~ Leo ~

Amanda me miró. Al verla a sus ojos fue bastante evidente que sus ojos escondían un dolor oculto el cual la atormentaba mucho. Siempre había estado allí, pero yo estaba demasiado ocupado para preguntarle sobre ello, y sentía que mi propio dolor superaba cualquier batalla interna que ella estuviera luchando, pero ahí estaba de nuevo.

La mirada perdida había resurgido mientras estábamos en medio de una conversación sobre sus verdaderas intenciones y la vida que sus acciones me habían obligado a vivir. Sin embargo, esa expresión aterrada apareció de nuevo y ella se veía destruida. Amanda suspiró después de tomar aire, inhalando profundamente y mirarme.

"No entiendes mi vida, Leo; por más jodido que te parezca esto, eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo y por eso me aferro tanto." Expresó, haciéndome reí. Ya no estábamos en los días en que esas palabras me tocaban, ya no más.

"No quiero que te aferres más, Amanda. Quiero que te vayas." Le dije con firmeza y ella bajó