ASHER“Cierto secreto saldrá a la luz”Esas son las malditas palabras de mi abuelo cuando se dirige a Holly, quien parece que ha visto un fantasma al instante, su piel palidece tanto que es como si, de en menos de un segundo, estuviera muerta, sus ojos perdidos, sus pupilas dilatadas e incluso deja de respirar, estoy seguro de que se trata de ese maldito secreto que no he podido investigar, ni siquiera Bryson ha obtenido esa información a fondo. —Pero no pongas esa cara, cariño, sé que le darás a mi nieto dos hijos cuando mucho, lo cierto es que me gustaría ver a Logan de abuelo, saber que mi legado perdura es uno de los sueños que tiene cualquier viejo millonario como yo —sigue mi abuelo con ese brillo lleno de malicia destellando como el infierno en sus ojos.—Holly —interviene mi padre, como siempre, tratando de suavizar las cosas—. No es tan malo como parece, los hijos son algo normal en cualquier matrimonio. Sigue sin hablar, de hecho, me parece que sigue procesando el hecho de
HOLLY La única razón por la que permití que Asher me besara y que me follara, dejándome ir después sin una sola objeción, fue porque lo necesitaba, es lo que resultó que pensara que él podría ser una especie de purga para mi sistema. Y funcionó, firmé esos documentos, no por el miedo real de que el mundo entero se enterara de ese secreto que me ahoga con el paso de los años, sino, porque sé que los afectados serán mi hermana Polly y mis sobrinos. Mi familia, mi único apoyo en la vida, no lo puedo permitir, estoy adolorida, sí, sin embargo, cansada por el placer que Asher me brindó y que nunca pensé que llegaría a experimentar, cuando voy en el auto, recuerdo a Mason, no avisé que me iría antes, puede que Asher sea el CEO, el dueño del hospital, pero Mason sigue siendo mi superior. Le marco por teléfono, pero no atiende, hago el intento un par de veces más hasta que decido dejarle un mensaje. HOLLY: Mason, me fui antes, lo siento, ¿podrías cubrirme? La respuesta no llega inmed
HOLLYMe congelo al escuchar las palabras de Sebastián Van Doren, los murmullos entre todos los miembros del consejo no tardan en llegar a mis oídos, las mejillas me arden porque más de un par de ojos acusadores están sobre mí, dejo de respirar, olvido cómo es que se hace. Mason parece confundido, sus padres todo lo contrario, ellos tienen una sonrisa que se ensancha por el resto de su cara, mientras que Logan, el padre de Asher, observa a su propio padre con enojo, y Serena no deja de mirarme con lástima. —Eso quiere decir que mi hijo también es dueño del hospital, ¿no? —Erandi Raymond es la primera en hablar, dirigiéndose hacia Sebastián. Las piernas me tiemblan, no, no pienso casarme con Mason, él solo es un buen amigo, pero con Asher siento algo, aunque ya me ha explicado lo que pasó realmente con Eva, todo esto es su culpa, no puedo evitar pensar en ello. —Así es —asiente Sebastián con un brillo malicioso en los ojos—. A partir de hoy, Mason no solo trabajará aquí en el hospit
HOLLY¡Holly! La voz llena de desespero de mi hermana mayor, hace que regrese en sí, la cabeza me duele, abro los ojos y me doy cuenta de algo, o mejor dicho, siento algo extraño, jadeo al momento de que compruebo que estoy desnuda, en la habitación que comparto con Asher, el mismo que me tiene de piernas abiertas mientras me hace un sexo oral que me obliga a jadear. —Por fin despiertas —dice antes de penetrarme con la lengua. —Asher, ¿qué haces? Yo… Ah —arqueo la espalda, sintiendo cómo mis pezones se endurecen de un modo casi escandaloso. Me corro al instante, él me succiona el clítoris y enseguida tengo deseos de devolverle el favor, pero sus ojos me dicen lo contrario. —Luego, por ahora necesitas descansar —espeta en un noto que no es nada negociable. —No pensabas lo mismo hace cinco segundos —frunzo el ceño. —Eso es porque era mi alimento, luego me correré en tu boca —agarra mi rostro con una mano—. Quiero embarrar tus labios con mi semen, pero tendremos que esperar a eso.
