Aunque ella no dijo nada, la decepción era evidente en su rostro.

Todas las mujeres amaban a los hombres ricos y exitosos, no a los hombres poco ambiciosos que se quedaban en casa y se ocupaban de las tareas domésticas.

“Iré al Grupo Pacífico”.

Se dio la vuelta para marcharse.

Su expresión no pasó desapercibida para James.

Vio la decepción en su rostro.

Parecía que después de conocer al misterioso Señor Caden, la opinión de Thea sobre él había cambiado involuntariamente.

Mientras tanto, los Callahan se emocionaron al enterarse de que podían mudarse a la villa. Se reunieron para discutir un día apropiado para mudarse.

James, en cambio, fue olvidado.

No es que a él le importara.

Sentado en el balcón, fumaba sus cigarrillos y contemplaba la vida.

No mucho después de que Thea se fuera, Lex llamó a la puerta.

Los Callahan utilizaron todos los recursos a su alcance para sacar a Howard y Tommy de la cárcel, pero fue en vano.

Como fue James quien llamó a la policía, Wyatt les expl