi vida'. Jamás pensé que llegaríamos a este punto, pero cuando lo hizo, me sentí feliz. No quería apresurar nada porque podía ver cómo iba bajando la guardia y abría su corazón poco a poco.Lo abrace, y él me besó en el cuello, envolviéndome en su embriagante aroma amaderado de hombre maduro y sabio. Leo lamio mi cuello con tanta dulzura que terminé calentándome y gimiendo en sus brazos, luego me recostó sobre la cama, y entendí que íbamos a llegar tarde a la cena en casa de los Clayman y no me importaba ir a la cena oliendo a Leo, de hecho, sería como una pequeña venganza.Se inclinó sobre mí en la cama y atrapándome entre sus brazos, me miró con sus ojos llenos de amor."No voy a dejarte, jamás lo hare, Amelia, así que no quiero que pienses en esas cosas." Me dijo antes de besar mi cuell
Me puse un vestido de encaje negro que me llegaba a la mitad de los muslos, haciendo que mis piernas se vieran alargadas, pero sin dejar de ser elegante. A Leo le encantó el largo del vestido. Las mangas cubrían tres cuartos de mis brazos y eran ajustadas, a pesar de que se podía ver mi piel a través del encaje, no se veía vulgar, sino muy elegante. Dejé mi cabello suelto y lacio, pensando que nunca me había sentido tan bien con mi cuerpo y mi cara, hasta ese momento.No me puse mucho maquillaje, sabía que no lo necesitaba. Leo silbó apenas me vio, yo le sonreí antes de bajar la mirada a mis pies. Los tacones negros que llevaba eran hermosos y combinaban a la perfección con el vestido, sostenía un bolso negro y me coloqué unos aretes pequeños de diamantes que Leo me había regalado."Te ves preciosa, Amelia." Me dijo un halago, así que le sonreí."Tú tampoco te ves nada mal." Le respondí, admirándolo. La verdad era que él siempre se veía increíble. En ese momento, llevaba pantalón neg
"Siéntate en la silla de Leah. Estoy seguro de que su madre le encontrará otro puesto." Dijo Leo, así que me senté allí con mucho gusto, ya que eso era una grosería.Para mi sorpresa, noté que Linda estaba sentada a mi lado y Theo también estaba ahí. Por otro lado, Avery y Marcel estaban sentados en la cabecera de la mesa.Leo me susurró que, como Sylvester no estaba, Marcel era la persona de mayor rango, y luego, le seguía Theo, después él y así sucesivamente. Miré la distribución de los asientos y me di cuenta de que la explicación de Leo coincidía perfectamente con lo que veía, por lo que definitivamente era una falta de respeto que Joan pusiera a Leah entre Linda y Leo, ya que él no estaba saliendo con ella, tampoco tenía un rango más alto que el líder del consejo.Poco a poco, todos los invitados fueron llegando y acomodándose en sus lugares. Leah llegó al lugar donde yo estaba sentada y para ser honesta, ya extrañaba su cara de amargada."Estás en mi asiento, sirvienta." Dijo ent
~ Amelia ~Todos comimos en silencio.Sentí la incomodidad en el ambiente, pero Leah se merecía todo lo que le pasó, era una completa ilusa por pensar que Leo le habría hecho caso a sus caprichos. No había duda de que a ella le gustaba, pero él ya le había demostrado y varias veces que no estaba interesado en ella, eso no tenía nada que ver con que estuviéramos juntos o con que fuéramos compañeros destinados. Leo ya le había demostrado que no la veía de esa manera. De hecho, yo estaba ahí, viendo como la había rechazado cuando fue a la casa de su manada en el Este, aun así, quizá pensó que, porque ahora estaba en su mansión con el apoyo de su madre podría forzarlo a quererla.El corazón de Leo era una piedra y tuve mucha paciencia para ablandarlo un poco. Inicialmente me rechazó sin considerar las consecuencias, eso solo demostraba lo mal que estaba a nivel sentimental en aquel entonces. Aunque fuésemos compañeros destinados, siempre tuve en mente que tal vez no funcionaría y si no fue