HOLLYNo me siento cómoda con la situación, la verdad es que esto me supera, yo no quería estar en la misma mesa con Eva, la ex prometida de Asher, pero tampoco me quería ver demasiado perra como para correrla, cuando ella al parecer la vida le ha cambiado, además, ha perdido recién a su madre, yo sé lo que se siente eso, y comprendo el dolor por el que debe estar pasando. Asher mira la carta, una que no entiendo por qué está en italiano, me remuevo inquieta en mi asiento, me remojo los labios mientras Eva cuenta una mierda sobre buscar un segundo empleo aquí, como mesera. —¿Pido su orden, por favor? —se acerca una de las meseras. Asher pide en un italiano perfecto, yo soy médico cirujano, el único idioma que comprendo en un ochenta por ciento, es el inglés, no el italiano, no sé de qué va cada cosa y parece que Asher no se da cuenta de eso, Eva habla el mismo idioma, su italiano es casi perfecto. —¿Y usted?Espabilo cuando la mesera se dirige hacia mí. —Yo… Miro con nerviosismo
NARRADOR OMNISCIENTEHolly no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos, sentía celos, pero había algo más que estaba superando toda clase de emociones negativas, y era la verdad de las cosas, la realidad le había dado una bofetada en el rostro, estaba segura de que no debían estar juntos, de que lo estaban haciendo no era lo correcto. No importaba que ella hubiera aceptado un día anterior a ser la pareja real de Asher, que quiso darse la oportunidad, ella sabía la respuesta a todo, y es que, aunque no sabía cómo terminarían las cosas al final, de algo sí estaba segura, y es que la única que saldría lastimada era ella. No pertenecía a su mundo, así mismo como no sabía nada de él, ni él de ella, eran dos desconocidos jugando una guerra en el tablero de su abuelo, el viejo Sebastián Van Doren. —Siento interrumpir —empujó las palabras que se atoraban en el fondo de su garganta, formando un nudo que le impedía respirar con estabilidad. —Holly —en los ojos se Asher se instaló un br
HOLLYEstaciono el auto en el aparcamiento subterráneo, dentro del área del personal, no me siento cómoda con lo que acaba de pasar, Asher me dio algunas explicaciones, pero lo que él no se dio cuenta, fue de la forma en la que Eva me miraba, no, nos miraba. “Trata de ser tu amiga”Esas fueron las palabras de Asher, Eva trata de ser mi amiga, pero no le creo, no puedo creerle, no cuando en el fondo tengo una corazonada que me dice que ella aún tiene en la mente el recuperar a Asher. Y por otro lado, está el hecho de que sigo pensando que él y yo no estamos destinados realmente, que la única realidad es que si el destino no me hubiera empujado a salvarle la vida a Sebastián Van Doren, él y yo nunca nos hubiéramos conocido, él estaría casándose con Eva, y yo seguiría mi camino, hay algunas cosas buenas que sucedieron, no lo voy a negar, pero eso no quita el hecho de que por lo menos, Lionel ya está fuera de nuestras vidas. Mi hermana Polly ya no tiene que estar viviendo y soportando
HOLLYMe congelo con la mirada que me lanza Serena Van Doren, sus ojos se clavan de manera pensativa en vientre, aun no confirmo nada, pero juraría que sus ojos tienen alguna clase láser o algo por el estilo, porque me siento totalmente desnuda, sin importar que solo la toalla cubre mi cuerpo. —Señora Van Doren, no la vi —mi voz tiembla, tiende de un hilo como mi estabilidad emocional. Sigue en silencio, me mira el vientre hasta que sube hasta que sus ojos se cruzan con los míos. —Somos casi ya una familia oficial, llámame Serena, ya te lo he dicho —merma el espacio y toma mis manos entre las suyas. —Gracias, lo siento, es la costumbre —susurro.Me muerdo el labio inferior, son esta clase de momentos incómodos en los que me siento fatal, pero recuerdo que con esta familia debo tener mucho cuidado si no es que quiero caer en el juego de ellos. —Holly —suaviza su tono—. Sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? La miro en silencio. —Sí —asiento.Dibuja una mueca en el rastro, est