Permaneció unos segundos pensativo, hacía tiempo que no veía estas fotos. ¿Por qué alguien las rompería? Todas las fotos las tenía guardadas, ni siquiera Haley sabía donde las tenía, ¿quién habría podido encontrarlas tan facilmente? Echó un vistazo hacia la ventana del cuarto de Alessia otra vez, la habitación queda en el segundo piso, era imposible ver hacia dentro. Así que bufó decepcionado, pero de inmediato vio que a un lado estaba una escalera y una brillante idea se le vino a la mente. Una típica idea que solo se le podría ocurrir a un adolescente hormonal, pero es como dicen, en el fondo, siempre llevaremos una parte de nuestro niño interior y adolescente, a pesar de la edad que tengamos. Paul primero entra a la casa con cautela, sabe que no hay nadie en casa, Alessia salió desde muy temprano y no ha regresado, y Haley salió con las niñas al parque de diversiones (si, desde que se enteró de su embarazo, ha estado conviviendo más con las pequeñas) pero no hay nada de malo con
Paul había cometido muchos errores a lo largo de su vida, pero quizás, podía existir la mínima posibilidad de que cambiara, ¿cierto? Sin embargo, ha estado jugando con dos mujeres a la vez. Haley, Alessia o como él la conoce, Mariah... ¿Qué decisión debe tomar? (...) -Sé que dije que vendría a verte pronto, y me he tardado demasiado pero tuve algunos pendientes que terminar-dice Alessia mirando a través de las barras de metal al hombre de los tatuajes-. Pero quiero respuestas... y sé que tú podrás darme algunas. El hombre la mira y rueda los ojos con algo de fastidio. Pero aun así, permanece tranquilo, escuchando cada palabra que sale de la boca de Alessia. -Deberías irte, chiquita... este no es un lugar para niñas como tú-responde tajante y ella sonríe con ironía. -Querido, tú eres quien tiene las de perder aquí, ¿o es que todavía no te das cuenta del aprieto en el que estás?-suelta una carcajada que incluso puede llegar a causar escalofríos, pero a alguien normal. A una person
Alessia y Paul corren a todo lo que dan sus pies, sin siquiera mirar atrás para escapar de una posible golpiza o incluso, algo mucho peor.—¡Tras ellos!—grita la mujer espeluznante con desesperación. Ambos escuchan los pasos acelerados y pesados de los hombres que los persiguen, pero aún así no se detienen en ningún momento. —¡Paul!—Alessia grita con todas sus fuerzas. Está asustada en todo el sentido de la palabra. Paul la mira de reojo con el rostro angustiado y le toma de la mano para tranquilizarla y continuar corriendo. Él sabe a donde podrán ir para estar más seguros, pero ella no lo sabe, solo se deja llevar, se siente resguardada a su lado. Algo dentro de sí misma le hace sentir que él no la abandonará a su suerte, y tampoco la tirará a la boca del lobo. Finalmente después de tanto correr, Paul logró perder de vista a ambos sujetos, Alessia ni siquiera se fijó del todo en las cosas que él hizo para poder esconderse, solamente se dejó guiar con el corazón casi saliendo se d
-¿Entonces se conocieron en la escuela? Ya era de madrugada. Alessia y Paul no habían salido del refugio. Simplemente habían decidido pasar la noche allí. El miedo de que esas personas todavía estuvieran fuera y deambulando con esas armas intimidantes, les causaba un terror inmenso. Así que prefirieron esperar hasta el día siguiente para partir a primera hora de la mañana. -Así es, nos conocimos cuando teníamos 15 años. Eramos muy jóvenes. Paul está contando su historia con Alessia, y por supuesto, ella debe fingir que no sabe absolutamente nada, pero recuerda cada detalle como si hubiera sido ayer. El fue el amor más grande y único en su vida, ¿quién podría reemplazarlo? Ni siquiera mil hombres podrían hacer olvidar la historia de amor más grande y maravillosa de todas. Para ella todo era un amor perfecto, el hombre que toda mujer podría desear. Era un amor de ensueño, que quizás solo existió en su mente... -Queríamos llevarnos al mundo por delante. Solo existíamos ella y yo...-
