"¿Dónde está esa dichosa memoria USB?" Le pregunté con seriedad, ella suspiró."En nuestra suite, en el hotel. La metí en la maleta de Leo antes de venir aquí, por si revisaban mis cosas, no la fuesen a encontrar." Explicó.Yo me empecé a emocionar, esa era la información que necesitábamos para encontrar a los otros culpables. No obstante, oculté mi alegría para que terminara de hablar y pudiera enviar a alguien a buscar la maleta."Sigue." Le indiqué, ella asintió antes de continuar."Mi padre me siguió hasta aquí, estaba furioso, pero no podía hacer nada. Por eso siempre me mantuve en lugares públicos, rodeada de otras personas o con Leo. Le había dicho que Leo no iba a asistir a los juegos del Norte y gracias a esa mentira arruiné sus planes, porque sabía que quería matarte y hacer como si fuera la venganza de tu exesposo. De esa manera, obviamente Lord Volkov perdería la cabeza y atacaría a Leo sin pensarlo. La última vez que lo visité me enteré de que quería matarte y por eso le m
~ Sylvester ~Cuando Tamia me despertó, me di cuenta de que ya era de noche, al parecer, mi siesta fue más larga de lo que había planeado."¿Tenias sueñito?" Inquirió ella bromeando. Yo me senté en la cama mientras me estiraba."¿A dónde vas?" Le pregunté, notando que llevaba ropa casual."No me digas que quieres que vaya a cenar en pijama, ¿o sí?" Me retó, por lo que miré el reloj.Eran las siete y media. Me levanté de la cama aún dormido para alistarme e ir a cenar."¿Estuviste todo este tiempo con Nicole?" Le pregunté, mientras me quitaba la ropa que llevaba y me ponía una limpia."No. Fui a ver a Amanda. Me contó muchas cosas interesantes, luego tomé té con mis amigas, Nicole nos acompañó. Les dije que cenarán en nuestro antiguo comedor, porque no quería que los demás se sintieran incomodos, además, tenemos que hablar sobre el plan." Señaló, a lo cual asentí."¿Qué fue lo que te contó Amanda?" Le pregunté, ella suspiró con una sonrisa."Bueno, para empezar, tengo esta memoria USB q
Noté que mi madre no estaba cuando llegamos al comedor. Entonces, supe que estaba cenando con David y su familia, me alegré de que decidiera intentar conocerlo. No obstante, Dominic si estaba en el comedor con nosotros y pensé que probablemente todavía no había ido a saludarlo, pero no quise preguntarle, ya que teníamos que hablar de cosas más importantes.Les conté sobre la memoria USB que Amanda nos había dado y le agradecí a Leo por permitir que su compañera nos ayudara, lo hice a propósito, porque sabía que él no tuvo nada que ver en eso. Nos advirtió que no confiáramos en ella y yo pensaba igual, Amanda no era una persona de fiarTambién noté que a Leo no le gustaba que me refiriera a Amanda como su compañera. Pero le gustara o no, lo era. Además, sabía que para Leo era más fácil culpar de todo a Amanda y no aceptar que él también tenía algo de culpa en el hecho de que su relación estuviera así. Además, me alegró que Tamia ya no tuviera nada que ver con eso."Mi hija Iris ya llego
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o