—¿Crees que pueda conseguir el empleo?
Vanessa Di Angelo, esperaba nerviosamente la entrevista del trabajo, preguntando a su amiga que le acompañó.
——Sí que lo harás!
Se encontraban haciendo una fila exageradamente larga en las empresas Castrioli, un conglomerado multimillonario a los que todos querían pertenecer, el empleo era para ser cuidadora de los hijos de CEO.
Los rumores decían que era un hombre intratable, soberbio y arrogante, el jefe era el terror de los empleados.
——Ani?——Vanessa, de nuevo preguntando con incertidumbre a su amiga.
——Claro que sí!, no te desanimes Vanessa, verás que vas a conseguir el empleo. — Ani era su amiga de toda la vida, creía ciegamente en sus habilidades.
——Pero tengo solo mi carrera corta de enfermería y por lo que he escuchado el CEO Castrioli, es un hombre muy estricto.
De hecho, Vanessa, habría podido trabajar en hospital como graduada de enfermería, pero lo abandono para poder cuidar a su hermanito enfermo en todo momento, al pequeño Adrián.
Además, necesitaba con urgencia ganar dinero para costear el tratamiento de su hermanito. Así que un trabajo a tiempo parcial es la mejor opción.
De repente, se escucha la voz de una mujer:
— ¿Y tú qué haces aquí?
Más a la hora de que llegó su turno de pasar a la oficina, Vanessa no esperó encontrarse con esta mujer, la segunda hija de su padre. Desde luego no tienen la misma madre.
Eso complicaba mucho las cosas, su hermanastra la detestaba a muerte.
—¡Ni siquiera cumples con los requisitos que se necesitan para el puesto, toma tus documentos y lárgate! — Marina Di Angelo, no le tenía consideración alguna a Vanessa, ni siquiera sabiendo por la triste situación que pasaba.
Solo quería que la vida de su hermanastra más difícil, así que aprovechó para privarla de la oportunidad de aplicar para el empleo.
Vanessa no sabía por qué Marina en realidad trabajaba aquí, y su esperanza se redujo a más de la mitad ¿De dónde salían los gastos médicos de su hermano?
— Por favor Marina, déjame al menos intentar conseguir el empleo, lo necesito muchísimo, la vida de mi hermano depende de qué costé su tratamiento.——Vanessa mantuvo la voz lo más baja posible, en tono suplicante.
— ¡He dicho que te largues, si no lo haces llamaré a seguridad para que te saquen! — Marina había logrado llegar a ser la jefa de proyectos de la empresa Castrioli, por eso no tenía problema en abusar de los demás empleados.
—¡Vanessa, no!, también tienes derecho para aplicar para conseguir el empleo, he grabado todo si no la dejas pasar publicaré el vídeo en internet! ¡veremos qué dicen tus jefes cuando te vean maltratar a los aspirantes! — Ani, salió en defensa de la joven enfermera.
—¡Dos cualquieras insidiosas y astutas!
Marina se quedó asombrada. ¡no esperaba que Vanessa, una idiota, pudiera grabarla! ¿¿¡Como se atreve esta humilde mujer a chantajearla!?? ¡Que rabia!
Por muy enfadada que fuera, Marina no tuvo más remedio que dejarla entrar a ver al jefe muy en contra de sus deseos.
<Vanessa Di Ángelo, ¡Ya veremos!>
Vanessa tomo un suspiro, avanzó con un poco de nerviosismo, tocó suavemente la gran puerta de madera que tenía frente a ella hasta que tuvo respuesta.
— ¡Adelante, pase! — se escuchó la varonil voz del hombre que se encontraba fastidiado detrás del escritorio, había pasado todo el día haciendo entrevistas.
Eso le había quitado mucho de su valioso tiempo, estaba que aventaba todo y se marchaba al carajo.
— Buenas tardes señor Castrioli, soy Vanessa Di Angelo, para servirle — la joven entró con timidez, se decían tantas cosas malas de ese CEO, que sintió que entraba a entrevista con el mismo diablo.
