CAPÍTULO 10: ESTOY ENLOQUECIENDOThéoLas esquirlas de una mesa de madera salen volando, víctimas de mis garras afiladas. Estoy hirviendo de la ira y no sé si puedo mantener el control. Esa chiquilla, es humana insolente… no sé qué es lo que provoca en mí, pero lo que hizo… ¿Acaso está loca? Si no me hubiera detenido en seco, si no hubiese sido capaz de detectarla a tiempo, ahora sería ella la que estaría hecha un despojo de carne y viseras en el suelo.No debí abofetearla, pero si no hacía eso frente al lobo que estaba interrogando, pondrían en duda mi autoridad como rey.—¡Maldit4 sea! —exclamo en voz alta.—Padre, ¿qué sucedió?Seraphina entra de pronto a la biblioteca, no me encuentra en mi mejor momento. Me doy la vuelta para encontrarme con su mirada. Mi única hija, la princesa de este reino. Ella es igual a su madre, incluso tiene el mismo color de cabello.—Hija, no pasa nada, estoy bien.—Esa mesa no opina lo mismo —dice con una sonrisa cómplice.—Fue un accidente.Seraphina
CAPÍTULO 11: ACERCAMIENTOEvadneDespués de tres horas cortando la leña con el vestido pegado a mi cuerpo por el lodo, empiezo a considerar que no fue la mejor idea del mundo ponerme altanera con la tal Juno. Los brazos me arden con cada levantamiento que hago del hacha y ya me he quedado prácticamente sin fuerzas, pero mi terquedad por probar que soy capaz de hacer esto es lo único que me impulsa a seguir.Levanto el hacha una última vez para cortar un tronco grueso de roble, confiada en que me saldrá bien. No obstante, el hacha se me queda atorada a mitad de camino y ahora es imposible de mover.—¡Rayos! —protesto conmigo misma.Apoyo mi pierna sobre el mango de la herramienta sin ningún éxito, y si intento sacarla tampoco tengo ningún resultado. Si fuera una loba esto sería como cortar mantequilla.—¡Arg! —refunfuño. Tomo el tronco con mis manos, como si la furia me ayudase a abrirlo. Mi mano se desliza por dentro de la madera y de pronto siento una enorme astilla enterrándose en m
CAPÍTULO 12: ALGO ANDA MALThéoLo que acaba de pasar… mejor dicho, lo que casi pasó, pero no pasó al final… ¿realmente estuve a punto de besar a esta humana esclava?No sé qué demonios me sucede, nunca me había sentido así; no desde… desde Evadne.Una sensación de desasosiego me oprime el pecho, no sé cómo sentirme al respecto. Una parte de mí está emocionada con estos nuevos sentimientos que me embargan, después de todo, creí que no me volvería a pasar nunca más. Sin embargo, hay otra parte, la que es fiel a Evadne y se niega a dejarla de lado.«Pero no sería dejarla de lado», dice una voz en mi cabeza, «más bien es como darle un espacio en tu corazón a alguien nuevo».El solo hecho de que lo esté considerando hace de mis pensamientos un nudo imposible de revolver. Esta humana no puede despertar cosas en mí que solo hacía Evadne, no es posible.Cuando ella murió, la marca en mi pecho desapareció y así se ha mantenido durante veinticinco años.Y aun así, aquí estoy. Trayendo a rastra
CAPÍTULO 13: ENCUENTRO CON MI HIJAEvadneUnas horas antes…No sé cómo sentirme al respecto. Tener un aspecto diferente y esta forma en la que Théo me trata me hace sentir mariposas en el estómago, pero al mismo tiempo, tengo mucho miedo. Sé que le atraigo, sé que nuestra conexión sigue trascendiendo incluso la muerte y la reencarnación.Pero la marca de los destinados no se mostrará nuevamente en su pecho a menos que él acepte que siente algo por mí y yo por él. Esa es la particularidad de ser Mates. Si uno de los dos nunca acepta el vínculo, es probable que jamás podamos unirnos como la diosa luna lo dicta.Por supuesto, yo no tengo ningún problema en admitirlo. Por mí, les gritaría a los cuatro vientos cuánto lo amo, pero las cosas no son tan sencillas como me gustaría.Después de que lo veo marcharse con nuestro hijo menor, me dirijo a ala este del castillo como me indicó. Imagino que esa sanadora que me mencionó debe ser una loba nueva. Me pregunto qué habrá ocurrido con Alita.V
CAPÍTULO 14: PREOCUPACIÓNEvadneMi corazón late como un caballo desbocado a galope mientras sigo a Aurelian hasta la habitación. Pienso que no me dejará quedarme, pero para mi sorpresa, no solo me deja pasar, sino que además, me pide que le ayude a desvestirlo.—¿Qué? —digo en un susurro.—¡Date prisa humana! —grita.Tardo tres segundos en reaccionar, le quito la camisa y los zapatos, en lo que él lo acomoda bien sobre la cama.—¿Dónde demonios está la Luna de este reino cuando se necesita? —cuestiona con fastidio.Para mí es una fortuna que no se encuentre. De otro modo, seguramente ya me hubiera echado de aquí.—Yo puedo ayudarlo en lo que necesite —respondo a Aurelian.Sus ojos verdes como eran los míos me evalúan con intensidad. Algo me dice que no confía en mí, pero no se detiene a interrogarme, porque la seriedad del momento no lo requiere.Las puertas se vuelven a abrir de improvisto. Thalia entra con una loba de cabello plateado que se ve bastante joven. Ella debe ser Yuvanna
CAPÍTULO 15: DESAFÍOThéo¿Tenía que aparecer justo en este preciso momento?No hay duda de que Meinara es muy buena para llegar en los momentos menos indicados. No sé si habrá visto algo, pero por poco me descubre en la cama con Layra. Y no es que estuviésemos haciendo precisamente algo malo, pero la cercanía que había entre los dos no era apropiada. Mucho menos entre un rey y una esclava humana como ella.—¿No me oyeron? ¿Qué está pasando aquí?—No pasa nada Meinara, la esclava ya se iba. —La chica se pone de pie a toda prisa y sale corriendo sin decir una palabra.La tensión se siente en el aire en lo que Cassius y Meinara terminan de entrar al cuarto y cierran la puerta.—Padre, ¿qué fue lo que pasó? —cuestiona con el semblante serio.De los tres, él es el que más se parece a mí, no solo físicamente, sino también en la manera de ser.—Nada, fui imprudente y pagué las consecuencias.Meinara se acerca a mí y se atreve a tomar mi rostro entre sus manos para evaluar mi estado. Su solo
CAPÍTULO 16: AMENAZAEvadneNo sé ni cómo llego a mi habitación con la mano en el corazón y mis sentimientos revueltos en el estómago. Théo estuvo a punto de besarme y de hacerme quién sabe qué más.Dejo salir un suspiro ahogado y no puedo evitar ensanchar una sonrisa de oreja a oreja. Sé que no es lo mismo para él que para mí, pero no cambia el hecho de que ese momento fue perfecto.—Esta noche debería decirle quién soy —susurro para mis adentros.Trato de retomar la compostura y vuelvo a salir de la habitación. Veo a Thalia a la distancia y le llamo con entusiasmo para contarle lo que ocurrió.Me siento como una niña que ha encontrado a su compañera de travesuras.—¡¿Y bien?! ¿Qué pasó? ¿Te reconoció?—No, pero casi me besa.—¡¿Qué?! ¡Ah! ¡Por la luna! ¡No puede ser! —chilla como cachorra en celo.—Creo que esta noche debería decirle la verdad, ¿crees que me escuchará?—De escucharte, sí, lo hará. El problema es que te crea.Muerdo mi labio con la incertidumbre rondando mi cabeza. T
CAPÍTULO 17: ¿A QUÉ JUEGAS?ThéoSiento la presencia de la pequeña humana mientras estoy en la biblioteca. Justo cuando estoy pensando en Evadne, ella se aparece para desestabilizar mi mente. No se ha dado cuenta de que la pillé escuchándome, por eso se sorprende cuando me acerco a toda velocidad y la retengo en la puerta.—¿No te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?Sus enormes ojos avellana me miran desorbitados. Cualquier otra humana me temería en este momento, pero no detecto miedo en su mirada, más bien, parece haber una mezcla oculta de deseo y anhelo. Por un breve instante, me vuelve a gatillar el recuerdo de Evadne.—Yo… lo lamento, no quise…En ese momento escucho un par de pasos acercándose. La atraigo hacia mi cuerpo y cierro la puerta de la biblioteca.—¿Qué haces aquí? —le susurro, con mi rostro a escasos centímetros del suyo. Ella traga saliva, nerviosa, y me mira con una mezcla de sorpresa y excitación.—Solo quería… devolver este libro. Lo