Tras marcharse, Maxine se dirigió al santuario de meditación a puerta cerrada en el patio trasero de Tobias.

Ella sabía que Tobias había agotado su Energía Verdadera y que él necesitaría meditar para recuperarla.

Había una casa de madera independiente en el patio trasero de la mansión de los Caden.

Maxine llegó a la casa de madera y llamó suavemente a la puerta.

“Adelante”, se escuchó una voz desde el interior de la habitación.

Maxine abrió la puerta y entró en la casa de madera. Miró a Tobias. Estaba sentado en posición de loto, haciendo circular su energía para reponer su fuerza agotada.

“Abuelo”, lo llamó ella.

“¿Sí? ¿Qué ocurre?”.

“Abuelo, me gustaría pedir unas pastillas de rejuvenecimiento”.

Tobias se volteó hacia Maxine y le preguntó: “No has agotado tu Energía Verdadera, así que, ¿por qué necesitas píldoras de rejuvenecimiento?”.

Maxine bajó la cabeza y pronunció avergonzada: “Traté de ejercitar a la fuerza el diagrama de meridianos, y mi Energía Verdadera disminuyó,