—Ya tengo una secretaria —explicó mientras se giraba para hablar frente a la mujer que se había levantado del escritorio y salido de su oficina en cuanto nos vio llegar —ella se encarga de muchas cosas, del papeleo, traducción de documentos, organización de documentos, consolidación de citas y sabrá dios que otra cosa —él parecía agotado mientras explicaba cada cosa —pero tú serás mi asistente.La mujer junto a nosotros lo miró confundida, pero disfrazó la expresión antes de que pudiera siquiera parpadear.—Vendrás a reuniones conmigo, mantendrás mi agenda en orden, citas y ya sabes, todo lo demás que te mantenga atada a mi lado.Y tras sus palabras se dio la vuelta y se encaminó hacia su oficina en donde se encerró.La mujer junto a mí me miró de arriba abajo y frunció el ceño considerablemente, probablemente identificando mi hermoso vestido que claramente era de diseñador.Pero no tenía ganas de presumir.—Repetiré tus tareas una sola vez, pues no es mi trabajo entrenar novatas —sus
—Hola, soy Lowen —se presentó con una sonrisa, pero no extendió su mano en mi dirección —te daría la mano para formalizar la presentación, pero alguien está muy renuente a que los demás te toquen.—Yo soy Helan y lo mismo que ella dijo.Asentí en dirección a ambos y mis ojos se encontraron con los de Khail que no paraban de mirarme directamente y sin decir una palabra.Ojalá pudiera saber lo que le sucedía, pero pronto revolví mis pensamientos. Ciertamente eso no me importaba, no debía hacerlo, así que me di la vuelta y tomé un vaso para llenarlo de agua y salí de la cocina escuchando como la mujer de nombre Lowen se reía suavemente.—Ella me agrada, no parece tenerte miedo.Pero esa era una mentira muy bien montada. Yo si le tenía miedo, porque él tenía mi vida y la de mi hijo en sus manos y podría acabar con ellas tan fácilmente como había acabado con el mundo que ambos habíamos conocido.Khail Petrov—¿Qué piensas hacer con ella cuando esto acabe? —sus palabras me sacaron de juego.
Jadeé al sentir el contraste de la textura fría contra mi cuerpo caliente. —Se dice buenos días, Dalia ¿dónde esta tu educación? —las palabras fueron susurradas contra mi oído y sentí que temblaba incontrolablemente ante sus labios fríos rozando la piel sensible. —Buenos días —susurré mientras una de mis manos se aferraba a su brazo para intentar escapar de la prisión en la que me tenía. —Demasiado tarde. Y ni siquiera me dio tiempo a pensar en lo que haría, él simplemente me elevó del suelo y caminó un par de pasos hacia la piscina para darse la vuelta y arrojarme a ella. Y todo pasó en cámara lenta una vez sus brazos me abandonaron. Caí soltando un grito que se escapó de mis labios sin permiso y luego el agua empapó todo mi cuerpo cuando caí en ella. Quise salir a flote, por lo que me removí en el agua y pronto el aire en mis pulmones me llevó arriba, pero no podía mantenerme en la superficie, por lo que volví a hundirme. El no poder sentir el fondo me alarmó y pronto el páni
Mis ojos se salieron de sus órbitas cuando mis nalgas se encontraron con la superficie dura de la orilla.Khail se aferraba a mi cintura y su cuerpo seguía cerca del mío mientras el agua de la piscina le llegaba justo debajo de su pecho.No pasó desapercibido para mí la rojez de sus labios y la forma en la que estaban entreabiertos recuperando el aliento. Mi propia respiración se atascó y por primera vez fui capaz de prestarle atención a los latidos desenfrenados de mi corazón. Mis ojos se humedecieron y agradecí la humedad en mis pestañas porque gracias a eso él no pudo notarlo.Como si quemara retiré mis manos de su cuerpo y me arrastré lejos de su cuerpo sacando mis pies del agua.El peso de mis acciones cayó sobre mí como un balde de agua helada mientras me levaba del suelo para caminar lejos de él.No fui capaz de gesticular una sola palabra y ninguna otra mirada fue dirigida a él mientras me movía alrededor de la piscina con cuidado de no caer en ella por mero error o accidente.
