Jade podía decir, con toda seguridad, que la escena que se desarrollaba delante de ella era lo más extraña que había visto en toda su vida. El lobo que la había estado persiguiendo tenía el camino bloqueado por otro de pelaje oscuro que le sacaba varios centímetros y kilos de peso, por lo que no podía llegar a ella.
Este último también mostraba sus colmillos y el lomo erizado le daba un aspecto amenazante. Cada vez que el lobo marrón intentaba agredir a la humana era mordido por cualquier parte y arrojado, sin mucha fuerza pero si con la suficiente para alertarlo. Esa escena se mantuvo igual por dos largos minutos.
El lobo quiso retroceder sintiéndose abrumado ante aquel intenso abrazo, pero los brazos alrededor de su grueso cuello se lo impidieron. Cuando lo hizo se llevó a Jade consigo dejándola sentada. Aun así no hizo nada para agredirla o dejar que la dejara de abrazar. La joven parecía sentirse reconfortada por estar junto a él y no era una sensación para nada desagradable.Después de al menos tres minutos Jade soltó al animal después de darse cuenta que debía estar sofocándolo. Después de todo ya era lo suficientemente grande para percatarse que no era un simple perro, sino un lobo.
Respiró profundo y se levantó poniendo el pie herido sobre la cama de hojas debajo de ella solo para que un fuerte escalofrío recorriera su pierna haciéndole tragar un grito. Se sujetó de un árbol lidiando con las fuertes pulsadas e intentó sellarla en su mente, sin mucho resultado.-Sé fuerte Jade, dijiste que no morirías y no puedes hacerlo- se recordó a sí misma y comenzó a avanza aun si cada paso era una total tortura.A medida que avanzaba a saber dónde las voces se volvían
Todos los sentidos de la joven se petrificaron y su pequeño cuerpo comenzó a temblar tan fuerte que Izen, que la llevaba en su espalda pensó que convulsionaba.-¿Y ahora qué te pasa?- le dijo brusco pero en su voz había un deje de preocupación -Oye, la llamó pero Jade desenroscó los brazos de su cuello y apretó sus hombros con las manos intentando esconderse con miedo, mucho miedo.-No quiero, no quiero- decía escondiendo su rostro entre las telas de la espalda del sirviente y esta vez Izen alzó una ceja sin comprender que ocurría realmente.-¿De qué estás hablando? Estás actuando como una loca. No me ignores. Te estoy hablando- se detuvo intentando mirar hacia atrás pero la chica solo repetía las mismas palabras mientras su cuerpo era un mar de temblores. Incluso comenzaba a transpirar.-Él...él está ahí...no me lleves con él...volverá a hacerme daño...no quiero--¿Pero qué demonios estás diciendo?--Izen- la voz de Vladek se oyó delante de él y el lobo miró
El hombre comenzó a aflojarse el cinturón primeramente para después hacerlo con la túnica superior. Primero Jade se alarmó pero cuando el cuerpo de Vladek se fue descubriendo poco a poco se quedó absorta en él. Ahora con la luz del día podía apreciar perfectamente los músculos delineados del pecho, de los brazos, del definido abdomen y de la delgada línea de vello claro que se perdía en el borde de la ropa interior que este comenzaba a aflojar.Por reflejo giró el rostro con un leve sonrojo. Nunca había tenido delante a un hombre totalmente desnudo y menos a uno como él.-No apartes la mirada- le ordenó Vladek ya totalmente desprovisto de sus prendas -No pierdas ningún detalle-Era más fácil decirlo que hacerlo. Ella no estaba adaptada a la desnudez.Jade dudó en hacerle caso por lo que apenas prestó atención al principio pero después su boca se abrió de la impresión. El cuerpo del mayor comenzó a cubrirse por una fina capa de pelo oscuro, los músculos humanos se m
Jade apretó los labios y calló lo que tenía en su mente. La vergüenza cubrió su rostro. Estaba totalmente desnuda y antes no acostumbraba a enseñarse por lo que sus movimientos fueron rápidos y torpes cuando salió de la bañera y agarró una toalla cubriéndose. Pero estaba segura que el lobo había visto otra vez todo. Eso creo una extraña sensación en su estómago.-La ropa está encima de la cama, es de tu talla- Vladek le señaló por encima del hombro y el chico pasó inclinándose levemente por su lado sin mirarlo y dejando un fino trillo de humedad por el suelo.Ya sin que le doliera su pie corrió hacia la cama y dejó caer la toalla al suelo poniéndose la túnica inferior. Sentía el peso de la mirada del lobo pero no se dignaba a girarse para comprobarlo. Estaba a medio vestir cuando la puerta se abrió de golpe con una bandeja de comida.-Yo soy su siervo señor Vladek, no el de ela- Izen pateó la puerta para que se cerrara en su espalda dejando después la bandeja sobre una mesa
El lobo apretaba sus dientes sobre la suave piel de la nuca. El instinto primario de reclamar algo por encima de los otros reinaba en su cabeza y no dejaba que su presa se liberara aun cuando esta se revolvía constantemente para ser liberada. Y mientras más esta luchaba más fuerte apretaba él, tanto su boca como los brazos alrededor del delgado y cálido cuerpo. Sus ojos tan dorados que estaban más allá de lo humano. Su bestia estaba tan al borde que sus brazos comenzaron a cubrirse de pelaje oscuro. Su transformación reclamando ser liberada.Sus sentidos salvajes solo dictaba que desnudara a s
Un gruñido salió de su garganta y Jade quiso separarse. Esta vez Vladek la dejó irse y esperó a que se acomodara la ropa, cosa que hizo rápido. Lo malo o bueno del vínculo, dependiendo el contexto y aún si no era completo, es que la tensión y el deseo entre las dos partes aumentaba siendo más conscientes de ellos mismos. Él no estaba mal con eso, sabría sobrellevarlo aunque no se confiaba mucho de su autocontrol. En cuanto a Jade estaba seguro que le resultaría extraño el nuevo mar de emociones que la asaltaría.Ahora tenía mucho en que pensar.
Vladek no dijo nada. Era una reacción natural con la que ella tendría que familiarizarse. Aún si la había mordido sin su consentimiento, su cuerpo ahora le pertenecía, al menos en su mayoría. Comenzaría anhelando su olor, después su toque y por último le rogaría que la hiciera suya y él no tendría el control para negárselo.Vladek y Izen corrieron rápidamente y con una agilidad propia de su especie. Lo que quedaba del camino lo cubrieron en la tercera parte de si lo hubieran hecho a pie. Jade ni siquiera se movía. Estaba demasiado tranquila en la espalda del lobo y este se detuvo por un momento.-Izen revísala- le ordenó al menor que se preguntaba el porqué de la pausa.El lobo se acercó a la humana y le levantó un poco el rostro enterr