BIP, BIP, BIP, BIP. Abro mis ojos con pesadez, pero los vuelvo a cerrar y suelto un gruñido. ¿Qué carajos? ¿Quién osa despertarme de mi sueño de belleza? ¡JA! Belleza, ¿no quisiste decir "fealdad" querida?Me dueles, cerebro inútil. BIP, BIP, BIP, BIP, BIP. Rayos, es la estúpida alarma que mamá me había regalado hace un año, ya que siempre llegaba tarde a clase porque me quedaba dormida. De todos modos llego tarde pero mamá tiene esa vaga esperanza de que eso algún día cambie. Gruño por segunda vez y me remuevo entre las sábanas. ¡estúpida alarma de mierrr... coles, jueves y viernes!BIP, BIP, BIP, BIP, BIP. ¡¿NO PIENSA PARAR DE SONAR?!-¡Cállate, mierda!-grité y lancé con todas mis fuerzas la alarma hacia la pared y estrelló contra ella, hasta que paró de sonar-, Fiu. BIP, BIP, BIP, BIP. -¡Me hago en tu mamá, tu tío, tu abuelo y tú vecino!-me levanté con rabia, cogí el despertador y lo lancé por la ventana.Sonrío con satisfacción al ver como un auto lo hacía pedazos. -¡All
—¿Qué clase tienes?—le pregunto a Ellie antes de dirigirnos a nuestras respectivas aulas de clase. Le dió un vistazo a su horario e hizo una mueca de disgusto.—Química. De todas las asignaturas que existen en el mundo tenía que tocarme química, ¿Cuál es tu problema conmigo? Dime Señor, ¡¿qué carajos te hice yo?—gritó, lo que llamó la atención de los estudiantes que andaban por allí. Suelto una carcajada.—No exageres, estás loca.—Lo dice la chica que quiso hacer "parkour" y acabó en el hospital con una pierna rota—atacó.—¡Pasó hace dos años! —Lo recuerdo cómo si fuera ayer—soltó una risa burlona. Hace dos años aproximadamente, estaba completamente obsesionada con el parkour, había visto un montón de vídeos de personas practicandolo, hasta que un día me dije "Hey, ¿y si hago parkour?" ¡Fue una horrible idea! El techo de la casa de la vecina queda cerca del nuestro, entonces salté pero no calculé bien y caí encima de unas rocas, me desmayé por el impacto y cuando desperté, estaba
—Existen diversos tipos de amor—continuó hablando el profesor, lo que captó mi atención—. en ocasiones, describen el término "amor" como el... amor de parejas. Cuando realmente, ésta palabra engloba una gran variedad; aunque desde mi perspectiva creo que uno de los amores más importante es el de familia y el de los amigos. —¿Qué hay con el de pareja? ¿No es importante?—preguntó una chica pelirroja. —Es una tontería, ¿qué sucede cuándo te enamoras? Sólo sufres. No se consigue absolutamente nada enamorándose hasta los huesos de una persona, sólo dolor—respondió el idiota que está a mi lado con una expresión de seriedad. Lo que me llevó a pensar, ¿será que él ha estado enamorado y le rompieron el corazón? Y lo más importante ¿por qué estoy pensando en ello? No me importa. —No estoy de acuerdo—dije mirándolo. —¿Qué? —Que no estoy de acuerdo—repetí—. Quizá el amor sea una... hija de playa algunas veces, pero no es una tontería. —Por favor—bufó—.Dime linda, ¿qué es lo qué ganas enamor
«Mi mala suerte me acompaña a donde quiera que vaya, no me desampara y es una desgraciada» —Soy Liam—se presentó con una sonrisa de arrogancia plasmada en su rostro, lo ignoré por completo desviando la mirada hacia el suelo como si fuera lo más interesante del mundo—.¿Sabías qué es de mala educación ignorar a alguien qué te está hablando?—preguntó con ironía en su voz. —Oye—me llamó Esteban tocando mi hombro. Lo miré y la incomodidad en su mirada es notable—.Te esperaré en el aula—dicho eso, se fue casi corriendo por los pasillos desolados, dejandome sola con éste idiota. Suelto un suspiro lleno de cansancio y lo miro.—Por supuesto que lo sé, simplemente no me dieron ganas de responder a tu saludo. Ahora me iré si no te importa—quise pasar por su lado pero se interpuso en mi camino—.¿Podrías dejar de estorbar? —No me has dicho tu nombre aún, linda—arqueó una ceja. —¿Te interesa?—hago el amago nuevamente de pasar por su lado pero volvió a interceptarme.—Te noto tensa, relájate—h