-Te odio Haley, te odio... hiciste que Paul me odiara, me metiste a la carcel, ¡¿qué carajos haces aquí?! Solo para fastidiarme y restregar en mi cara que estoy encerrado y que tú ganaste, ¿no? Por Dios... no tienes límites. Haley está en la cárcel, observando a James a través de las barras de metal que lo encarcelan. Ya tiene 5 meses desde que fue arrestado y Haley en todo ese tiempo no lo había visitado ni una sola vez, pero ahora... quería molestarlo un poco, o mejor dicho, tenía un nuevo plan maestro. Y de nuevo, su plan era utilizarlo a como de lugar, sin importar sus sentimientos. -Oh, mi amor-Haley cambia su voz a una tierna y lo mira con ojos de arrepentimiento-. Te pido que me perdones, ¡no sé que fue lo que pasó! Haley comienza a sollozar como lo hace de costumbre cada vez que necesita salirse con la suya, pero aún así, el resentimiento de James no parece perturbado por su falsa actuación. ¿O tal vez...? -Tienes que creerme, yo no quería entregarte, ¡pero Paul había desc
Baja el arma y nadie saldrá herido, muchacho. -¡No bajaré nada! ¡Nosotros no hemos hecho nada como para que ustedes invadan mi propiedad!-exclama Paul con irritación a la mujer y ella suspira de cansancio. -Carolina... vamos, tenemos cosas más importantes que hacer. Uno de los hombres de atrás finalmente había revelado el nombre de la mujer de carácter agresivo, y le estaba insistiendo para que se fueran, ya llevaban más de 1 hora intentando convencer a Paul de que baje el arma pero él no se ve afectado por ello y continúa negándose. -No me ire a ninguna parte, si ustedes quieren irse, ¡largo!-la mujer exclama con frustración y rueda los ojos- Estoy harta de ustedes dos, ya dame el arma de una perra vez-de un momento a otro, la mujer le arrebata el arma de las manos a Paul y lo apunta con ella, suelta una sonora y larga carcajada de satisfacción por haber logrado lo que tanto quería. Esta vez, Paul levanta las manos en señal de rendición y le echa un vistazo a Alessia con el ros
-¡Bob! ¡¿Dónde está Oliver?! Bob no era capaz de hablar, parecía conmocionado con lo que sea que hubiera pasado allí dentro. Lo extraño era que no se escuchaba ni un solo ruido en el interior de la casa, ni señales del otro hombre aterrador. Alessia y Paul se sostienen de las manos con mucha fuerza, y como si se comunicaran con telepatía, ambos estaban mirando en dirección a un camino del bosque, que estaba muy oscuro y desolado, pero que parecía la única salida. Debían aprovechar que estaban distraídos y correr lo más lejos posible. No sabían a donde llegarían, ni siquiera tenían idea de si la carretera estaba cerca, pero de una cosa si podían tener certeza. Y es que los matarían si no se iban pronto de allí. -Adentro, él lo durmió... no hacen ruido, hay muchos, ellos están ahí-el hombre asustado apenas y podía decir una oración completa. Pero parecía que lo que estaba ocurriendo era serio. -¿Es Mark otra vez? Ese hijo de... -No...-susurró Bob en respuesta-. Están uniformados
-¿Alessia? Lo único peor que encontrarse en una situación peligrosa con tu ex, es encontrarse también con la persona con la que estás saliendo en una situación igual, y ambos, en el mismo momento. -¿Qué estás haciendo aquí? No deberías estar aquí... Alessia está perpleja mientras lo mira con curiosidad, confusión e incertidumbre a la vez. No entiende todavía como es que el esta involucrado en esa situación, ¿acaso ellos fueron quienes le apuñalaron la pierna a uno de los hijos de Carolina? -¿Tú qué haces aquí?-pregunta casi exaltada. Ha sido un día largo y lo que más anhela es irse a casa, dormir una larga siesta reparadora y despertar dentro de 1 semana, solo quiere olvidar todo este día tan pesado y lleno de sentimientos espantosos que solo le hacen sentir terror. Teme por su vida, aunque honestamente, ya puede sentirse un poco más calmada al ver dos rostros conocidos. -No te conté... -¿Qué no me contaste? Jacob le muestra esa sonrisa deslumbrante que tanto lo caracteriza y l