ADVERTENCIAEl siguiente capítulo contiene escenas de violencia sexual, tortura y lenguaje inapropiado. No es apto para publico sensible. Si no quieres leer este capítulo o consideras que es demasiado fuerte para ti, puedes pasar al capítulo 79. ⋆༻✧༺⋆ David y los oficiales llegaron al lugar en el que la app de Sam había marcado la ubicación de su teléfono. Aquella calle se veía desolada, bodegas en una hilera que parecía interminable se mostraban a lo largo de la vía, adornadas con basura en cada esquina.—Lindo lugar para una cena romántica —dijo Ortega, mientras bajaba de la camioneta. David se había estacionado un poco más lejos del punto exacto. Ortega se lo había recomendado por si había algún rastro que seguir desde ese lugar.Esperaron a que Cruz estacionara la moto y se uniera a ellos. Al acercarse notaron algunos residuos en el asfalto y marcas.—Aquí hay señas de que la pantalla de un teléfono se rompió —dijo Cruz, mientras les mostraba pequeñas piezas que habían qued
ADVERTENCIAEl siguiente capítulo contiene escenas de violencia sexual, tortura y lenguaje inapropiado. No es apto para publico sensible. Si no quieres leer este capítulo o consideras que es demasiado fuerte para ti, puedes pasar al capítulo 79. ⋆༻✧༺⋆ Sam cayó de bruces sobre la cama cuando Eduardo aflojó sus amarres. Respiraba con dificultad mientras trataba de mover la cabeza para soltarse un poco. Jadeaba y sentía que su saliva se escurría por los lados del cinturón que tenía en la boca. Había alcanzado a morder y cerrar un poco la boca antes de que Eduardo lo ajustara y creía que tal vez podía aflojarlo para no sentir como le rompía la piel de la cara.Mientras trataba de forcejear un poco con las manos y los pies atados, escuchó el característico sonido de una cremallera al abrirse.Todo en ella se estremeció, el dolor no le había permitido pensar en lo que iba a suceder. Pero sabía que solo faltaba que Eduardo la violara para acabar de romperla del todo. Empezó a negar con l
Varias horas habían pasado desde que Sam había sido llevada al hospital y se había sometido al interrogatorio de la policía y al escrutinio de la criminalista. Pasó por diversos exámenes para determinar la gravedad de sus lesiones y por fortuna los paramédicos habían actuado a tiempo. Se recuperaría dándole tiempo al tiempo y armándose de paciencia. Pero emocionalmente las cosas eran distintas. Sam fue evaluada por un psicólogo del hospital, que le indicó que debía someterse a terapia para poder superar las secuelas del trauma.Ramiro estuvo con ella todo el tiempo, excepto cuando era evaluada por los médicos. A la madrugada permitieron que otros familiares pasaran, así que Norma fue con ella. Al entrar no pudo evitar que las lágrimas se deslizaran por su rostro. —¡Sam! —gimió Norma al verla y se sentó a su lado.—Tranquila, luce peor de lo que es —respondió Sam tratando de sonreír un poco. Norma tomó su mano y asintió.—Ya David y Ramiro me han contado un poco sobre lo que pasó. ¿Có
Los días pasaron y Sam fue dada de alta del hospital. Norma, Ramiro y David estuvieron a su lado todo el tiempo. Incluso doña Carmen, la suegra de Norma fue a verla, le dijeron que había sufrido un accidente de auto para que no se alterara, sin embargo, su instinto le decía que había sido algo más grave que eso. Así que cada vez que podía, estaba con ella acompañándola y cuidándola.Después de darla de alta, David llevó a Sam a su apartamento. Norma y doña Carmen seguían pendientes de ella, pero era David quien se quedaba en las noches a cuidarla. En principio Sam sufrió mucho, pesadillas la atacaban cada noche y se despertaba gritando y llorando. Cada vez que David se acercaba ella se tensaba, así que comenzó a dormir en el sofá y solo se acurrucaba con Sam cuando ella se lo pedía, por lo general, después de las pesadillas. La única forma en que se sentía segura era viendolo de frente, diciéndose a sí misma que este era el hombre que la había salvado.Sam comenzó a asistir a terap
