-¿Qué haces aquí?. - pregunto realmente sorprendida.
Él rueda los ojos y apoya los codos en mi pupitre para estar más cerca. - Un ¿Qué tal? ¿Cómo te ha ido? Estaría más cerca de alguien que pertenece a la alcurnia. - contesta.
Mi columna se endurece y retrocedo unos centímetros, en guardia.
-Ya no pertenezco a esa familia.
-Eh, si, he oído de eso. - comenta divertido. - los chismes vuelan.
-¿Se conocen?. - la voz incrédula de Lucie hace que le preste atención,como también él.
Sus rizos dorados saltan cuando voltea la cabeza en su dirección.
Contestamos al unísono.
-Sí.
-No.-me apresuro a decir.
-Bueno, no tanto como me hubiera gustado. - dice y le guiña un ojo.
EvanMe dejé llevar, quizá un poco.No, antes de que me culpen quiero decir algo en mi defensa: No lo pensé.Hace una semana que la veo. Todos los días sin falta, voy a su instituto y la sigo hasta su casa.Ella no lo sabe, ni tampoco tiene que saberlo. Pero la verdad es que me preocupa, hay algo dentro de mi pecho que se siente diferente, cuando la miro.No puedo evitarlo, no sé cómo dejar de sentirlo.Probé muchas cosas, hacer ejercicio, leer, estudiar, arreglar asuntos de la empresa, ir a embajadas, hasta incluso hacer reuniones extras. Pero nada funciona, al final, siempre mi mente va con esa chica de cabellos dorados.Por mi chófer personal, sé que se llama Abbey, y nunca había escuchado un nombre igual.Ahora mismo, quizás sí me
Abbey-Darleen.-¿Cuánto tiempo, amiga?. - Darleen prácticamente salta a abrazarme.Me faltó tiempo para alejarme de ella.-No soy tu amiga. - contesto y me alejo un paso.Ella hace una mueca. - Sí.. En cuanto a ese tema, vine a disculparme.Abro mucho los ojos. ¿Escuché bien?-¿Qué?-Sé que fui una perra contigo, ese día y por eso vengo a pedir disculpas. No he visto a CanCam desde hace mucho tiempo y me he emocionado. No tuve en cuenta tus sentimientos. Lo siento.Decir que estoy sorprendida es poco. El remordimiento que trae en el rostro parece legítimo. ¿Entonces ella de verdad lo siente?-¿De verdad?. - No me fío todavía de ella.Asiente efu
Evan. Algunos cabecean en forma de saludo, mientras que otros simplemente levantan la mano. Una cosa importante en un estudio de fotografías o grabación: El silencio. Ya no les sorprende que esté aquí, de todas formas, fui mucho tiempo novio de Darleen y la acompañé desde que empezó a los 3 años de edad. El estudio es exageradamente espacioso, las paredes eran de un color verde opaco, habían luces blancas por todos lados, personas con trajes extravagantes, algunas en bikini, otras con maquillaje exótico, están muchos fotógrafos, y hay cámaras de filmación.Me coloco en la esquina más alejada de Enoch. Ese tío no me cae bien. Da repelús. Con su ojos lo que hace es analizarte, con encanto atraparte y calcular cuántos dólares vas a hacerle ganar, dependiendo del potencial que ve en ti. Lo sé, porque lo vi en acción y no es una persona que quiero cerca de Abbey. Darleen le sonríe al señor, sentado en la silla, frente al escenario de su nueva película. Posiblemente estén en el descanso
AbbeyYa estamos en la última hora, y anhelo poder salir, ir a mi casa y dormir hasta que sea lunes.Hoy es vierneeeeeeeeesss. No me emociono porque salgo ni nada, solo porque es viernes y ya luego no hay instituto. Vamos, ya me entendéis, sin profesores pesados ni levantarse sumamente temprano para ir a un infierno.-Psss Psss. - levanto la cabeza y Lucie me mira irritada desde su lugar, enfrente de mí, para luego agregar susurrando. - ¿Porqué no me haces caso?La miro sorprendida. - ¿Me hablabas?Lucie bufa y la profesora nos mira con una ceja levantada. Rápidamente bajo la cabeza y simulo estar concentrada. La verdad es que estoy poniendo atención a cualquier cosa menos a su materia. Historia es un asco. Tengo tanto sueño, casi se me pegan los ojos. Pero a la vez la ansiedad no me permite dormir. Se preguntarán porqué. Pues la noche anterior llegué a casa muy tarde, yo sólo recuerdo haberme quedado dormida en el hombro de Evan. Según mis papás fue Evan quien me subió en sus braz
