–Dime Evan, ¿Qué es tan grave? Para que pienses, que lo que sea que se sepa de esa mujer, yo voy a necesitar a mis padres – Cuestionó Sabella a Evan – A mí, ya sabes que no me gusta, que te calles las cosas, ya has hablado y ahora me vas a decir todo, de una vez.No la iba a tener durante tanto tiempo con la duda, ella necesitaba saber dónde estaba parada, que terreno era el que estaba pisando con respecto a toda la maldad que guardaba esa mujer en su ser, no iba a ir a estar caminando libremente por las calles sabiendo del peligro que podía correr, así que Evan tenía la obligación de decirle las cosas y no quedarse callado.–Sabella, mira ven y siéntate. Esto que he descubierto de Leia, no te lo pensaba sacar ahora, hasta que saliera a la luz, pero además de la joya de persona que ya sabemos que es Leia, esto es muy importante que lo sepas – Declaró Evan – Esa mujer, estuvo a punto de ir a la cárcel, por maltrato infantil y gracias a que el juez, era uno de sus amantes en ese entonce
Para esto, Evan, no estaba de acuerdo con la sugerencia de su amiga, lo primero que él pensaba que Mateo, haría, sería poner sobre avisos a esa arpía, y se podía escapar, de todas sus responsabilidades, huyendo del país, o convencerlo de que todo era un montaje para desacreditarla y así salirse de nuevo con las suyas, porque si lo había hecho una vez, lo podía hacer las veces que quisiera y eso nunca iba a tener fin.–Mateo, está en negación y es mejor que siga así – Dijo Evan – Si lo alertamos ahora, él puede confrontar a Leia y esa mujer, salirse con las suyas nuevamente. Tenemos que ganar, un poco más de tiempo, a que juegue a la enferma, porque también descubriré, quién le está ayudando a Leia Makris a montar esa farsa, de que su salud está fatal.Sabella, reflexionó todo lo dicho por Evan y estaba de acuerdo con su amigo, lo sentía mucho por Mateo y por lo que le esperaba, sería expuesto ante toda la sociedad de Atenas, por ser esposo de esa finísima persona que era Leia, pero el
Al día siguiente de la cena con Teseo, Mateo, se fue a recoger a Leia a primera hora al hospital, dónde ya tenían todo listo para darla de alta. Mateo hizo los trámites correspondientes y pasó a la habitación de su esposa, quería verla y darle la excelente noticia, que ya se la iban a llevar a su casa, dónde iba a poder estar más cómoda y bajo el dulce cuidado de él.Él entró a la habitación y Leia, se encontraba sentada en la cama, su apariencia, era la de una persona, que se encuentra al borde de la muerte, que si entrabas a la habitación, sentías una vibra muy fuerte, como si el alma de alguien se estuviera extinguiendo.–Hola mi amor – Mateo, saludó a Leia – Ya nos podemos ir a casa, he venido a recogerte y ya te han dado el alta.Mateo, le hablaba con tanta suavidad, como para evitar que ella se alterara, pues se juró que la iba a tratar como si de porcelana se tratara, ella estaba muy delicada y debía tener todos los cuidados, para que se mejorara.–Hola, amor – Respondió Leia –
Mateo consintió a Leia, todo ese día, cuando ella volvió del hospital, le hicieron una comida especial para él y para su esposa. Que la ayudó a comer, pues ella no era capaz de sostener los cubiertos por lo débil que se encontraba, pero eso para él no había sido ningún problema, lo haría las veces que fuera necesario.–Muchas gracias, mi amor, tenía mucha hambre, como si no hubiera comido nada en el hospital.Por fin se estaba comiendo una comida digna de ella, no las simplezas que le servían en el hospital, ya con más calma le iría diciendo a Mateo, que se le iba antojando, de la dieta que le habían prescrito, todo para su beneficio, ella no había aceptado las comidas que supuestamente debía tomar para que pareciera que de verdad la necesitaba. –Si mi amor, me di cuenta de que te lo comiste todo, le voy a pedir a las encargadas que estén muy pendientes de todo lo que se te ofrezca, veo que si te han mandado una dieta balanceada, pero no desagradable, así me puedes ir pidiendo que s
