Porque en esta vida hay que poner en su lugar a las personas desubicadas.Natasha.Una ola de calor y rabia se apoderaba de mí cada vez que pensaba en la mujer que estaba con Misha.La odiaba de una manera que no puedo explicarlo. ¿Qué tenía esa estúpida italiana que no tuviese yo? Era mil veces mejor que ella en todos los aspectos. Era hermosa, alta, tenía dinero y era la envidia de todas las mujeres, pero no entiendo por qué tenía que ser ella.¡Era una mujer estúpida e insípida!Llego a un callejón en donde estaba una banda de delincuentes y drogadictos. Me había llevado tiempo, pero al fin lo había logrado. Iba a cobrar venganza por la humillación que me hizo en el matrimonio del primo de Misha. Había crecido con ellos y no podía soportar la cara de decepción de su familia al verme.Me las iba a pagar caro...La odiaba y quiero venganza.Carraspeo un poco para llamar la atención de todos, cosa que logro con facilidad. Eran unos adictos que se moverían por dinero. Sea cual sea la r
Gianna.Había pasado una tarde diferente y libre de estrés. Mikhail se había comportado como un caballero y ese beso en la rueda de la fortuna, me había dejado sin palabras. Él es un hombre impredecible y aunque volví a caer enamorada de él, sé que probablemente no sea mutuo, pero no sé qué me pasó. Supongo que las horas de trabajo me llevaron a esto…Ni siquiera tuvimos un día para ayudarlo a recordar algo.Había llegado a casa y por primera vez en varios días, veo a Thomas, que estaba haciendo la cena. Me quito los zapatos en la entrada y recuerdo las pantuflas que tenía en mi bolsa.—Pero mira quien decidió volver a casa —me recibe, con voz molesta—. Alek está jugando con la hija de la vecina, vendrá en un rato para comer. ¿Qué haces aquí? Normalmente cenas con tu esposo o estás en cualquier lado menos en casa a esta hora.—Thomas, por favor… —digo, poniendo las cosas en la mesa—. Hoy no es un buen día para que me hables así.—¿No? Ah, lo siento. Es que nunca vienes a casa y sales
¿Acaso te duele?Gianna.Fui a buscar a Alek, que se emocionó al verme y me di cuenta de lo ausente que había estado en su vida, estos últimos días. Me dolía el pensar que él se quedaba dormido esperándome, ni siquiera lograba llevarlo al kínder. Tenía que alejarme de ellos.Estaba regresando el tiempo y estaba actuando como hace cinco años. Me dejé llevar y me enamoré.—Papá necesita un doctor siempre, ¿verdad, mami? —pregunta Alek, mientras le cambio la ropa—. Mi amiguito dice que su papá está trabajando. Pero yo extraño a papi. ¿Cuándo lo voy a ver?Tienes cinco años, hijo.—Cariño, ¿te gustaría que Mikhail fuera tu papá? —le pregunto, poniendo su pijama.—¡Él es genial, mamá! ¿Mikhail es mi papá? —me mira emocionado.—Sí, mi amor, pero debemos mantenerlo en secreto. Papi ha estado muy enfermo y hay que esperar a que él se termine de curar la pierna —frunce el ceño y asiente.—Le daré un regalo. Voy a darle mi dinosaurio favorito y le diré a mi amiguito que papá salió del doctor y
Una noche larga, para un día difícil.Gianna.Tenía mucho tiempo sin saber que era tener una noche de insomnio. Mi mente no paraba de reproducir las palabras de Mikhail, al mencionarle que Alek podría ser su hijo. ¿Era cruel decirle que realmente es su papá?Mi pequeño es la versión en miniatura de Mikhail. Era un niño inteligente y apuesto. Alegre y bondadoso. Desbordaba cariño y amaba la naturaleza… y sí, así era su papá, pero no conmigo. Natasha era la única mujer que podía tener todas las versiones del hombre que amaba. Él perdió la memoria, pero yo no. Me dejé envolver en su cariño sincero, porque nunca me miró de la manera que lo hacía ahora. Él tenía el don de llevarme a las estrellas y de la misma manera, lograr estrellarme.No recuerda… No recuerda… No recuerda…Simplemente, borró de su mente los momentos que fueron importantes. Natasha aunque no la recuerde completamente, tiene más poder sobre él.¿Por qué? Es sencillo. Mikhail amaba a la rusa de la misma manera que hace s