Nathanael Castrioli, que tenía la mirada en uno de los currículum que por más que leía no le convencían, apenas escuchó la melodiosa voz de la chica, levantó su gris mirada, el hombre era dueño de unos ojos peculiarmente grises y hermosos, él los traía maquillados con una línea de lápiz negro, algo que Vanessa, jamás había visto.
— Pase, entrégueme su currículum, por qué si trae uno, ¿cierto?
Nathanael, se quedó unos segundos perdido en el bello rostro de la chica, sus hermosos ojos azul mar, esos labios carnosos y deseables, su blanca piel, su cuerpo estaba reaccionando a ella, cosa que hacía mucho que no le pasaba solo con ver a una mujer, hasta pudo sentir como su pulso se aceleró, pero se obligó a mantener la compostura, él era un hombre que no se andaba con esas estupideces que llamaban enamoramiento, él solamente buscaba divertirse con el sexo femenino.
— Por supuesto que sí señor Castrioli, aquí está — Vanessa se lo entregó y se quedó en silenció mientras él lo leía detenidamente, los segundos le estaban pareciendo eternos.
— Le haré un par de preguntas señorita... Di Angelo: ¿qué tiene que hacer si un niño es alérgico a un alimento? y... ¿qué tiene que hacer cuando las vacunas le provoquen calentura al volver a casa?
— Bueno pues... seguir al pié de la letra la dieta alimenticia del niño y la segunda respuesta es dar medicamento para la temperatura y vigilarlo hasta que se ponga bien el niño.
— Qué más ……
[…]
Minutos después.
—Señorita...Di Angelo. Bien contestado, por lo menos ha tenido más sentido su respuesta a las... más de cincuenta candidatas que he entrevistado en el día, eso me lleva a darle dos opciones usted sabrá qué decisión tomar, la primera es un contrato para cuidar de mis dos hijos por tres años con un excelente salario. Y la segunda... la segunda sería firmar un contrato para ser mi esposa y darme un hijo.
Vanessa, sintió que el piso se abría a sus pies, ¿De qué demonios estaba hablando ese atractivo, pero al parecer demente CEO? ¿quién en su sano juicio le haría semejante propuesta a una mujer que acaba de conocer apenas cinco minutos atrás? quería salir huyendo del lugar.
— ¡Pero qué demonios! ¿acaso me está tomando el pelo? tengo novio señor Castrioli, ¡¿además por quién me ha tomado?! ¡jamás me casaría con un hombre que ni siquiera conozco, usted se ha equivocado de mujer!
— Tranquila señorita Di Angelo, no es necesario que acepte mi segunda propuesta, más si acepta la primera, le pagaré seis mil dólares al mes, debo admitir que está lo suficientemente calificada para cuidar de mis hijos — el hombre quería ganar tiempo para convencerla, ni siquiera el mismo sabía por qué pero no quería dejarla ir.
— Señor Castrioli, yo... no vine a vender mi cuerpo, vine a buscar un empleo, pero lo lamento por qué no podré quedarme, lo que me ofrece es de tiempo completo y yo tengo cosas muy importantes que hacer por las tardes, así que si no hay nada más me retiro — Vanessa, se preparó para salir casi corriendo como un conejo asustado, mientras Nathanael, se quedó sonriendo perverso.
— ¿Te vas? Hmmm... no creo que te sea tan fácil.
