Los pequeños llegan corriendo a nuestro lado, lo que genera que nuestra conversación o mas bien, saludo se vea interrumpido.Me dedico a saludar a los niños, que emocionados me abrazan, besan y dicen cosas al por monto. Mis ojos aunque no quiera, no se despegan de Alexander y es por eso mismo, como es que me doy cuenta lo que está sucediendo con él.Lo conozco y ni todos los años separados podran hacer que olvide cuando algo no está bien con él, además, que puedo reconocer lo que le esta sucediendo, porque durante años sufrí de lo mismo y aunque no tengo una crisis hace mucho tiempo, todavía las puedo reconocer.- Niños, denme unos segundos ¿Bueno? – les dijo a los pequeños que emocionados me dicen que sí.Camino hacia donde esta Alexander con la mirada perdida, las manos temblorosas y con la respiración agitada.- ¿Qué sucede Alessia? – me dice Rodrigo a mi costado.- Alexander, esta teniendo una crisis de pánico. Que los niños se vayan adentro – le hago saber pero antes de poder hac
AlexanderSiento unas leves caricias en mi rostro, como unos suaves dedos me acarician el mentón mientras dice algunas cosas que no logro comprender.Hace mucho tiempo, muchísimo tiempo que alguien no me tocaba así.De una forma tan sutil, tan cariñosa y honesta.Extrañaba que alguien me tocara de esta manera y aunque creo que todo es producto de mi imaginación, no puedo evitar perderme en los recuerdos y sensaciones que estoy sintiendo en estos momentos.Las caricias se sienten como las que Alessia me daba cada vez que me dormía abrazado a ella, las veces que compartíamos conversaciones de nuestro día o simplemente de la vida misma.Recuerdo como si fuera ayer como me acomodaba en su pecho mientras ella jugaba con mi cabello, con mis hombros e incluso con mis labios. Le encantaba tocarme, acariciarme hasta que el cansancio la ganaba y se quedaba dormida dejándome escuchar su suave respiración y los calmados latidos de su corazón.La extraño, como nadie tiene una idea.Siento que desd
Veo como se aleja sin darme otra mirada y es cuando mi corazón comienza a latir de manera desesperada.No deseo que se aleje, no de nuevo.- ¡Alessia! – le grito con evidente desesperación en mi voz y veo como ella se detiene pero no se gira para verme, simplemente mueve su rostro y me da una mirada por sobre su hombro.- ¿Necesitas algo más? – pregunta y yo niego con la cabeza.Las palabras que quiero decirle están en la punta de mi lengua y aunque deseo cobrar la valentía que siempre me ha caracterizado, ahora mismo, parezco un cordero a punto de ser llevado al matadero.¡Compórtate maldita sea!Me regaño mentalmente, para ver si de esa manera dejo de ser tan soberanamente estúpido y lanzo la pregunta que quiero hacerle.Veo como retoma su camino al darse cuenta de que no preguntare nada y de pronto mi voz salta en la habitación retumbando en cada una de sus paredes como un grito de agonía doloroso.- ¿Por qué estabas aquí? – suelto aquellas palabras, sobe aquella pregunta que tengo
AlessiaSalgo de la habitación de Alexander sin mirar hacia atrás, sus palabras, su actitud, esa mirada que conozco más que bien y que por más que quisiera olvidarla, no puedo.Fueron años juntos, años los que pase a su lado conociendo hasta el más mínimo detalle de su persona.Es imposible olvidar ciertas cosas aunque lo desee con todo mi corazón.Verlo me duele, pensé que estaría más preparada para este encuentro, que ya no dolería tanto después de todos los años que han pasado pero veo que no es así.Alexander esta diferente, no soy ciega y a simple vista pude adivinar que los años por el no han pasado de la mejor manera posible o al menos no como a mí.Y aunque a mí tampoco me ha ido de maravilla, he intentado seguir con mi vida, avanzar y dejar todo atrás, pero parece que a él la realidad le ha pegado de manera más...directa e intensa.Niego con la cabeza, no debería estar pensando en él, ya no es mi deber preocupar
