Aunque fuera de día, la habitación seguía oscura con las puertas y ventanas cerradas. Se encendieron varias velas para iluminar. Dentro, la habitación resonaba con los sonidos de gemidos dolorosos, lo que provocaba que José, que estaba afuera, se sintiera cada vez más inquieto. Había omitido las comidas desde el mediodía hasta ahora. Los sonidos desde adentro se debilitaban, y mientras José observaba cómo los sirvientes vertían una vasija tras otra de sangre con agua, su corazón se encogía.

Sin embargo, más ansiosa que José estaba Selena. Originalmente, su madre aún tenía medio mes antes de dar a luz. Su salud había sido buena, pero inesperadamente entró en trabajo de parto prematuro. El hogar recién preparado no estaba listo para ser habitado, así que tuvieron que arreglárselas para dar a luz aquí. Debido a la falta de preparación, la habitación tuvo que limpiarse apresuradamente. Probablemente debido al shock, la condición de su madre no era buena. Al sostener su mano, Selena podía