La Ursa sabía que sus fuerzas se agotarían por completo si esto continuaba. En una circunstancia tan desesperada, eligió la única opción: la destrucción mutua asegurada. Ejecutó el Arte Prohibido de la Raza Ursa, quemó su Esencia de Sangre y vitalidad, y se sacrificó a cambio de su fuerza máxima. En ese momento, era más fuerte que en su forma máxima, y sus heridas se recuperaron al instante. Su aura era abrumadora. Como un dios de la guerra en el Espacio del Caos, su rostro se ensombreció mientras decía fríamente: "¡Mueran todos!".

Mientras rugía, empuñó su lanza y se materializó una oleada tras otra de Lanza de Luz.

En ese momento, la formación de James parecía haber perdido sus efectos. Los poderosos individuos ocultos en la formación fueron devorados por el poder, y escupieron una bocanada de sangre al mismo tiempo. Entonces, salieron volando fuera de la formación.

"¡Retirada!". Gritó James.

La Ursa era demasiado aterradora, y poseía la fuerza para destruir la formación. Por lo