DesconocidoSemanas atrás...La melodía de su celular irrumpe bruscamente su subida al Deportivo Mustang blanco, que ahora tenía una mancha horrible en su guardabarro. Con una mueca atiende el celular, lo coloca entre su hombro y oreja, mientras que se dedica a limpiar a su hermoso bebé.-Espero que sea importante, estoy ocupado.- Sí, ocupado haciendo que brille su Mustang.-¿De verdad? ¿Qué estás haciendo, cenando con la Reina Isabel?.- la irritante voz al otro lado de la línea hace que apriete con fuerza su mandíbula.-De un tiempo acá, te has creído mi jefa y ya me estoy hartando señorita "de clase alta".- las últimas palabras lo dice con mucho veneno, recordando la vez que se había referido a sí misma.- Yo tengo poco que ganar sin embargo, tú mucho que perder.-¿Te atreves a amenazarme?.- suena bastante ofendida y eso lo divierte.- Te recuerdo que también estás en este circo.Sí, y ahora mismo se maldice por aceptar ese trato. En un principio le pareció muy tentador, sin embargo
-Ya está todo listo. Tengo a una de ellas comiendo de mi mano, pero las demás todavía dudan.Espera pacientemente a que la otra voz conteste. La verdad es que ya se está aburriendo de este estúpido juego. Lo que le apetece es ir a un bar y beber hasta que alguna hermosa mujer se le insinúe. O mejor aún, que aquella pelirroja curvilínea pueda sacarle todo el estrés, de la manera que él mejor sabe.-No me importa si le tienes que poner tu traje Armani debajo de los zapatos. A esas estúpidas las tienes que tener todas a tu disposición.-Ya sé, socia.- Já! la palabra socia suena ridículo hasta para él.- Las tendré comiendo de mi palma dentro de poco.-Poco es mucho tiempo.-contesta duramente la fina e irritante voz. "Todo es por el dinero, todo es por el dinero" se repite mentalmente para aguantarla .- Ahora es el momento.-Está bien, futura esposa.- Reprime el instinto de bufar ante lo último. Se repite de nuevo mentalmente "Todo es por el dinero, el dinero todo lo puede".- Voy a hacer a
Evan-Camcam.-su vocecita hace media hora que me está irritando.- ¿Sabes? El otro día estuve en el shopping y encontré...Dejé de escuchar de nuevo su parloteo para concentrarme en la gráfica. Éste informe es súper importante para la empresa y está jodidamente mal hecho. Entorno los ojos hacia el papel mientras voy corrigiendo los errores monumentales y apuntando mentalmente dar una clase privada a la nueva secretaria sobre hacer informes correctamente.Un silencio sepulcral en mi despacho hace que me sienta extraño. ¿Qué ella no estaba..?El documento con las gráficas de repente salió volando de mi escritorio. ¿Que demonios?-¿Cuál es tu problema, Darleen?.- el enojo se hace presente en mi voz y me giro a mirarla fríamente.- Hace más de media hora que estoy tratando de hacer este informe como se debe y ...-Ése es el problema.- se incorpora en el sofá y succiona su labio inferior, interrumpiendome.- justamente durante ese tiempo estuve hablándote y no me haz hecho caso. Eso no me da
AbbeyEvan caminó con total seguridad que me asombró. Bueno, él siempre me asombra (no me molesten por admitirlo, ¿vale?)El chico abajo mío, soltó un jadeo brusco en cuanto Evan y su porte intimidante llegaron hasta nosotros.-¿No me oiste?.- El Salvador mejor conocido como Evan sujetó el brazo que todavía estaba levantado del chico y lo lanzó con fuerza hacia atrás. Ése movimiento hizo que mágicamente nuestras ropas dejaran de estar unidas. -No la toques.Me asió con firmeza la muñeca, pero no con tanta fuerza como para que me doliera, me puse de pie y me acercó a él. El aroma a menta, sudor y humo llegaron hasta mí e inhale profundamente llenándome cada rincón de mi ser. Llenándome de una paz y seguridad que extrañaba muchísimo.-Me la llevo.-anunció a nadie en particular y empezamos a caminar cuando la voz todavía ebria y con ganas de salir herido, del chico, lo hizo parar abruptamente y que yo chocara con su espalda.-¿Es tuya?.-el chico arrastró las palabras mirando fijamente a