—¿Qué estás haciendo en casa de mi hijo? —exigió saber confundido.—Vine a ver a Madison, pero justo la llamaron del hospital por el incidente de su hijo. Por cierto ¿cómo está él? —inquirió curiosa.—No ha sido nada grave —se limitó a responder—. Ahora dime, ¿qué es eso que conseguiste?La castaña bajó su vista a los documentos, sonrió entretenida con lo que estaba entre sus manos. Sin duda iba a armar un gran escándalo con ello. Ya sentía el sabor de la victoria, todo era cada vez más perfecto. —Mejor véalo usted mismo, le enviaré las fotos —colgó dejándolo con la incertidumbre. Nathan bufó cabreado.No entendía a qué estaba jugando aquella mujer, pero no lo engañaría tan fácilmente si es lo que creía. También había estado investigando a Madison, quería asegurarse de que fuera cierto todo lo que le había dicho Kenia. Por ello contrató a uno de sus hombres quién le informaría todo sobre ella.Pero no iba a negar que tenía mucha curiosidad sobre lo que iba a encontrarse. No se iba
—¿Cómo sabes que lo perdí? —frunció el ceño mirando a su padre con recelo.—He estado investigando, no confío en esa chica y cuando escuches lo que estoy por decirte te darás cuenta de que todo este tiempo se ha estado aprovechando de ti —mencionó—. Me enteré que hace un año fuiste a un bar dónde pasaste la noche junto a una mujer que no conocías. Olvidando el reloj en aquel lugar, reloj que ha conservado Madison todo este tiempo.—¿Q-qué? —lo miró petrificado —. ¿Por qué ella lo tendría?—¿No es obvio? la mujer con la que estuviste esa noche se trata de la misma que ha estado fingiendo ser tu supuesta novia —declaró su padre y él lo miró perplejo —. Además, el bebé que dice ser su hermano en realidad es su hijo. La verdad golpeó su rostro.—¿De qué estás hablando? —inquirió riendo nervioso.—Así es, te ha mentido y tú ingenuamente le creíste. Madison es la madre del pequeño bebé, nada de lo que te ha dicho es cierto. Sus padres están vivos pero le dieron la espalda al enterarse de q
En pocas palabras la estaba señalando de ser una aprovechada. Simplemente no se podía creer le forma en la que le estaba hablando; que de un momento a otro se volviera en su contra y la acusara ferozmente de algo que no era cierto, le rompió el corazón, todo lo que empezaba a construirse entre ellos se desmoronó en ese preciso instante. —Jamás he tenido intenciones de quedarme con nada que te pertenezca, aquella noche siquiera recuerdo claramente que sucedió y mucho menos me acordaba de ti. Estás insinuando que soy una ladrona y no es verdad, intenté buscarte pero no sabía tu nombre, no dejaste una nota, tu número, nada. Te fuiste esa mañana sin dejar rastro —replicó en defensa —. Todo esto ha sido un malentendido, y al igual que tú apenas es que me estoy enterando que eres el dueño de aquel reloj. ¿Sabes que? No debí estar en ese pasillo aquel día, fuiste tú quien me besó, quién se aprovechó de mí, ahora no vengas a señalarme de esa manera. Él quiso reírse en su cara. —¿Ahora así
Todo había explotado. Kenia se sentía victoriosa, al fin había logrado su cometido y lo mejor de todo es que había conseguido una gran suma de dinero por todo lo que pasó; ella no creyó que lo obtendría, pero persistió y he allí el resultado de la perseverancia, cada cierto tiempo los momentos que había vivido junto a Madison y esa amistad que se forjó durante un largo tiempo, invadían su cabeza haciendo que se sintiera un poco mal.Ya todo había sido realizado. La mujer se encontraba de camino para verse con ese señor en una cafetería poco concurrida de la ciudad. En poco tiempo estaba ahí, lo saludó. Nathan se levantó para dar la mano y sacudir la suya. Una sonrisa ya se atravesaba en su cara y es que gracias a esa chica frente a él las cosas volvían a su lugar y su hijo definitivamente se alejó de esa cualquiera. De no ser por la ayuda extra de Kenia, nada de eso estuviera pasando, y probablemente ella seguiría en la vida de su hijo, maquinando quien sabe que. Kenia, era la ver
