James había adivinado que Thea no se atrevía a aparecer porque había Vigilantes vigilándola desde las sombras. Aun así, desconocía los detalles específicos. Ahora que Thea estaba ante él, tal vez sus preguntas pudieran ser respondidas.

"Sé lo de la guerra en el Reino Primordial. También sé que todas las figuras poderosas de la Raza Humana del Reino Primordial fueron aniquiladas. Solo tú escapaste y te pusiste un nuevo nombre: Yukia Dearnaley. Pero me gustaría conocer más detalles".

James miró a Thea, su esposa. La persona que tenía delante le resultaba familiar y, a la vez, extraña. Su aspecto le resultaba familiar, pero su identidad como matrona de la Raza Humana y la misteriosa Yukia Dearnaley le resultaba muy desconocida.

Thea se quedó pensativa. Después de un rato, dijo: "El Reino Primordial estuvo una vez entre los Reinos Mayores, y la Raza Humana era también una de las muchas razas que había allí. Hace mucho tiempo, la raza humana era débil. Sin embargo, pronto emergimos rápid