Si todo iba según lo previsto, Cielo no tardaría en dirigir una vanguardia a la isla para matar al dragón.

En los últimos días, James había estado charlando con Wilbur y descubrió que, efectivamente, existía un dragón en la isla.

La cola del dragón había sido cortada hacía más de mil trescientos años, pero seguía vivo y escondido en el Abismo del Dragón. A lo largo de los años, Wilbur había visto al dragón varias veces.

Solo aparecía a medianoche.

Cada vez que aparecía, su presencia provocaba un tsunami.

James pasó mucho tiempo contemplando y llegó a la conclusión de que el Arte Lunar y Terrestre, así como las otras poderosas técnicas de artes marciales grabadas en la pared de piedra, tenían que ser destruidas.

Los métodos detallados en la pared contenían una fuerza inimaginable.

Si alguien con malas intenciones como Cielo obtenía esta información y practicaba el cultivo con éxito, se convertiría en una amenaza para la gente común de todo el mundo.

James escribió en el suelo y