Odio los deportes. Los odio con toda mi alma. Los detesto, son lo peor del mundo. ¿Ya mencioné que los odio? Siento que el sudor son lágrimas de mi cuerpo por tanto esfuerzo físico. Mi corazón parece que en algún momento saldrá corriendo de su caja torácica. No siento las piernas. Me duele absolutamente todo. Y eso que apenas y corrí diez minutos. ¡Diez! Se siente como si hubiera corrido durante largas horas. -¡Mueve esas piernas, Smith!-gritó la maestra Kely desde una de las bancas. -¡¿Más?!-susurré para mi misma. Seguimos dando vueltas alrededor del campus, tenía mi vista en el suelo tratando de seguir trotando pero vamos, esto es una tortura. Mis pensamientos se desviaron hacia Liam. Ese chico... es extraño. A leguas se nota es un idiota. Alguien se posicionó junto a mi, aunque no hizo falta mirar para saber quién era. -Vaya, te ves terrible-dijo lo obvio. Lo observé, se encontraba jadeando igual que yo. Aunque sé que yo estaba peor que el. -No puedo más-dije deteniendome,
Me hallaba en mi última clase -Historia- escribiendo un montón de fechas en la cual los ex-presidentes del país murieron. Siempre me ha parecido absurdo memorizar tantas fechas de personas fallecidas ya que eso no nos ayudaba en nada al momento de ingresar en una universidad, conseguir un empleo, etc. Era algo tedioso, es decir, ¡teníamos que memorizar hasta cuál era el color de sus calzoncillos al morir! Vale, no tan exagerado. Pero pueden hacerse una idea. Finalmente, sonó el timbre que indicaba que ya era hora de irnos a nuestros respectivos hogares. Para mi desgracia, ese no era mi caso. Me encontraba limpiando las ventanas del gimnasio, mientras que Liam fregaba el suelo. Apenas y habíamos cruzado palabras desde el incidente en el laboratorio. Aunque es preferible de ese modo, quería irme rápido de éste lugar. Cuando acabé con las ventanas, me dirigí a las gradas a sentarme unos minutos para después continuar con mi labor. Pero como la mala suerte siempre me acompaña, mis p
Liam aparcó la moto en frente de mi casa y apagó el motor. —¿Cómo sabes qué vivo aquí?—le pregunté confundida. Se encogió de hombros.—Tengo mis medios—respondió sin mucha importancia. —Vale... entonces eres una psicópata—afirmé convencida de mis locas suposiciones. Soltó una carcajada-Por supuesto que no-negó con la cabeza repetidas veces sin quitar su sonrisa-Era amigo de tu hermano y... por ello se donde vives. -¿Tú y Axel? ¿Amigos? -pregunté asombrada-Ver para creer. ¿Qué fue lo qué sucedió?Suspiro con pesar-Asuntos de chicos-se limitó a decir, noté inmediatamente que no quería charlar sobre el tema así que no insistí-Entonces... ¿bajarás ya o quieres qué de un paseo? No me había percatado de que aún seguía con él en la moto, así que bajé de ella de un salto.Le sonreí-Gracias por traerme. Me devolvió la sonrisa-No hay de que-y con esa oración se fue a toda velocidad sin mirar atrás. Seguí mirando su espalda hasta verlo desaparecer entre las calles. Escuché un carraspeo d
No tuve más opción que abrir los ojos, se sentían más pesados que nunca. Tenía una horrible jaqueca. Así que a ésto es lo que llaman resaca. Vaya que es espantosa. Me removí incómoda entre las sábanas y... un momento ¿sábanas? Abrí los ojos asustada, lo que produjo una fuerte punzada de dolor en mi cabeza. Cerré los ojos y volví a abrirlos nuevamente. Parpadee unas cuantas veces para reacomodar mi vista ya que ésta se encontraba algo nublada. Me incorporé en la cama y me froté los ojos, observé la habitación en la que me hallaba. Era la mía. Pero... ¿cómo llegué hasta aquí?Un montón de imágenes borrosas llegaron a mi fugazmente, y cuando intenté recordar lo que había ocurrido la noche anterior, volví a tener más dolor de cabeza así que deje de intentarlo. Miré hacia la mesita noche, en ésta se encontraba una aspirina, un vaso con agua y mi celular. Tomé rápidamente la aspirina, y luego tomé un sorbo de agua. Mi garganta lo agradece ya que se sentía bastante seca. Tomé el celular e