¿Y si hacemos un muñeco?Gianna.No sé cuánto ya había aguantado este día y sinceramente quería que se acabara. Estaba agotada mentalmente y recién empezaba el fin de semana.Natasha definitivamente era una zorra, que sabía cómo aparecer para molestarnos a todos y mi flamante esposo, era un imbécil. Estaba agradecida de que él apareciera y la mandara casa de regreso, pero me daba un poco de temor, que también supiera que tengo un hijo.Sí, le puse el nombre del abuelo de Mikhail a Alek, porque me pareció un nombre hermoso. Además, no pensaba que los volvería a ver. Por esa razón también lo hice. Mi hijo lleva mi apellido y al estar casada, pues, ¿ya saben como funcionan las cosas?—¿Ya podemos volver a casa? —pregunta Thomas, al verme llegar—. Tuviste un despertar muy digno de un melodrama. ¿Qué se siente ser la favorita de los rusos?Lo miro mal, haciéndolo reír.—Comparto el pensamiento de mi despertar —me río, estábamos saliendo del hospital, Alek venía cantando, una de sus cancion
Días después...Gianna.Mi fin de semana había sido tranquilo y creo que se me fue volando. Thomas y yo tomamos la decisión de meter en el kínder a Alek, para que no se atrase con las clases. Quería que Thomas fuera su profesor particular, pero él debía hacer algunos trámites para poder ser reconocido y ejercer su profesión.Así que parte de mi fin de semana, había sido de conseguir un colegio para Alek. Conseguí uno cerca de la compañía y era prácticamente todo el día. Cosa que era buena, porque Thomas arreglaría sus papeles de migración y yo trabajaría hasta que él saliera del colegio.Yo quería llevar la fiesta en paz con Mikhail. Yo no quería problemas en mi lugar de trabajo, pero a este hombre le vale. Lo bonito que hizo para hacer que Alek se bañara, lo destruyó en la mañana cuando llegó a la oficina con sus ínfulas de idiota. Yo tomé la decisión de quedarme en la empresa porque no aceptaron la renuncia y desaparecer no podía porque me quitaran al niño.A final de cuentas, ello
Él tenía la facilidad de llevarme al cielo y estrellarme en la realidad.Gianna.Me sentía extraña ahora mismo mientras nos estábamos viendo a los ojos. Él claramente quería y yo también, somos dos adultos con deseos de estar juntos… aunque lo negáramos. Había una estúpida tensión sexual.Es difícil mantener una fachada tranquila, cuando es el subconsciente el que te traiciona y te obliga a actuar de otra forma.Juré no volver a estar con él, pero ese juramento pierde validez cuando lo tengo frente a mí.Lo veo abandonar el baño prácticamente corriendo para ir por su celular. Estaba lleno de pánico al salir de aquí. Ahí la pierna no le dolió.—Supongo que soy repugnante ante sus ojos ahora —me levanto del suelo también y miro mi aspecto—. Ay, Gianna. ¿Por qué tienes que ser tan tonta?Tomo la ropa que se había caído y con cuidado me la empiezo a poner. Esta vez era un pantalón beige holgado con una camisa blanca que cubría hasta mis codos. Obviamente tenía ropa interior de encaje, q
Al día siguiente...Gianna.Todo había marchado bien en la mañana, Mikhail tuvo una muy bonita resaca debido a la cantidad de alcohol que tomó anoche, pero entre todo lo malo, me pareció divertida la actitud que salió a relucir, después de unas cuantas copas.La mayor parte de la noche, creí que al verlo caer dormido, no podría irme, pero la realidad fue otra.Después de quedarme dormida, recibí un mensaje de Thomas que tenía que hacer unas cosas y debía traerme a Alek. Un bonito regalo sorpresa, lleno de mucha energía, despertó a Mikhail.—Siento que la cabeza me va a explotar —se queja, sentándose en la silla del comedor, viendo a Alek desayunar—. Dejé que la señora Madison se fuera y ahora no tengo idea de dónde escondió los medicamentos.—¿Te esconden la medicina? —pregunto, revisando las gavetas de la cocina—. ¿Acaso eres un niño que necesita que le escondan las cosas para que no caigas en sobredosis?Alek abre la boca con sorpresa.—Mamá las esconde en la luna —asiente convenci