Y por arte de magia, la parte difícil había llegado.Gianna.Mi mente había estado en lo que me había dicho Nina. No quería pensar en la situación con Mikhail y en todo lo que le ha tocado vivir. Así que decidí concentrarme en los tiempos que él estuvo inconsciente. En donde fue manejado por el alcohol y el dolor de no poder ser padre.Él siempre quiso un hijo. Su mayor anhelo era poder tener un bebé que tuviera algún gesto suyo. Enseñarlo a caminar, a hablar y sí, llevarlo al colegio. Lamentablemente, él es padre, pero igual no pudo hacer eso, por haberme traicionado.Después de la conversación con Thomas, he tomado las riendas de todo y no me arrepiento de nada. Cada uno tenía que pagar por lo que me habían hecho y lo hicieron en mi ausencia. Sinceramente, yo solo quiero terminar las cosas aquí y salir corriendo. No quiero venganza, no quiero nada. Solo irme con mi hijo a cualquier lugar en donde nadie nos encuentre.Soy la idiota que se enamoró otra vez de su desgracia.—Señora, aq
Antes de la pelea con Gianna.Mikhail.Había ido al hospital para ver a la mamá de Gia, pero no esperaba ver un cuadro familiar, en donde yo no podía entrar. Deseaba desde hace muchísimo, ser el padre de Alek, pero no había manera, que tres doctores, de lugares diferentes, tuvieran la misma respuesta.Estéril.No recordaba cuando fui con los especialistas, pero estaban los exámenes en mi oficina y tenían fechas, de años y meses diferentes. Los recuerdos que tengo sobre ella, no es siendo una mala persona. Crecimos juntos y sí, siempre estuvo enamorada de mí, pero no la quería de la misma manera. Me sorprendió el saber que era mi amante y mucho más, el saber que era mi prometida.Lo único que pude descubrir, es que la persona que mi mente me hizo ver, cuando desperté por primera vez del coma, fue a Gia. No recordaba su aspecto, pero hace unas noches tuve un sueño y pude verla con claridad. Quería recordar nuestra boda, quería recordar nuestra primera vez juntos…Quería recordar mi vida
Odiaba preocuparme por él.Gianna.Me sentía la persona más idiota del planeta, porque no debería preocuparme por Mikhail, pero no soy mala persona y sé que estaba enfermo todavía. Lo veo sentado en el sofá hablando con Alek. Mi hijo sonreía mientras le nombraba a cada uno de sus dinosaurios. —Cariño, ¿quieres jugar en tu habitación? En un ratito te llevo las galletas que te regaló el tío Thomas.—Pero mami —hace pucheros y ve a Mikhail—. Vino a buscarme. Quiero ir a la tienda de ropa.—Cielo, después que mamá hablé con él, iremos a la tienda de ropa —me sonríe y se levanta del suelo.—¿Es una promesa? —saca su dedito meñique y lo une con el mío, mira a su papá y le dice—: Debes venir. Mamá nos comprará un auto enorme.—Vale, iremos juntos a comprar un auto en la tienda de ropa —le responde, Alek va hacia él y le da un abrazo—. Nos vemos en un rato, campeón.Mi hijo se va a la habitación y suspiro, entregando el vaso con agua. Me siento en el sofá de enfrente y espero que se lo tome.
Una semana después…Gianna.Me había convertido en una ermitaña. No salía de casa y mi nuevo lugar de trabajo era el comedor. Podía ver a Alek las veces que quisiera y estaba en casa todos los días. Cumplía mi deber como madre al llevarlo al kínder y me ocupaba para no pensar en el padre de mi hijo.Solo en estos momentos que lo estoy mencionando, es que lo recuerdo.Una mente ocupada no extraña a nadie.Sabías palabras que me han ayudado estos días. Thomas estaba en su mundo y yo estaba en plena investigación. Tuve que esperar un poco, hasta poder conseguir verme con el detective. Él era un hombre ocupado y por más que intenté, que mi asistente lo espiara, no conseguimos avanzar.Hasta hoy.—No esperaba tenerla por estos lados, señora, Gianna. ¿Qué la trae por aquí? No recuerdo tener asuntos pendientes con usted estos días —señala la silla—. Por favor, tome asiento. Me disculpo por mi falta de caballerosidad.Alzo una ceja, pero me da igual lo que dijo y me siento. No estoy para jueg