El pequeño, ya se había resignado a que su papito no lo iba a ver tampoco ese día, se había sentido un poco desanimado, pero se tuvo que reponer, por eso le había pedido a si mamita bella, que lo llevara a su cuarto para poder ver uno de sus programas favoritos, para ver si así, se podría dormir más temprano. –Papito ¿Por qué no me has venido a ver? – El pequeño, le reclamó en cuanto lo vio parado en la puerta – Pensé, que ya habías dejado de quererme y todo por estar con la bruja.Mateo, ya no le quiso decir al niño que no se dijera de esa forma a Leia, y que la llamara por su nombre cuando se dirigiera a ella, pero no quería entrar en discusión con su pequeño, era lo que menos quería hacer en esos momentos, ya que se había reencontrado.–No, hijo, para nada ¿Cómo puedes pensar eso? – Mateo, volvió a darle un fuerte abrazo a su hijo – Yo te amo, más que a mi propia vida. Eres lo más importante para mí, mejor platícame ¿Qué has hecho en estos días?Que el niño, no pensara en los días
Leia, echaba chispas por las orejas, por culpa del tremendo problema en que la estaban metiendo, tanto Evan, como el novio de este, y todo debido a cosas que ella estaba consiente que había cometido en el pasado, aunque de eso no debía haber quedado ninguna prueba, estaba segura de que había pagado lo suficiente para que no la incriminaran, pero no siempre las personas se dejaban comprar–Pasa, que el amigo de Sabella, un tal Evan y otro llamado Ezio, andan queriendo sacar información mía, me lo está contando mi propia hermana, que buscan cosas, que no les incumben y no conforme con eso, se ha regado un rumor, que yo, he hecho, no sé cuántas cosas malas a la sociedad y me siento cada vez, peor de salud y sin fuerzas, para enfrentar esto, Mateo – La respiración de Leia, se complicaba – Por favor, amor, ven pronto, te necesito, no sé qué hacer con todo esto que han inventado en mi contra, no sé con qué intensión lo están haciendo.Ella debía convencer a su esposo a como diera lugar que
Y ahora el que se tenía que dar cuenta de todo eso era el propio Mateo, porque ella no sabía de donde había nacido esa fe ciega que le tenía a su esposa, o simplemente había sido manipulado por Leia, que no podía ver más allá de sus narices. –Criterio lo tengo y por eso mismo y porque conozco a Evan de toda la vida y hemos sido mejores amigos inseparables, sé a quién creerle y quién me ha entregado su lealtad – Se defendió, Sabella – Y tú, eres quién estás más mal que nadie, por creer en las mentiras que te ha dicho Leia, por encima de lo que te dice tu propio hijo.Mateo, se molestó demasiado por las palabras de Sabella, esto estaba mal. Evan había jugado muy bien sus cartas y ahora, no solo había puesto en contra de Leia a los niños, ahora la misma Sabella lo estaba y Mateo, se sentía en total desesperación, pues no estaba dispuesto a perder el ver a su hijo, por las mentiras y las estupideces, que Evan y el novio, estaban diciendo e inventando sobre Leia.Y si en dado caso de que
Mateo, tomó camino para volver a su casa con Leia, y en todo ese tiempo, no pudo evitar pensar, en lo que había pasado apenas en casa de Sabella. Era el colmo, que, hasta Heber, estaba de parte de ese infeliz de Evan, por algo a Mateo no le había caído bien ese tipo y ahora, se estaba viendo el motivo. Era un manipulador y un mentiroso, pero esto, se iba a acabar. En cuanto Leia mejorara un poco, Mateo iba a denunciar a ese tipo y quería ver la cara de Sabella, de Teseo y del mismo Heber, al ver como era desenmascarado ese tipo.Al llegar a su casa, de inmediato acudió a su recámara, para ver cómo se encontraba Leia, la encontró acostada y hecha un ovillo, llorando indefensa, cosa que no le iba a perdonar a los que la habían puesto es esa condición tan lamentable, ella no se merecía lo que le estaban haciendo, porque aparte de todo, no se podía defender de gente tan mal intencionada.–Mateo, mi amor – Leia seguía en su mejor actuación – Gracias, por volver pronto a mi lado, te necesit