Vanessa, salió de la lujosa oficina del CEO con el corazón a punto de salirse de su garganta, no, ni en su sueño más loco se habría imaginado encontrarse algún día en una posición tan... inesperada e incómoda, estaba segura que si le contaba a Ani, o cualquier otra persona la tomarían por loca.Con los ánimos por los suelos decidió ir al trabajo de su novio, Michael Carrera, él era la pareja de Vanessa desde hacía un año, el hombre la había perseguido durante dos años para que aceptará salir con él, más ahora que ya la tenía de novia le había dejado de interesar sobre todo por qué Vanessa se había negado a darle la prueba de amor cada que él le insistía para que aceptará acostarse con él.La joven llegaba a la oficina de su novio Michael, con la esperanza de poder desahogarse de todas sus atribulaciones, no se daba cuenta de la mirada con la que la veían los empleados, era algo así entre lástima y compasión, nunca se imaginó que lo que se encontraría sería a su novio besándose con la
Vanessa firmó todos los documentos que le pidieron, ella secomprometió a pagar la cuenta de la anciana herida que estaban adentroatendiendo, más de pronto su celular de escuchó, alguien le había enviado unmensaje:—Tu novio está en la habitación siete cero siete del hotelDiamond, si no vienes lo mataremos y tú serás la culpable. ¡Site atreves a llamar a la policía, sabrás cuáles son las consecuencias para ti!Vanessa, ya no quería saber de ese hombre que la habíaengañado, pero tampoco podía dejar que le quitarán la vida sin hacer nada.Asi que llamó a Novio, el teléfono estaba apagado.Sin salida, avisó que volvería pronto y salió del hospitalcon rumbo al hotel.Mientras iba en el Uber se imaginaba una y mil cosas, perosobre todo se preguntaba en qué andaría metido Michael.La joven pagó de prisa el servicio y entró al lujoso hotelDiamond.Es muy raro, porque su novio nunca ha tenido un nivel deconsumo tan alto. ¿¿Con quién le había
La anciana que recién despertaba de su inconciencia, fue informada la enfermera que la estaba cuidando lo que había sucedido con ella y que una amable joven la había auxiliado y no se apartó de su lado hasta que fue atendida.— ¿En donde está ella? ¿en dónde está la joven ahora? quiero verla para darle las gracias, quiero recompensar su acto de generosidad, gracias a ella no quede en medio de la calle expuesta a todo.— Ella no está, pero en administración dejó todos sus datos, la chica se comprometió a pagar todos sus gastos aunque fuera en pagos, se ve que es de escasos recursos aunque es muy hermosa y por lo visto bondadosa.Un séquito de guardaespaldas que venían detrás de un entrajado hombre, estaba causando revuelo afuera de la habitación de la anciana, la puerta de abrió abruptamente, se podía ver la preocupación en los fríos ojos del hombre que entró.— ¡Abuela, estás aquí! ¡por fin te encuentro, te he buscado por toda la ciudad! ¿qué fue lo que te pasó? tienes el brazo herido
Nathanael, quedó muy sorprendido al ver a la causante de su mal humor, era la misma chica a la que le había hecho la propuesta de matrimonio por contrato, la que le quería presentar a su abuela, jamás esperó que fuera ella quien auxilió a su abuela, mucho menos encontrarse de nuevo con ella, el hombre estaba más que satisfecho, está vez no la iba a dejar ir.— ¿Cómo? ¿ustedes se conocen? Nathanael, ¿de dónde como es a Vanessa? — La señora Barbara, preguntó confundida, su nieto jamás había mencionado que conocía a una chica tan hermosa recientemente.— Vaya, pero que pequeño es el mundo... nos conocimos antes por trabajo abuela, la señorita Di Angelo, aplicó para el puesto de enfermera para los pequeños, desde que la vi supe que no había mejor candidata para cuidar de Ethan y Liam, ¿no te lo dijo? — el CEO se hacía el sorprendido, eso a Vanessa, la tenía molesta, el muy atrevido le había hecho otra proposición además de cuidar de sus sobrinos, ¿por qué no lo decía también?— Es verdad
