- Eso te lo ganaste solito, amigo mío – me dice introduciendo mas el dedo en la herida.
- Gracias, no necesito tanto consuelo de tu parte – suelto viéndolo con una ceja alzada y él se ríe.- Siempre te he dicho la verdad y lo que pienso, no cambiare ahora porque te has vuelto una nena sensible – dice y me rindo, no puedo hablar con él.- Como sea, pero respondiendo a tu pregunta…- le digo y me quedo pensativo por unos segundos -…creo que tendré suerte si me saluda. Creo que solo obteniendo eso de ella seré feliz, porque siendo honesto, no me merezco nada de su parte, jodí lo que teníamos, eche a la basura nuestra vida juntos y ahora simplemente pago por mis errores – le digo lamentándome. Creo que estaré hasta el último día de mi vida arrepintiéndome por dejarla ir.- Todos tienen derecho a una segunda oportunidad – me dice mi amigo, siendo tan positivo como su esposa.Ambos creen que el reencontrarnos con Alessia pueda revivir algo deNo me muevo, mis ojos no se alejan de ella y los de ella de los míos.Me ve fijamente, esta viendo el ser miserable que tiene frente a sus ojos mientras abraza a los pequeños con cariño. - Tu si que sabes sorprendernos – dice Tatiana uniéndose a los festejos de la llegada de Alessia. - Que quieres que te diga… ¡Sorpresa! – Dice ella con una sonrisa que no llega a sus ojos, cosa que jamás antes había pasado.Ella es o mas bien era una de las mujeres más felices de la tierra y esa fue una de las tantas razones por la que me enamore perdidamente de ella, pero esa felicidad ya no está más.Sus sonrisas son honestas pero no llenadoras para su alma.Es feliz con lo que tiene, con lo que le queda, no con todo lo que soñó que tendría hasta estas fechas y por mi culpa. ¡Mi MALDITA culpa!La culpa comienza una vez mas a pasarme factura y siento como un ataque de ansiedad, o más bien un ataque de pánico comienza otra ve
AlessiaIlusamente pensé que nuestro encuentro se daría en otro momento, ya que tenia claro que nos tendríamos que ver las caras en algún punto, ambos somos los padrinos de la pequeña de nuestros amigos pero ¿Qué fuera a suceder tan pronto? No, ni en mis peores pesadillas pensé que seria ahora, justo en estos momentos cuando no venía preparada para estar frente a él.No puedo negar que un millón de emociones y sentimientos me están atacando por segundos al verlo después de tanto tiempo.Han pasado años desde la ultima vez que lo vi y tener su rostro solo a centímetros del mío, provoca miles de sensaciones que prefiero no sentir o que pensé que tenía muy bien enterradas en lo mas profundo de mi alma y mi corazón.Alexander…Lo veo a detalle, no puedo evitarlo aunque quisiera y es indudable que los años no han pasado en vano en él o quizás sea algo más que el solo hecho de ponerse viejo con los ocho en los que no nos hemos visto.Me encantaría decir que se ve igual que siempre o como qu
Los pequeños llegan corriendo a nuestro lado, lo que genera que nuestra conversación o mas bien, saludo se vea interrumpido.Me dedico a saludar a los niños, que emocionados me abrazan, besan y dicen cosas al por monto. Mis ojos aunque no quiera, no se despegan de Alexander y es por eso mismo, como es que me doy cuenta lo que está sucediendo con él.Lo conozco y ni todos los años separados podran hacer que olvide cuando algo no está bien con él, además, que puedo reconocer lo que le esta sucediendo, porque durante años sufrí de lo mismo y aunque no tengo una crisis hace mucho tiempo, todavía las puedo reconocer.- Niños, denme unos segundos ¿Bueno? – les dijo a los pequeños que emocionados me dicen que sí.Camino hacia donde esta Alexander con la mirada perdida, las manos temblorosas y con la respiración agitada.- ¿Qué sucede Alessia? – me dice Rodrigo a mi costado.- Alexander, esta teniendo una crisis de pánico. Que los niños se vayan adentro – le hago saber pero antes de poder hac