Gianna.Después de hablar con mi madre un buen rato, decido ir a buscar Mikhail para irnos a casa. Fue algo rápido porque mi mamá no se sentía cómoda con mi presencia y a mí también me incomodaba tener que estar en esa casa.Bajé las escaleras de la entrada de la casa y veo como Mikhail estaba alimentando a un gatito pequeño junto con Alek.Ni parece el hombre que me saca de quicio.Sigo viendo cómo lo acariciaba y le explicaba a Alek cómo debía tratar a los animales. Mi corazón me da un latido, que me hace sonreír.Tan tierno y lindo.No. Mi hijo es tierno y lindo.—Ya he terminado, ¿nos vamos o tienes que hacer otra cosa aquí? —pregunto, interrumpiendo el momento adorable de los dos.—No, ya hemos terminado. Los llevo a casa —le da una última caricia al gatito, antes de levantarse y empezara a caminar hacia el auto que estaba frente a nosotros.—Muy bien, pero hay que ponerle antibacterial a Alek en sus manos. Ah, una cosa más. Thomas salió de casa y no podemos volver a casa ahora
Vamos a citar a Maquiavelo.Si algo puede salir mal, saldrá mal...Gianna.La peor noche de mi vida la pasé ayer. No podía creer que por cocinar algo especial para él, terminaría en el hospital, recibiendo un lavado estomacal, por la cena que le había hecho.Me sentía avergonzada porque sinceramente nunca lo hice con esa intención. Aunque yo tengo conocimiento de lo que puede y no puede comer, me hace sentir un poco culpable porque mi intención jamás fue llevarlo al hospital.Durante los dos años que estuvimos juntos, no pasó eso. Siempre comía el almuerzo que le preparaba. Thomas nunca ha dicho que cocino mal y a mi hijo tampoco le ha caído mal.¿Será que esa comida no era la que le gustaba?—Gianna, debes entregarme a las cinco de la tarde el informe de rendimiento de sus compañeros —me dice, Mikhail, cuando se detiene en mi oficina.—¿Qué estás diciendo? De eso se encarga mi jefe —lo miro un poco confundida, hoy terminé el trabajo que me pidió su abuela sobre el rendimiento financi
El amigo de mi enemigo, es mi amigo.Mikhail.Veía como mi abuela y Gianna estaban en una conversación muy profunda e intensa, mientras cocinaban. Me hacían sentir incómodo en algún momento, al verlas tan animadas, pero después escuchaba que se reían, y todo se me pasaba.Quise invitar a Gianna a cenar para que no se culpara por lo que sucedió la noche anterior, pero ella tenía planes con mi abuela. También me sentía bastante extraño con Aleksandr. No de mala manera. Quiero decir, despierta en mí una paternidad que no creía que podía sentir.Cuando desperté, Natasha me puso al tanto de muchas cosas y una de ellas fue, que no podía tener hijos. Fue un golpe bastante duro para mí, porque mi deseo más grande, es ser padre de dos hijos. Odiaba tener que usar a Edward para que fuera mi chofer, pero estos últimos días, ha sido una bendición porque he podido compartir con Gianna y Alek. Son unas personas divertidas y no hay tensión o estrés. De hecho, me gustó demasiado la llamada que me hi
Al parecer todavía no es momento para reunirnos.Gianna.Había estado muy emocionada por el pastel que había hecho en la mañana, mis compañeros de trabajo elogiaron mis dotes culinarias, a pesar de que solo puse en práctica lo que me dijo la abuela de Mikhail ayer.Me sentía feliz y agradecida por haber aprendido nuevas recetas y antes de que le diera a Alek o a Mikhail algo, preferí que ellos lo comieran primero. Puede ser que él sea muy cerrado, pero conmigo se comporta de una manera confusa y tiene algunos problemas con ciertos alimentos, por esa razón, su abuela me dio una mano para no mandarlo al hospital, si llegaba a cocinar una próxima vez.Estábamos quedando juntos en su departamento, porque Thomas había estado tratando de ser independiente, pero desde hoy, podrá volver a ayudarme con Alek. He estado en su departamento cuando se emborrachó y aunque me perdí algunas veces, he agarrado práctica y ya no me sucede tan a menudo. Por la invitación de ayer, he querido recompensarlo