~ Devin ~No sabíamos que tanto había herido la plata a Susan, así que íbamos corriendo lo más rápido posible por el bosque, los rastreadores nos ayudaron a encontrar la ruta más corta y yo esperaba que llegáramos a la Manada de la Montaña a tiempo. El hecho de que Susan estuviera inconsciente era un gran problema. No podía dejar de pensar en que había estado tirada por un buen rato en un charco de sangre. Sin embargo, recé para que la diosa santísima la mantuviera con vida. Aullé para pedirles a los rastreadores que se apresurara, y continuaron avanzando, el tiempo era lo más importante.Llegamos a un punto donde Casper los hizo detenerse, él cambió a su forma humana y le gruñí, pero parecía que quería hablar conmigo. No pertenecíamos a la misma manada, así que no podíamos vincularnos mentalmente, por lo que la única forma de comunicarse conmigo era hablando en su forma humana. Rex comenzó a gruñirle porque creíamos que estaba perdiendo el tiempo, que en ese caso era tan valioso pa
"Tuvo mucha suerte de que llegaran a tiempo, estaba muy grave. La plata había envenenado su cuerpo, pero ahora está estable, sin embargo, se va a demorar dos días para que este lo suficientemente sana y puedan trasladarla." Me informó y exhalé aliviado. Era mucho mejor que escuchar sobre su muerte, tuve mucho miedo de que no pudieran salvarla. Le agradecí al médico y fui a ver a Susan. Entré a la habitación para verla. Estaba conectada a un electrocardiograma y canalizada con un líquido amarillo que entraba a sus venas, se veía muy débil y frágil, así que tuve que aferrarme a las palabras positivas del médico. Me acerqué y vi su cara, estaba tranquila, parecía que estaba durmiendo, y casi se me salen las lágrimas. En el fondo, me sentía culpable por haberla acusado, nunca pensé que mis preguntas iban a hacer que saliera corriendo, incluso habíamos hecho el amor esa noche y pensé que todo estaba bien. No sabía que en realidad se estaba despidiendo, por lo que sentí que mis ojos se
"Está bien, si necesitas algo, solo dímelo. Alexei va a llegar allá pronto, él se fue después del desayuno y estoy seguro de que te va a tratar bien allá." Dijo Leo, listo para terminar la llamada.Me alegró saber que Alexei estaría cerca, luego colgué y le devolví el celular a Casper. "¿Entonces te vas a quedar?" Le pregunté, sabiendo que era el Beta de Leo y el segundo hombre más importante del Este. Dijo que si y sonrió. "El Alfa nos pidió que te acompañáramos y regresáramos en dos días." Respondió, e internamente le agradecí el gesto de Leo. También le di las gracias a Casper. "¿Los rastreadores recogieron alguna de las flechas que nos dispararon?" Le pregunté, ahora que me sentía más tranquilo al saber que Susan estaba fuera de peligro. "Sí, Alfa Corrigan. De hecho, a uno de ellos le dieron y se la sacó, agarrándosela con la boca, pero no era de plata, sino de hierro." Dijo Casper.Me sorprendió no haber notado que lo habían herido. Sabiendo que el hierro no nos afecta
"Estaba desesperada, Devin. Quería probar mi inocencia a como diera lugar, anhelaba con todas las fuerzas de mi corazón, volver a casa, para verte." Continuó, derramando una lágrima. Se la limpié suavemente y besé su frente para calmarla."Ya todo está bien, amor. Te llevaré a casa y ya no deberás tener miedo." Le aseguré mientras lloraba."Salí del bosque y ella estaba allí. Era ella, en un principio pensé que me estaba equivocando, Devin, pero la vi. Se sorprendió al verme y fue entonces cuando me dispararon. Luego huyeron, supongo que tenían miedo de que tú pudieras venir tras de mí, no sabían que estaba sola.Eso fue lo que me salvó la vida, Devin. Pero te juro que la vi con esas personas de ojos raros. No puedo probarlo, pero por favor confía en mí, quiero que la investigues porque está trabajando para ellos, Devin. Creo que está de su lado desde hace tiempo." Dijo Susan, apretando mi mano con fuerza.Parecía preocupada y asustada."¿A quién viste?" Le pregunté, tratando de calmar
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas