Ya había pasado una semana desde que Alessia vio a aquella mujer en el jardín de la villa y todavía no había podido olvidarse de ella. ¿Quién es? ¿Por qué estaba ahí? Son las únicas preguntas que rondan en su cabeza con rapidez. Quiere pensar que era Haley, intenta convencerse de que era ella solo para tener razones suficientes para poder tener pruebas contra ella pero la realidad es que no las tiene. Sin embargo, ya pensó demasiado en eso. Ya le dio miles de vueltas y ni una sola respuesta coherente pudo encontrar. quizás era Marta, la chica de limpieza. Es una jovencita atractiva y coqueta, podría haber metido a su novio en la madrugada sin ningún problema. Así que Alessia decidió dejar de lado a sus pensamientos, aunque fuesen por un rato y no preocuparse demasiado. Necesitaba aire fresco, así que pasear un rato en el centro no le vendría para nada mal... Tenía el día libre. Quería salir con Amelia, pero no podía hacerlo de ninguna manera. Era horrible estar en un lugar donde
—¡Yo no quería venir, Annie!—le grita Annie a Alessia en medio de la música, donde apenas pueden oír sus propias voces. Annie casi obligó a Alessia a ir al bar, mientras dejaba a su hijo al cuidado de una tía de Annie. Alessia no es mucho de fiestas, en realidad, solo ha ido a 2 discotecas en toda su vida. Siempre le ha gustado la tranquilidad de su habitación y el silencio. Pero Annie insistió tanto y al final aceptó. Dejo que le pusiera un vestido sexy y coqueto de color negro brillante, se maquilló y se hizo pequeñas ondas en el cabello para verse más voluminosa. ¿Qué tenía de malo divertirse por un día? Aunque por fuera parecía disgustada, por dentro estaba feliz. Compartir con su mejor amiga es una de las mejores cosas que puede hacer para pasar su tiempo libre. Y aunque se siente un poco culpable por dejar un rato a sus hijos, sabe que no es mala madre. Se ha dedicado a ellos día tras día y ella también merece divertirse y olvidarse de todo por un rato. —¡Vamos a la barra y
Alessia despierta en un lugar que conoce bien, sabe que es el cuarto de un hospital. Visitó cientos de ellos cuando intentaba tener un bebé de Paul. Pero la pregunta es ¿por qué está aquí? Mira a su alrededor con dificultad y puede observar que tiene en su brazo una intravenosa, su respiración se acelera y las lágrimas se acumulan en sus ojos. Esta asustada, todos los recuerdos llegan a su mente de manera inesperada y son tantos que su cabeza comienza a doler con demasiada fuerza. Hace un sonido con la garganta que despierta a Paul, ella no había notado que él estaba ahí acostado en un sillón. Pero despierta un poco y solo vuelve a dormir. ¿Qué hora es? Hay un reloj de pared en la habitación. 4:00AM. ¡Por Dios! Es de madrugada y está en un hospital con Paul, no entiende que carajos habrá sucedido. Traga grueso y suelta un suspiro. Trata de calmarse un poco para poder entender que es lo que ha pasado, así que empieza a hacer memoria y lo que recuerda no le gusta para nada... Anni
Alessia de inmediato se sonrojó, y para su mala suerte, la máquina que monitorea los latidos de su corazón comenzó a mostrar como se aceleraba. Paul de inmediato se dio cuenta, pero fingió que no lo hizo. ¿Tanto le había afectado el decirle que estaba linda? Paul ni siquiera sabía por qué le decía esas cosas, o porque sentía la necesidad de confesar sus pensamientos sobre ella, solo tenía una certeza, y era lo que sentía. ¿Pero cómo se le llaman a esos sentimientos? Ni él mismo puede saberlo.—Gracias por salvarme, señor—agradece Alessia con sinceridad pero su rostro permanece serio. No quiere demostrar lo que le afectó ese comentario. —Enserio no es nada, ya te lo dije... pero quiero saber, ¿cómo terminaste así?—él le pregunta con mucha curiosidad, aunque haya escuchado a Annie hablar por teléfono sobre lo que había planeado, quería saber si Alessia sospechaba algo. —No lo sé. Annie me presentó a un tipo, parecía buena onda, comenzamos a bailar y ella se acercó a darme un trago.
—Bueno, por suerte no fue algo tan grave. Por la sangre y la tierra parecía algo profundo, pero es superficial—dice Alessia limpiando la herida con suma delicadeza.El alcohol arde en la piel de Paul, pero ignora el dolor. Ese sentimiento de deseo se está apoderando de él, y aunque trata de evitarlo es demasiado fuerte. Así que comienza a observarla sin disimulo, Alessia lleva un vestido amarillo pastel, adora los vestidos, así que siempre que la ve lleva puesto uno de diferente color. Tiene un escote de corazón que permite ver sus atributos, un collar con la inicial de la A cuelga de su cuello, y aunque en el momento Paul no le puso atención, todo a su alrededor dio vueltas al ver de nuevo el collar. Es igual al collar que Alessia llevaba puesto todo el tiempo, él se lo regaló antes de morir, fue un regalo de aniversario, y ella jamás se lo quitaba. ¿Cómo es que la niñera de su hija lleva uno exactamente igual? Y entonces Paul sin previo aviso toma el collar entre sus manos, asust
Alessia no había visto a Alex desde aquel día que salió de fiesta. En realidad, sentía miedo de salir. Desde lo que sucedió en la disco soñaba casi todos los días con aquel hombre y que él la encontraba. Pero en algún momento debía superar sus miedos, ¿no? Así que tomó la decisión de salir a caminar un rato aprovechando que era fin de semana y que no había nadie en casa no podía quedarse para sentirse más deprimida. Tampoco había hablado mucho con Annie y la extrañaba. Extrañaba a Alex y Amelia, extrañaba jugar con ellos y hacer cualquier tipo de locura, pero la sed de la venganza es tan grande que ni siquiera le permite pensar con claridad. ¿Qué tan grande puede ser el odio y rencor como para no tener energías para pensar en algo más? Alessia siempre piensa en sus hijos y en su bienestar, pero lo primero en sus pensamientos desde todo lo que ocurrió ha sido la rabia acumulada, ¿es una mala madre por eso? —Mami...—una voz delicada e infantil susurra detrás de un arbusto, Alessia
—¡No lo puedo creer! ¡Estoy embarazada!—grita Haley por toda la casa llena de emoción.Apenas son las 6:00 AM pero Haley esta dispuesta a despertar a todos para que se enteren de la grandiosa noticia. Sin embargo, le interesa mucho más que se entere Alessia/Mariah. Quiere dejarle en claro que Paul es y siempre será suyo, sin importar que pase. —Haley, baja la voz. Todos están durmiendo...—susurra Paul somnoliento y frotándose los ojos con pereza—. ¿Cuál es el alboroto? —Esto es—dice Haley con una enorme sonrisa enseñándole la prueba de embarazo, con un "POSITIVO" en grande. Paul se queda perplejo y de la sorpresa se le esfuma el sueño. Toma el papel con demasiada rapidez y comienza a leerlo detenidamente, buscando algún error. "No puede ser..." —¿Qué? ¿Pero cómo?—¿Hace falta que te explique como quedé embarazada?—le pregunta irónicamente y en tono de burla. —¿Cuantas semanas tiene?—Tengo 1 mes de embarazo—declara Haley enseñándole de nuevo la hoja donde indican las semanas que
—Adelante. Un hombre bajito, con traje y chaleco, y de lentes entra apresurado, es el segundo asistente de Paul. Tiene un celular en la mano con una grabación y papeles en la otra mano. —Tiene que ver esto—le dice el asistente y se acerca con pasos apresurados para enseñarle el video de su celular. Cuando se reproduce, aparece en pantalla la caja fuerte pero desde un ángulo demasiado extraño, es como si hubieran acercado la cámara. De repente aparece una mano con un guante negro y la mano saluda con elegancia y con lo que parece burla a la cámara. Abre la caja fuerte colocando el código y saca todo el dinero de la compañía, dejando solo un billete. Y ahí se termina el video. Paul estaba hecho furia, tenía el rostro colorado y parecía que echara humo por las orejas.—¡¿Qué es eso?!—grita sulfurado asustando al pobre hombre que está a su lado, y sale de la oficina pisando fuerte sus talones. Será un día largo para todos en la compañía... (...) —¡Te dije que iba a conseguirlo, mi