AlexanderSiento unas leves caricias en mi rostro, como unos suaves dedos me acarician el mentón mientras dice algunas cosas que no logro comprender.Hace mucho tiempo, muchísimo tiempo que alguien no me tocaba así.De una forma tan sutil, tan cariñosa y honesta.Extrañaba que alguien me tocara de esta manera y aunque creo que todo es producto de mi imaginación, no puedo evitar perderme en los recuerdos y sensaciones que estoy sintiendo en estos momentos.Las caricias se sienten como las que Alessia me daba cada vez que me dormía abrazado a ella, las veces que compartíamos conversaciones de nuestro día o simplemente de la vida misma.Recuerdo como si fuera ayer como me acomodaba en su pecho mientras ella jugaba con mi cabello, con mis hombros e incluso con mis labios. Le encantaba tocarme, acariciarme hasta que el cansancio la ganaba y se quedaba dormida dejándome escuchar su suave respiración y los calmados latidos de su corazón.La extraño, como nadie tiene una idea.Siento que desd
Veo como se aleja sin darme otra mirada y es cuando mi corazón comienza a latir de manera desesperada.No deseo que se aleje, no de nuevo.- ¡Alessia! – le grito con evidente desesperación en mi voz y veo como ella se detiene pero no se gira para verme, simplemente mueve su rostro y me da una mirada por sobre su hombro.- ¿Necesitas algo más? – pregunta y yo niego con la cabeza.Las palabras que quiero decirle están en la punta de mi lengua y aunque deseo cobrar la valentía que siempre me ha caracterizado, ahora mismo, parezco un cordero a punto de ser llevado al matadero.¡Compórtate maldita sea!Me regaño mentalmente, para ver si de esa manera dejo de ser tan soberanamente estúpido y lanzo la pregunta que quiero hacerle.Veo como retoma su camino al darse cuenta de que no preguntare nada y de pronto mi voz salta en la habitación retumbando en cada una de sus paredes como un grito de agonía doloroso.- ¿Por qué estabas aquí? – suelto aquellas palabras, sobe aquella pregunta que tengo
AlessiaSalgo de la habitación de Alexander sin mirar hacia atrás, sus palabras, su actitud, esa mirada que conozco más que bien y que por más que quisiera olvidarla, no puedo.Fueron años juntos, años los que pase a su lado conociendo hasta el más mínimo detalle de su persona.Es imposible olvidar ciertas cosas aunque lo desee con todo mi corazón.Verlo me duele, pensé que estaría más preparada para este encuentro, que ya no dolería tanto después de todos los años que han pasado pero veo que no es así.Alexander esta diferente, no soy ciega y a simple vista pude adivinar que los años por el no han pasado de la mejor manera posible o al menos no como a mí.Y aunque a mí tampoco me ha ido de maravilla, he intentado seguir con mi vida, avanzar y dejar todo atrás, pero parece que a él la realidad le ha pegado de manera más...directa e intensa.Niego con la cabeza, no debería estar pensando en él, ya no es mi deber preocupar
Lo que no es menor, yo no puedo permitirme sentir estas cosas, nuestra historia está enterrada en el baúl de los recuerdos y ahí se debe de quedar.- Alessia ¿Estás bien? - dice Tatiana llegando a mi lado mientras yo con los ojos cerrados asiento a su pregunta.- Si, no te preocupes por mí, estoy bien - le digo y ella no me ve muy convencida cuando la veo y sonrió.- No se nota - me dice y yo ruedo los ojos.- ¡Estoy bien! Lo juro, ahora ve a comer, yo iré de inmediato - le digo de la manera más suave posible, ya que necesito estar sola un momento más antes de enfrentarme a esa mesa y a la mirada de ese hombre, que sigue siendo mi perdición.- Esta bien, pero no demores o la comida se va a enfriar ¿Bueno? - me dice sin dejar de verme con preocupación, así que decido fingir la mejor sonrisa que tengo.- Si, si, mamá, ya entendí. Iré de inmediato, solo necesito un par de segundos y me uniré a ustedes - le digo con la mejor actitud,
AlexanderLas manos me tiemblan, pensé que después de aquel episodio estaría más relajado y por sobre todo cuando se fue.Pero no, el solo hecho de haberla tocado, acariciado su piel de la manera en que lo hice y como lo venia soñando desde hace años, me dejaron mucho peor de lo esperado.Joder.Su piel sigue igual de delicada, suave y hermosa y aunque ella físicamente ha cambiado muchísimo, hay cosas que no lo hacen.Me dolió su actitud conmigo, sabía que eso es lo que debía de esperar del momento en que nos viéramos frente a frente.Claro, la situación de mi crisis no estaba dentro de los planes o de la impresión que deseaba causarle, al menos pudimos sostener varias palabras sin tener que sacarnos los ojos.Yo no podría, he pagado con creces lo que le hice, la manera en cómo la trate y como la saque de mi vida como si no valiera nada.Y bien merezco que sea indiferente conmigo, que sea tosca, que no me dijera