Lo que no es menor, yo no puedo permitirme sentir estas cosas, nuestra historia está enterrada en el baúl de los recuerdos y ahí se debe de quedar.- Alessia ¿Estás bien? - dice Tatiana llegando a mi lado mientras yo con los ojos cerrados asiento a su pregunta.- Si, no te preocupes por mí, estoy bien - le digo y ella no me ve muy convencida cuando la veo y sonrió.- No se nota - me dice y yo ruedo los ojos.- ¡Estoy bien! Lo juro, ahora ve a comer, yo iré de inmediato - le digo de la manera más suave posible, ya que necesito estar sola un momento más antes de enfrentarme a esa mesa y a la mirada de ese hombre, que sigue siendo mi perdición.- Esta bien, pero no demores o la comida se va a enfriar ¿Bueno? - me dice sin dejar de verme con preocupación, así que decido fingir la mejor sonrisa que tengo.- Si, si, mamá, ya entendí. Iré de inmediato, solo necesito un par de segundos y me uniré a ustedes - le digo con la mejor actitud,
AlexanderLas manos me tiemblan, pensé que después de aquel episodio estaría más relajado y por sobre todo cuando se fue.Pero no, el solo hecho de haberla tocado, acariciado su piel de la manera en que lo hice y como lo venia soñando desde hace años, me dejaron mucho peor de lo esperado.Joder.Su piel sigue igual de delicada, suave y hermosa y aunque ella físicamente ha cambiado muchísimo, hay cosas que no lo hacen.Me dolió su actitud conmigo, sabía que eso es lo que debía de esperar del momento en que nos viéramos frente a frente.Claro, la situación de mi crisis no estaba dentro de los planes o de la impresión que deseaba causarle, al menos pudimos sostener varias palabras sin tener que sacarnos los ojos.Yo no podría, he pagado con creces lo que le hice, la manera en cómo la trate y como la saque de mi vida como si no valiera nada.Y bien merezco que sea indiferente conmigo, que sea tosca, que no me dijera
- Según dicen por ahí, del amor al odio hay un paso - suelta con una suave sonrisa que quisiera me contagiara.- Ya, en mis más locos sueños eso podría suceder, no merezco una oportunidad de su parte - niego otra vez, no deseo hacerme falsas ilusiones con un "tal vez", es mejor enterrar en lo más profundo cualquier esperanza con ella.Me odia y no puedo decir nada contra eso porque su odio hacia mí es completamente valido.- Estaban varios días trabajando junto por el bautizo de nuestra pequeña, es tu oportunidad para acercarte a ella y ver si es que existe un mínimo de probabilidad de que te perdone - dice Tatiana demasiado esperanzada.- ¿Por qué deseas tanto que lo intente? - pregunto curioso, es su mejor amiga, debería quererme lejos y no que la intente reconquistar.Tatiana se queda en silencio por unos segundos, agacha la mirada y se queda pensativa por un momento y antes de verme, suelta un suspiro cansador.- Por que tu n
Es obvio que yo temblaré cada vez que la tenga a mi lado porque la sigo amando como un pendejo y ella, probablemente pase de mí y solo me hable lo estrictamente necesario.Y me conformo con eso, con que me hable cuando quiera, me vea cuando se le de la nada y que pase de mi si así lo desea.Si, es bastante masoquista lo que estoy diciendo pero es la verdad, prefiero eso a su indiferencia o lejanía.Prefiero que me trate como un conocido más sin relevancia a que me vea con un profundo odio en su mirar.No sé, puede que solo esté hablando estupideces y que ni se entienda lo que deseo expresar pero es así como me siento y lo que espero de todo esto.Con que me hable dos palabras al día, me doy por pagado y satisfecho por los próximos ocho años que estaré sin ella o probablemente más.Aush, de solo pensar en eso me duele el corazón.- Alexand