Cinco años después...—¡Mamá, mamá! —llamó el niño tirando del vestido de Madison.Ella desvió la mirada de su ordenador mirando a su hijo Natt, quién llevaba rato intentando llamar la atención de su madre.—Cariño, estoy ocupada, ¿dame un minuto, sí? —pidió sin sonar brusca, lo menos que quería era apagar su mal humor con él.El niño asintió y se fue a la sala cabizbajo, sabía que tendría que esperar un rato para poder ir al parque a jugar.Madison se sentía estresada, debía terminar un montón de trabajo y el tiempo parecía no rendirle. Tenía bajo su poder una gran responsabilidad que le había dado su jefe, confiaba en las habilidades de la mujer y todos en la compañía contaban con ella, así que era inevitable no sentirse presionada por dar lo mejor de si misma. Ser la Creative Designer de la empresa no era nada fácil, de hecho, era un cargo bastante complicado. Sin embargo, cada día se esforzaba por llevar a cabo aquella obligación que había elegido. Nunca imaginó ser buena en al
Nickolas repasó su atuendo observando la imagen que le devolvía el espejo, y sonrió complacido con su reflejo. Se había vestido con un traje negro hecho a su justa medida, probándose la ropa que llevaría para la boda de su amigo. Estaba ansioso por que llegara el día tan esperado para Matthew, se sentía agradecido por la amistad que tenían ambos y lo que menos podía hacer por él era demostrarle su apoyo en ese momento tan especial. Mientras el CEO se estaba viendo con esa ropa, no puedo evitar pensar en lo que probablemente con él, en un futuro. Sinceramente no se había planteado casarse con alguna mujer pero después de todo era un pensamiento recurrente a su cabeza y que probablemente había estado pensando porque tenía pensado hacerlo. Sin embargo no le gustaba pensar en ese tema, porque de forma inevitable volvía Madison a su cabeza. Ella no había dejado de estar dentro de su mente ni por un segundo y sabía que de alguna forma tuvo la culpa de todo lo que pasó. Estaba arrepentid
Nickolas se detuvo en la entrada de la cafetería apenas su mirada se posó sobre ella después de tanto tiempo. Recordar el pasado era sentirse más culpable, dándose cuenta que ella aún provocaba un sinfín de emociones en su interior. Sin embargo, lo que le había dicho en aquel entonces no tenía perdón.Él, en ese momento sintió la alteración de su corazón y cómo su órgano vital suyo que había estado apagado latía tan fuerte que amenazaba con salir de su pecho. Afortunadamente eso no ocurrió, sin embargo empezaba a sentir que no podía soportar mirarla de lejos, tampoco de cerca... Su primer impulso fue irse de allí, no se sentía preparado para volver a hablar con ella. Pero era un adulto, y debía enfrentar la situación como uno, por más incómodo que resultara estar en el mismo lugar que Madison. Al final, ese día llegaría en algún momento. Había sido un completo patán con ella. Admitía no ser una buena persona con ella, que después de todo, Madison tenía razón.¿De verdad era demasia
Los días habían pasado de volada, y al fin había llegado el día tan esperado para todos; la boda de Matthew y Sofía. La ceremonia fue por civil y duró unas pocas horas. Madison no tardó demasiado en echarse a llorar al mirar a Matthew junto a su esposa compartir sus votos de amor delante de los presentes. Se sentía conmovida, feliz por ambos.Y, se preguntó al interno, si alguna vez ella también podría vivir la experiencia. Después de eso, se dirigieron a un salón que el castaño había alquilado dónde se llevaría a cabo la celebración. Apenas empezaba y el ambiente era bastante animado. De pronto, la música inundó los oidos de Madison, era una melodía suave, una balada que bailaban los recién casados en el centro de la pista. Algunas parejas se habían animado también y se movían lentamente al ritmo de la canción, volviéndose romántica la noche. Suspiró al tiempo que le daba un sorbo a su bebida, saboreando el dulce de la champagne.Todos parecían disfrutar de la fiesta, celebrando