Khail Petrov—¿Me puedes explicar como terminó así, Lowen? —el miedo estaba gravado en todas las facciones de la rubia mientras pasaba de Dalia a mi con su mirada.—Le dije que se lo tomara despacio, lo juro, pero la había visto tan desinhibida y feliz que no me atreví a detenerla.Dalia estaba borracha, tirada en un sofá del exterior mientras levantaba su mano y se reía de algo que solo ella podía saber.Me había dado cuenta de que algo andaba mal cuando llegó la hora de ir a buscar a Adam y ella no apareció por ningún lado.La busqué donde la había visto por última vez ya que me había ido a penas ella regresó para estar cerca de Lowen.No me incomodaba que estuviera con ella siempre y cuando no la tocara y si me lo preguntaban no tenía una m*****a forma para describir lo que sentía cuando alguien más se atrevía a poner un dedo sobre ella.Y al verla desparramada en el sofá, con su cabello ahora suelto y sus mejillas sonrojadas y con ojos rojos, dudé de si había sido buena idea que L
Mi cabeza estaba dispersa, mis pensamientos eran un remolino y la coherencia no era algo que tuviera en ese momento. Por supuesto que no. Ni siquiera había recordado que tenía que ir a buscar a mi hijo y aunque me sentía de alguna forma irresponsable por haberlo olvidado, sabía que la mejor decisión era haber dejado que Khail fuera por él.Después de todo Adam vivía bajo su mismo techo por culpa de su madre, de querer hacerle daño no esperaría a ir a la escuela en busca de él para causárselo.Además, algo en la forma en la que Khail trataba a Adam me hacía creer que él nunca lo dañaría.Riéndome sabrá dios de qué me elevé en la cama y toqué mis labios mientras elastic heart de Sia sonaba a través de la bocina del teléfono de Khail.Mi cuerpo se movía a la par de la música mientras mi cabeza sentía que volaba y mis labios ardían por el toque de sus labios.Horas atrás habría ignorado todo, habría tirado a un lado los sentimientos que me envolvían al recordar la forma tan suave en la qu
Un destello de un recuerdo llegó a mi mente mientras la blancura del techo me envolvía. Recordaba mis primeros meses en un edificio de m****a mientras estaba embarazada de Adam. Recuerdo que era en un barrio bastante decadente, lleno de maleantes de todo tipo, peor que en el que había vivido. Recordé que una pandilla estaba asesinando a miembros de otra con tal de hacerse con el control. Recuerdo los asesinatos descabellados y en masa en las noticias del viejo televisor.Pero también recuerdo como de un día a otro todo pareció calmarse y sin duda, las noticias se hicieron eco de eso. La pandilla desapareció sin una explicación alguna y los locales parecieron retomar sus actividades con pies de plomo, pero sin ningún problema público visible.Y ahora lo entendía, de alguna forma u otra este hombre dominaba el curso de la oscuridad que se paseaba por las calles de esta ciudad.Y la resolución en mi mente de que dominaba cualquier habitación en la que él estuviera, tuvo sentido en este m
Khail PetrovEl vestido y joyería que había dejado para Dalia sobre su cama era más vieja que su propio hijo. Había estado en lo profundo de mi closet durante años y todo porque lo había comprado para la mujer que había pagado para fallármela durante toda una noche.Habían estado envueltos en una caja de regalo negra con un moño rojo y todo porque pensaba regalárselos a la mujer cuando la encontrara.Me costó deshacerme de él, pues hacerlo solo significaba que perdía las esperanzas de encontrarla y eso no era algo que quisiera hacer en aquel momento. Después de todo ella había sido la mujer que me había hecho sentir lo que nadie tras haber follado con cuanta mujer quisiera después de que mi padre les pagara a tres prostitutas para que se hicieran cargo de mi virginidad cuando a penas tenía catorce años.Ciertamente no fue algo bonito, pero fue funcional para el hombre que llamaba padre.Mi cabeza estaba revuelta, eso no había que cuestionarlo, no después de que besé a Dalia dos veces