~ Sylvester ~Tamia entró a la habitación completamente exhausta y divagando en sus pensamientos. Yo estaba en mi escritorio, trabajando concentrado en la computadora. Alguien había enviado dinero a un tal Bricks Liam en Gad, y yo ya estaba investigando el asunto.Era una transferencia anónima, pero la persona que recibió el dinero cometió un pequeñísimo error, en lugar de usar solo un número como identificación para recoger el dinero, dio su nombre e identificación.Ese fue el primer error que encontré cuando empecé a rastrear las transacciones.¿Entonces, era posible que Lily fuese quien había estado ayudando a esas personas a cubrir sus huellas? Porque a decir verdad, ese era un error bastante estúpido. Si así era, me aseguraría de que esa puta sufriera en carne propia lo que había hecho.La verdad sobre Lily era que no fue un trofeo, como todos creían. En realidad, su padre la envió a la mansión Volkov el año en que decidimos que ya no tendríamos un harén.Él quería que fuera mi a
La acerqué a mí y besé esos carnosos labios que me volvían tan loco. Nos besamos profundamente, tanto que tuvimos que separarnos para recuperar el aliento, así que apoyé mi frente contra la suya. "Este amor tan infinito que siento por ti, siempre permanecerá así, fuerte, intacto y sereno. Este amor siempre se mantendrá en lo más alto para ti, Tamia. Te juro que nunca permitiré que te arrepientas de esto. Pero también deseo que no me confundas con mi padre y sus crueles usanzas, no soy como él, así que jamás te haría compartir. Seré honesto toda mi vida, te adoraré y te cuidaré hasta el día en que mis ojos se cierren por siempre. A mi lado no tienes nada de qué preocuparte, eres mi amor, mi vida y mi todo." Le confesé con el corazón en la mano, al instante, las lágrimas comenzaron a correr libremente por sus mejillas. "Eso lo sé muy bien Sylvester, y quiero que también sepas que el sentimiento es reciproco. Tú y ahora nuestro bebé, representan la familia que un día tanto añore, siem
"Una vez que se resuelva el caso de la traición cometida por Lily y Sofia, se les castigará como se debe, eso sí que te lo prometo." Le di mi palabra, por lo que me abrazó con más fuerza"Esa vieja dijo que nuestro amor y matrimonio no estaban escritos en piedra, que podrías cambiar de opinión." Dijo Tamia con un tono triste. Sabía que normalmente eso no la afectaría, pero sus hormonas estaban descontroladas, haciéndola más sensible de lo normal. La mayoría aún no sabía que estaba embarazada de mi hijo. "¿Quién dijo eso?" Pregunté, quería saber a quién tenía que irle a ponerle los puntos sobre las ies.. "Pamela Rivers." Afirmo Tamia y en ese momento maldije a esa mujer. "Esa perra trepadora. Intentó enviar a su hija al harén hace tres años, pero la rechazamos. Desde entonces, ha estado resentida, solo tiene celos de ti, Tamia. No te asustes por lo que esa perra quiere, porque no podrá hacernos daño, por lo tanto no dejes que el miedo te domine." Le aclaré, ella rompió el abrazo
~ Sylvester ~ Me desperté bien temprano en la mañana, sin embargo, Tamia seguía durmiendo plácidamente. Sabía que estaba sobrecargada de trabajo y bastante agotada por ello, así que, le ordené al personal que le sirviera el desayuno en la habitación. Me duché y me preparé para el día, luego me dirigí al comedor. Para mi sorpresa, solo Marcel y Theodore estaban en el comedor esperando el desayuno. "¿Tamia también?" Fue lo primero que dijo Theodore al verme, por lo que asentí. "Seguramente trabajaron demasiado ayer." Comentó Marcel y estuve de acuerdo mientras tomaba mi asiento. Sabía que sería un desayuno aburrido sin nuestras futuras esposas en el comedor, ya que ellas eran nuestra fuerza. "Linda cayo rendida anoche cuando volvió a la habitación. Dijo que solo quería levantar los pies y se quedó dormida de inmediato." Comentó Theodore, "Avery se quedó dormida en cuanto entró a la habitación y me pidió que no la despertara justo antes de quedarse profundamente dormida. Me
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas