Daniel.-Después de ver a Emily partiendo a la cita con ese imbécil mis emociones estaban en contradicción por una parte aún me sentía desplazado con toda esta situación de Diogo, pero entendí que nadie ni siquiera Alex Scott podrá quitarme el cariño que siento por ese pequeño y por darle la familia que se merece, por otro veo en Emily un esfuerzo por demostrarme su amor y su apoyo, de querer que nuestra relación funcione.Lo que me lleva a seguir avanzando, camino hasta mi oficina y una vez sentado frente a mi laptop le digo a mi mente que lo que estoy a punto de hacer es el último peldaño para superar todo ese pasado que tanto me ha atormentado.— ¡Hola hermano! ¡Qué sorpresa que me llamas! –En la pantalla aparece Tamy. –Mira cómo va creciendo tu sobrino –Dice mostrándome su pequeña barriguita, me ilusiona tener un sobrino, considero a los hijos de Derek como parte de mi familia, pero este bebé es de mi hermana, de mi sangre.— ¿Sigues enloqueciendo a Chris con tu mal humor?— ¡No!
Emily.-Diogo y yo llegamos al parque donde nos encontraríamos con Alex para que lo conozca, tengo los nervios pegados al estómago, solo espero que mi plan funcione, cuando se dé cuenta que un niño es mucha responsabilidad, para un hombre que viaja mucho y con tantos negocios en su vida no hay cabida para un niño.No pretendo quitarle su derecho después de todo es su sangre, pero no voy a quedarme tranquila, pelearé con el arma de la diplomacia para quedarme con mi hijo.— ¿Mami aquí veremos a tu amigo? –Diogo me mira fijamente al verme perdida en mis pensamientos.— Sí, cariño aquí lo veremos, quiero que te sientas cómodo ¿Te parece bien? –Él asintió sonriendo, acaricie su cabello con ternura y nos adentramos en el parque, las risas y los gritos de los niños disfrutando de las atracciones nos recibieron de inmediato, fui hasta la caseta donde venden las fichas mientras esperaba por el vendedor una mano tocó mi hombro haciendo que me sobresaltara, al girar ahí estaba él, Alex Scott co
Emily.-Masajeaba mi cuerpo con la esponja llena de espuma, el baño en la tina comenzaba a relajarme cuando la puerta del baño se abrió lentamente dejando ante mis ojos la más exquisita y maravillosa imagen de mi marido complaciéndome con la petición que le solicité hace unas horas y con un extra, una botella de champagne más dos copas.— ¿La dama desea compañía? –Me pregunta apoyándose en el umbral de la puerta, mordí mis labios al escanear su cuerpo a detalle.— ¿Usted qué cree caballero?Dije con mi voz cargada de seducción, con solo mirarlo estaba que estallaba de la excitación, Daniel físicamente era todo un espectáculo y con el pasar de los años se puso mejor, en él encaja perfectamente ese dicho mientras más viejo el vino más delicioso y en mi caso era afortunada porque solo yo podía disfrutar de ese vino. Sirvió las copas de champagne, mientras yo fisgoneaba lo que había debajo del delantal lo que me hizo agua la boca.— Señora Mercer, calma, no sea traviesa –Dice sonriendo.—
Emily.-— Extrañaba estar así contigo –Me aferré al pecho de Daniel, aún la noche era joven para nosotros y seguíamos haciendo el amor con la misma intensidad.— Yo también ¿Sabes por qué me alejé? –Me preguntó acariciando mi espalda con las yemas de sus dedos.— Lo sé, Daniel no quiero que pienses que hago las cosas para lastimarte –Se quedó en silencio, levanté mi cabeza para ver sus ojos que estaban perdidos en la oscuridad de nuestra habitación, luego desvió la mirada hacia mí. – ¿Piensas que te hago daño a propósito?— Sé que no, es solo que es difícil cuando me haces a un lado, quiero compartir toda mi vida contigo, a veces siento que… quisieras estar sola lidiando con todo esto— ¡No, amor! No quiero eso, todavía sigo siendo esa rebelde que quiere resolverlo todo yo sola y perdóname por eso –Me acerco y beso su mejilla. –Quiero que tengamos un bebé. –Sus ojos se iluminaron ante mi mención luego de pasar por la sorpresa de mi petición.— ¿Estás segura?— ¿Por qué no habría de es
Leandro.-Observo el amanecer desde mi terraza, han pasado dos días desde conocí a mi hijo, hice un movimiento sencillo solo para bajar la guardia de Emily, incluso la del idiota de Mercer.Despidiendo al personal de Vanessa descubrimos dos agentes del FBI que la investigaban infiltrados en la villa, por suerte resultaron ser muy ambiciosos los desgraciados y con una pequeña fortuna los pusimos de nuestro lado, solo esperan mi orden para confirmar la muerte de mi amada esposa, debo reconocer que es un movimiento arriesgado, Mercer podía influenciar a Emily para sacarla de España y regresar a Estados Unidos que no vendría mal, tenemos una deuda pendiente que saldar con Jacob Morgan, pero por ahora no me conviene apresurarme la paciencia es mi mayor virtud.— Jefe –Escucho la voz de mi abogado.— Estatus de todo lo que te ordené.— Conversé con la encargada del servicio social, quedó convencida con su petición conversará con el juez— ¿No sospecha de que el juez está de nuestro lado?—
Emily.- Con razón su nombre me resultaba familiar, cuando comencé a trabajar con Daniel algunas veces escuché sobre ella en conversaciones, fue el primer amor de Daniel, la primera mujer con la que tuvo sexo, la primera mujer de la que se enamoró, sabía que ella había sido muy importante en su vida.— Emily –Menciona sacándome de mis pensamientos. –Espero que esto no sea un impedimento para trabajar juntas yo necesito una persona de confianza que me apoye.— Me alegra que menciones la confianza, yo puedo ser esa persona, siempre y cuando también me demuestres ser una persona confiable, debe ser recíproco –La esposa celosa comenzaba a aparecer dejando claro de quien es el terreno que pretende pisar, si es que lo hace.— ¿Hablas de Daniel? No deberías sentir inseguridad, después de todo se casó contigo, además lo que ahora necesito es concentrarme en el trabajo y no en la vida feliz que tiene el hombre que dejé tontamente escapar –Me suelta dejándome sin palabras. –Si necesito que te h
Emily.- Mordía mis uñas y caminaba de un lado a otro por la oficina de Leonor, nos mandó a llamar para una reunión, por teléfono sonaba muy seria, solo espero que mi plan con Alex Scott haya funcionado.— Amor tranquila, todo va a estar bien –Daniel me envuelve entre sus brazos intentando darme fuerzas, pero los latidos de su corazón me indican lo contrario, yo estoy afectada por la posibilidad de perder a mi hijo, pero él es diferente de tener una custodia compartida deberá aceptar que Alex tiene derechos como padre y para alguien orgulloso como lo es mi marido, es un duro golpe.— Señores, disculpen la tardanza –Leonor entra hecha un huracán soltando sobre su escritorio un montón de carpetas. –Tomen asiento –Nos señala ambas sillas que se encuentran situadas frente a ella. –Bien –Dice entrelazando sus manos apoyadas en el escritorio. –Recibí la visitas del abogado de Alex Scott, estuvimos conversando sobre el encuentro de él con Diogo, ciertamente se dio cuenta que criar y cuidar a
Leandro.-— El consejo está haciendo preguntas, el FBI investigando, no está bien nos pones a todo en riesgo. –Ruedo los ojos al seguir escuchando a mi padre por teléfono, reprochando mi orden de divulgar la muerte de Vanessa.— ¿De qué se quejan? Sin mis acciones jamás habríamos descubierto a los infiltrados del FBI, que por cierto pienso que tuvieron ayuda de alguien dentro de la organización –Del otro lado hubo silencio. –Gracias a mi hemos descubierto que tenemos un traidor, aunque Vanessa lo sospechaba, pero no pensé que fuera tan idiota como meter a dos agentes, deben preocuparse por eso, además ¿No les molestaba que una mujer liderara la organización? ¡¿Qué carajos quieren?! Sin tanto te molesta mi plan entonces deja de drogar a Vanessa que vuelva a hacer mi esposa y listo –Nuevamente hubo silencio. –No lo quieres ¿cierto? Porque la tienes a tu total merced, entonces deja de quejarte y por una puta vez en tu vida apóyame, no me has dado nada, sin embargo yo sigo premiándote, ha