~ Leo ~

Aún no estaba listo para ver a Tamia de frente, así que cuando Max y Kyle nos detuvieron a Sylvester y a mí, aproveché la oportunidad para irme con ellos a otro lugar. Sabía que verla era inevitable y deseaba que fuera fácil, pero en el fondo sabía que no sería así.

La última vez que hablamos, estaba destrozada. Recordé ese día, cuando pude ver el dolor reflejado en su mirada, vi cómo se rindió por completo y todo fue por mi culpa.

Sabía que era feliz con Sylvester, pero, aun así, me resultaba difícil seguir adelante, ya que había sido mía desde que tenía diecisiete años.

¿Quién habría pensado que estaríamos juntos por tan poco tiempo?

Me sentía como una mierda. Ella había hecho lo que yo no pude. Cuando me reclamó que había roto la promesa que le había hecho ya hacía tiempo, la noche en que volvió a casa desnuda y llena de dolor, me senté en el sofá sin poder hablar. La verdad era que no esperaba que ella entendiera, no esperaba que viera las cosas como yo. Tenía miedo de dej