Supuse que no reaccioné cómo ella quería.Supe que tenía razón cuando vi que Leah se acercó a mí, sonriendo."Trepadora." Dijo en voz baja con una sonrisa falsa plasmada en la cara, yo le sonreí con la misma emoción."Y nos volvemos a encontrar." Respondí, al instante vi la rabia en sus ojos."Verte así de celosa es increíble, en especial después de que me dijiste que no iba a dar la talla. Pobrecita, no te diste cuenta de que ya había ganado. Creo que lo mejor es que busques en otro lado o mejor aún, dejes de aspirar a más de lo que puedes alcanzar, ya estás muy vieja para esto, Leah." Le dije disfrutando de mi victoria, lo único que hizo fue gruñir."No creas que ya ganaste, Amelia. ¡Leo va a ser mío!" Dijo con firmeza.Tuve que esforzarme para no reírme, porque esa mujer era una ilusa que se mentía a sí misma."¡Suerte con eso!" Le dije y antes de que pudiera responder, Linda se nos acercó."¿Te gusta pelear, Leah?" Preguntó Linda, había venido para ayudarme, así que Leah bajó la ca
El maldito debió pensar que sería muy fácil derrotarlos con la plata.Poco después, aparecieron dos lobos más, transformados parcialmente, allí entendí que eso no sería una pelea justa. Aunque Leo y los Lores del Norte entrenaron para luchar con plata, eso no era lo mismo cuando no tienen acceso a sus lobos, mientras que sus oponentes sí.Uno de los lobos le dio un puñetazo tan fuerte a Marcel que vi como un chorro de sangre salió de su boca y escuché un crack, parece que le habían roto las costillas."Avery, por favor, ¡despierta!" Lloraba Linda en la parte de atrás, yo no sabía si ir a ayudar a los hombres o quedarme con Avery y Linda.Luego, los lobos siguieron y golpearon a Leo, Marcel y Theo hasta que los dejaron inconscientes, ahora venían por nosotras. Viendo como estaba la cosa, supe lo que tenía que hacer; le di el control total a Aurora y me transformé parcialmente.Sabiendo que podrían tener la misma habilidad que yo, avancé rápidamente hacia el lobo blanco y con mis garras,
~ Vino ~Iba de salida para hacer unas visitas en Lucland cuando escuché a alguien gritando y llorando, supe de inmediato que era la novia de Leo y me vinculé con mi hermano."Sylvester, ha habido un accidente o un ataque, no sé, pero todos están heridos excepto Amelia, tenemos que ir a ayudarlos." Le informé por el enlace mental, y me respondió que ya estaba en camino.En cuanto Amelia llegó a la entrada, la agarré."Tranquila, Amelia." Le dije con voz suave, tratando de calmarla.Sin embargo, estaba muy desesperada, parecía que no entendía nada de lo que le decía.Las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas y me pregunté qué hacer para que se calmara, lo que fuese que hubiese pasado tuvo que ser muy fuerte para haberla dejado así. Empecé a preocuparme por los demás, pero intenté mantener la calma por el bien de Amelia."Tranquila, Amelia, ya los contacté a todos. Van a estar bien." Le dije mientras la abrazaba, ella me miró con sus ojos azules llenos de lágrimas.Eran hermosos. E
Seguí el jeep que transportaba a Leo, Marcel y Theodore al hospital.Sylvester se había montado en el asiento del copiloto y Amelia se quedó en la parte de atrás, en silencio. La miraba de vez en cuando por el retrovisor, se veía asustada y muy preocupada, tal vez nunca le había pasado algo así.Esperaba que Leo estuviera a salvo, porque si sus heridas no fueran tan terribles, habría despertado cuando los encontramos.El camino hasta la ciudad tomó casi cuarenta minutos antes de que finalmente llegáramos al hospital general de Lucland. Vi la camioneta en donde iban Avery y Linda, me alegré de que hubiera llegado antes que nosotros, porque Avery parecía estar muy herida.El personal médico nos esperaba en la entrada con camillas listas para los pacientes.Mire cómo subían a Leo, Theo y Marcel en las camillas, luego entraron al hospital. Después, nosotros los seguimos sin obstaculizar a los médicos y enfermeros.Los llevaron a una sala de emergencias especial, reservada para la nobleza y