Capítulo cuarenta
Busco ropa en uno de los cajones gigantes del armario, me la pongo y salgo de la habitación con cierta cautela, bajo los escalones con cuidado y llego a la puerta principal, a lo lejos puedo ver una silueta de pie y me apresuro hasta llegar a su lado.
—Hola—Omar se estira con sus manos en los bolsillos—Pensaba que no vendrías.
—Tú me solicitaste, pero la verdad es que no me acordaba, si no fuera por los puntos que tengo de las inyecciones en las manos—me abraza y se despega rápidamente—¿a qué vino eso?
—Tal vez porque no te he dado ninguno, y siendote sincero necesito uno más grande, pero aquí no, tú—hace comilla con los dedos—hombre me mataría si me ve contigo—gira en dirección a la mansión y tira de mi brazo—justo abajo queda el parque, vamos&m
Capítulo cuarenta y unoPov AmirNunca en mi vida pense que mi hermana hiciese tal estupides, mi confianza en ella está por los pisos ahora.Suspiro pesadamente y obervo a una de nuestras futuras gammas estar en posición de ataque hacia ella, en el momento en que mi vista conecta con la suya se voltea y baja su mirada. Miro a Omar estar tendido en el suelo y aunque quiera desatar toda mi ira contra él siento como alguien se pega a mí —Amir, sé que posiblemente no me escuches mucho, pero es mejor dejar todo esto y hablar con calma.Sonrío de mala gana —¿Calma dices? —la hago a un lado —Si hasta tú me has hechado a un lado y, ¿Ahora tengo yo que escucharte?—fijo mi mirada en ella, Brianna. Trago grueso y aprieto mi mandíbula —¿Qué piensas decirme de esto? ¿Que fue
Capítulo cuarenta y dosMe despojo de la ropa y giro para ver como desliza la suya por su cuerpo hasta quedar desnuda.Esa desnudez que tanto me encanta y me vuelve loco.La agarro de la cintura y reclamo un beso de sus labios. Ella es la única que me puede calmar en estos momentos y si es así dejaré que me domine completamente.Estoy desecho.Me meto en la bañera—Ven, recuéstate —tanteo mis piernas debajo del agua y ella duda un poco, pero finalmente entra y se asienta, doy un beso en su cabeza y agarro sus manos por debajo del agua—Todo comenzo con nosotros, los lobos y que existía una maldición que se volvió realidad...—Explica lo fundamental, Amir.Suspiro —Está bien, luego no me preguntes. Mira, existen los lobos con cuatro clases de rangos: alphas, betas, gammas y omegas. Los alphas son l
Capítulo cuarenta y tresPov IrinaYo me considero una persona un poco sentimental, pero jamás creí que Brianna lo fuera a tal extremo.Hace exactamente un mes ella murió y Amir no se ha cansado de buscar a la tal bruja del oeste, cada día come menos y toma más de cuatro de botellas de whisky por día. Las cosas en la casa han cambiado mucho, la señora Sara ha quedado traumada, el señor Wade ni siquiera aparece y cuando lo hace trae con él cientos de papeles en las manos y bueno, luego de todo eso estoy yo con mi enorme panza que al parecer tendré gemelos.Aún no lo sé con seguridad, pero creo que no es una panza normal para una embarazada.Suspiro e inicio mi día rutinario otra vez sin ojos azules a mi lado—Debo observarlo más cuando llega a dormir a las tres de la ma
Capítulo cuarenta y cuatro***********************************Su tacto quema en mi piel y cada vez que deja sus besos puedo sentir que estoy en el jodido cielo. Abro un poco mi boca y dejo que juegue a su gusto con mi lengua, mi respiración agitada manda pulsaciones constantes a mi femineidad.Gimo cuando siento una de sus manos viajar hasta mi húmeda intimidad —que mojadita—susurra contra mi oído.Sus dedos se deslizan de arriba a abajo y se detiene justo en mi clítoris, preciona suavemente y todo el calor de mi cuerpo se sitúa en esa zona, alza mi camisilla y con su mano libre acaricia mis pezones, baja un poco y se lleva uno a la boca haciéndome retorcerme de placer.Esto es más que placentero.Cierro mis ojos disfrutando de su cálida boca al rededor de mi pecho y su mano masajeando mi entrepierna, una ola recorre mi cuerpo entero y d
Capítulo cuarenta y cinco¿Realmente estará bien dejarlo ir?Amir se debate detrás de la puerta que tengo pegada al oído. Desde hace cinco horas está metido allí con su beta, su mano derecha; un gamma y un delta, los mejores del campo. Suspiro resignada, él debe hacer lo que tiene que hacer, sin embargo ese miedo de perderlo no me deja hacer nada tranquila.Es eso o es que soy una torpe por naturaleza.Camino hacia el ascensor donde me encuentro a la señora Sara con unas ojeras tremendas y su cabello todo alborotado, una chica rubia la sostiene de la cintura y en el momento en que me ven no dejan de mirar mi enorme barriga, me detengo y junto mis cejas.¿Estará bien bajar con ellas?De todas formas yo no les he hecho nada, pero siento la necesidad darles privacidad. Abro y cierro la boca sin nada que decir
Capítulo cuarenta y seisMiedo a poder perderlo, a no verlo más, a no saber nada de él y mi instinto solamente me dice detenlo, pero como hacerlo, eso sería muy egoísta de mi parte.Se detiene frente un restaurante de comida rápida—¿Qué hacemos aquí?—cuestiono.—Voy a comprar algo y luego te llevaré a otro lado, dime ¿qué quieres para comer?—alza sus cejas.—Lo que sea estará bien, menos tocino, ultimamente me da un asco terrible — asiente y pasa a hacer la fila en el auto-rápido, el silencio en el auto es estremecedor, ninguno tiene nada que decir.Toca mi mano —No sé si realmente esta es una despedida adecuada, lo hago solo por si no regreso ya que he evaluado todas mis opciones y salir de allí no es imposible, pero tampoco f&aacut
Capítulo cuarenta y sieteLas palabras se traban en mi garganta, mi vista se vuelve borrosa y todo a nuestro alrededor desaparece.No me lo creo.Tengo al hijo del empresario más famoso de rodillas ante mí, tengo a ojos azules de rodillas ante mí, tengo a un chico sumamente guapo de rodillas ante mí y mi boca aún no reacciona.Esto es algo que jamás creí que pasaría.Sus ojos escanean los míos con cierto temor, y no lo culpo, si yo fuera hombre y me tocara pedir la mano de mi novia estaría ya muerto si no dijera nada.En realidad solo son dos palabras, solo dos palabras y no entiendo por qué no salen de mis labios. Mi cuerpo tiembla y se eriza al mismo tiempo, es tanta la emoción que sigo estática y en shock.Suspira resignado y cuando veo que trata de levantarse
Capítulo cuarenta y ochoLa cama en la que estoy se siente tan suave, me remuevo un poco y subo mi pierna encima de la persona a mi lado, paso mi brazo por su pecho calientito y suspiro feliz.Un momento.¿Cómo es que estoy en la cama?Me levanto de golpe y tomo el lado izquierdo de mi cabeza en mis manos notando que esta parte arde y duele como si te la quisieran a sacar de un tirón, vuelvo a acostarme lentamente y abro mis ojos de par en par.Su cabello está desordenado, sus largas y envidiables pestañas reposan sobre su párpado inferior, su nariz respingada me guía hasta sus hermosos labios entreabiertos, bajo por su mandíbula hasta su cuello y paso a sus hombros donde un vendaje sostiene su brazo enyesado.No recuerdo haberle visto eso antes de quedar inconsciente.Flashback