Lisa llevó a Sam a una de las cafeterías que quedaba cerca de la universidad. El sitio no se veía muy agradable, pero estaba vacío. Sintió que allí podrían hablar con calma, sin preocuparse por que alguien las escuche.Se sentaron en el rincón más alejado y pidieron un par de cafés. Después de que el mesero se fue volvieron a sumirse en el silencio. Ninguna de las dos sabía por dónde empezar. Finalmente, Sam se decidió por que no quería seguir alargando las cosas.—De acuerdo Lisa. Sé que quieres hablar acerca de Eduardo. Pregúntame lo que quieras saber.Lisa suspiró y asintió. Vio a Sam a los ojos y volvió a desviar la mirada. No sabía cómo tocar el tema, como hablarle de lo que la estaba carcomiendo.—Eduardo me llamó desde la estación de policía. Me dijo que lo habían retenido pero que él era inocente, que le habías tendido una trampa y habías hecho parecer que te estaba atacando, pero que él no te había hecho nada y me pidió que le consiguiera un abogado.» Contraté a uno que
Los días continuaron su curso y Sam iba sintiéndose un poco mejor con cada pequeño avance que tenía en la universidad. El profesor Fernández continuó trabajando con algunos de los grupos, mientras Sam asistía a terapia y a sus citas médicas de control, así que continuaban viéndose y apoyándose en la universidad. Sus compañeros docentes, también se mostraron muy atentos a ayudar a Sam, en especial María. Parecía intuir que las cosas no eran lo que aparentaban, pero tampoco hacía comentarios al respecto y eso tenía a Sam tranquila.Pero una de las cosas que más la tenían a la expectativa, era que le había entregado los datos de la ex alumna de Eduardo a Ramiro y él le aseguró que se encargaría de localizarla y convencerla para que presentara la denuncia contra Eduardo.Pero lo que no se esperaba es que Ramiro le llegara con una noticia aún más grande.—Sammy, ¡tengo buenas noticias! —le dijo Ramiro como saludo mientras entraba a su apartamento. Se quitó el saco y se sentó en su sofá.
El tiempo seguía avanzando, y aunque Sam y David estaban tratando de retomar su relación como era en el pasado, las cosas aún no fluían del todo.Cada mañana Sam trataba de hacer conciencia antes de abrir los ojos, de que la persona que dormía a su lado era quien le había salvado y no su agresor, sin embargo, David la notaba tensarse cuando se despertaba antes que él. Así que cada vez que la sentía moverse un poco, se despertaba y procuraba mantener sus ojos abiertos para que Sam se sintiera mejor al verlo.Y así empezaron de nuevo con una rutina tranquila, avanzando paso a paso, día tras día, creyendo que todo tardaría en acomodarse pero que al final podrían dejar ese episodio atrás. Pero esta solo era la calma que antecedía a la furia de la tormenta que estaba por llegar.Aquella mañana, ambos salieron del apartamento y como se les había vuelto costumbre, tomaron rutas diferentes para no llegar juntos a la universidad. Sam tenía que pasar a recoger los resultados de sus últimos ex
En cuanto salieron de la universidad, Álvaro buscó un taxi para que David y Sam se pudieran ir rápido. Se despidieron y Álvaro le pidió a David que lo mantuviera informado de lo que pasara. David se llevó a Sam con la preocupación de este nuevo impacto. Sam estaba en shock y él no tenía idea de cómo lidiar con eso. Solo veía que las lágrimas descendían por su rostro, pero su mirada estaba perdida. Como si estuviera atrapada en sus pensamientos.Mientras el taxi se dirigía al apartamento de Sam, decidió llamar a Norma, era la única que podía guiarlo.—¡Que milagro que llames tan temprano! —contestó Norma con tranquilidad.—Norma, tenemos un problema grave. Lo que sucedió con Sam se filtró en la universidad, hay fotos y un video y no sé cómo explicártelo, pero Sam está muy mal, no reacciona, solo llora…—Ay por Dios, ¡no puede ser! —contestó Norma ante la angustiosa retahíla de David—. Calma, ¿en dónde están?—Vamos hacia el apartamento de Sam.—De acuerdo, voy para allá.Norma term