Los gritos de terror de la señora Castrioli, se escuchaban por toda la cafetería, nunca había visto a su nieto en una situación tan vulnerable antes, él siempre era muy cuidadoso donde quiera que iba, su seguridad era siempre lo primero, pero ahora lo estaba viendo retorcerse en el piso.Unos fuertes siseos de ardor y dolor se escuchaban salir de la garganta del CEO, Vanessa, corrió a quitarle el saco y la fina camisa que ahora estaban completamente dañadas, ella trataba de impedir que el ácido no le llegara más a la piel.— ¡Deja de moverte tanto que no puedo quitarte la ropa! — Vanessa, le gritaba al adolorido hombre, ella estaba con los nervios de punta, pero era enfermera para esto había sido entrenada, tenía que tratar de ayudarlo aunque no lo soportara.— ¡Estoy herido por ti culpa y todavía me gritas! ¡¿qué clase de atención es ésta?! — Siseaba de dolor el hombre que además estaba furioso, nadie en su perfecta vida había logrado hacerle un daño, pagaba millones por tener una se
Parecía que a Vanessa, el destino le tenía preparada mucho más de lo que ya le había mandado, el CEO Castrioli, la había salvado de quedar desfigurada o muerta, sí, pero ahora Nathanael se sentiría con el derecho de hacerla firmar un contrato por saber que tiene una deuda de vida con él y eso estaba más que jodido— Ya le agradecí por salvarme, he curado sus heridas, no puedo darle más de mí, tengo que regresar al café a trabajar, mi jefe va a molestarse conmigo— ¿Habla del jefe que está perdidamente enamorado de usted, pero que no se atreve a confesarse por qué... tiene novio? — Se equivoca Jeremy, es solo el mejor jefe del mundo, un hombre amable, íntegro, con un corazón de oro, le voy a pedir que no lo esté difamando— Vaya, por lo visto es un estuche de monerías, ¿si lo admira tanto por qué no lo hizo su novio? — No voy hablarle de mi vida privada señor Castrioli, Jeremy, solo es mi jefe, uno que es por mucho mejor que usted, debería de tomar su ejemplo para que aprenda a ser un
El imponente hombre tenía la costumbre de ponerla en jaque, Vanessa, aunque la fuerte presencia del CEO la intimidaba, luchaba contra él, su instinto le decía que si no se defendía ese zorro se la comería completa como si fuera un indefenso conejo— Yo... estoy segura que no le quedarán marcas y que pronto esté desagradable accidente será solo un mal recuerdo, ahora dígame, ¿por cuánto tiempo será el contrato que firmaré con usted para ser la enfermera de sus hijos? necesito saber — ¿Acaso tiene una mejor cosa que hacer que tener un buen empleo donde le paguen excelentemente bien y que le dé tiempo de cuidar a su hermanito enfermo? — regañó el hombre, cualquiera en su lugar estaría brincando de gusto al saberse en un trabajo estable ¿sabía?Quizás Vanessa, se estaba viendo muy desagradecida pero es que ese hombre la irritaba tanto con su arrogancia y su excesiva seguridad, que lo único que quería era salir huyendo de él— Si no tuviera de jefe un tirano con propuestas absurdas quizás
— ¡Vanessa! ¿pero qué pregunta es esa? pasa por favor, después de lo que pasó hoy con tu hermanastra pensé que no vendrías, dime ¿está todo bien? ¿Adriancito, está bien? — el pequeño empresario sabía de la difícil situación de la chica, él siempre que podría le ayudaba, incluso le había prestado a la madre de Vanesa unos ahorros para poder cubrir los gastos de una recaída del niño, dinero que por supuesto Vane, prometió pagar— Si, todo está bien, yo solo he venido a darte las gracias por todo y presentarte mi renuncia, no podré seguir trabajando en el café..En el café, la oficina de Jeremy, quedó en completo silencio, sabía que un día Vanessa, se dedicaría a ejercer la carrera de enfermería pero no pensó que fuera a ser tan pronto, ella era el motivo que lo llevaba de buen humor al café todos los días, aunque sabía que tenía novio, todo el mundo conocía la mala fama de Michael, así que nunca perdió la esperanza de que algún día él y ella...— ¿Por qué? ¿por qué quieres renunciar? cr