El 31 del mes de Mayo, se celebraban dos eventos importantes, aunque a muchas millas unos de otros, dos jovenes de 21 años, que alguna vez fueron amigos, cumplirían sus anelos de la infancia, aunque sin saber que pronto tras estos eventos volverían a verse.
El Castillo Dorado, aun guardando luto, por todos su difuntos recientes, preparaba una pequeña ceremonia, para nombrar oficialmente a Mupi Gran Maestro hechicero de Dorado. El joven hechicero, a pesar de que iba a cumplir su sueño por el que trabajo desde su infancia, sentía una profunda tristeza por la muerte de su maestro, quien había sacrificado la vida por el; al igual que su padre hace tres años, el general Fransé quien lo había entrenado en el combate y con quien; pese a la diferencia de edad, había establecido una fuerte amistad y la reina, quien al igual que el Rey lo hab&
De pronto pasaron 10 años, en los que Silver, atacó y destruyó, mas aldeas y pueblos, que estaban dentro del territorio del Castillo Dorado. El general Silver no tenía escrupulos y preparaba en aquellos días un ataque al pueblo que estaba entre los limites del territorio del Castillo Dorado y el de Plata, el malvado hechicero sentía que ganaría mas terreno si desaparecía aquel pueblo y además si lo lograba podría también conquistar el Castillo Dorado. Silver, luego de la condecoración de druposquí ya no podía actuar sin el permiso del lider del Castillo, quien ya tenía 31 años de edad, una barba en forma de candado de color azabache como su abundante cabello, y sus ojos aun tenía rastros de una inocencia pura. Druposqui, cumplia tres tarea, Lider de Plata, Padre de Llelican y Esposo de Agatha, quien había enfermado y aunque la habían cuidado durante todos estos años, lo que se avecinaba era inevitable.
Mupi Regresaba al castillo; había bajado aquella mañana al pueblo a comprar algunos componentes mágicos que le hacían falta. Cuando ya iba llegando al Castillo, un bulto alargado que se encontraba tirado a un costado del camino lateral, llamó su atención, se acercó a el lentamente y al notar que era una pequeña niña, apresuro sus pasos. Al llegar a ella, el gran maestro dejo las bolsas a un lado y tomando a la chica en brazos notó la palidez de su rostro, sus ropas, y todo su cuerpo estaba sucio, tambien tenía en sus brazos y piernas rastros de sangre ya seca de algunas heridas medianamente cerradas. El hombre comprobó su pulso y suspiro con alivio al notar la calidez de su piel y un debil pulso, comprobando que la niña solo estaba desmayada, la cargo en su espalda, tomó las bolsas de sus compras y se fue al castillo.&
Pasados unos tres días despues que Mizuki Llegara al Castillo, la niña había explorado el lugar, tenía su propia habitación y le habían regalado muchisima ropa, la pequeña se recuperaba y se iba sintiendo más segura. Mupi, la dejo, durante ese tiempo tranquila puesto que necesitaba que se recuperara un poco, antes de ponerla a trabajar nuevamente. El hechicero se deleitaba al verla correr y jugar, cuando bajaban al pueblo, sepreguntaba si aquello que sentía era un sentimiento paternal, le tenía un cariño grande a la chica tal vez por su inocencia y deseaba protegerla a toda costa. Mizuki, había entablado amistad muy rápido en el castillo, algunos jovenes soldados jugaban con ella e incluso el actual general francois, le tenia aprecio, pero, en el caso de los principes que eran sus protegidos; aunque se l
Apunto del Anochecer, Mizuki y Mupi, se encontraban frente a la Cabaña de Hechiceros, en el patio del Castillo Dorado, los soldados nocturnos se preparaban para cubrir sus puestos. El hechicero, observó a Mizuki y le reiteró:—Bueno querida, como te expliqué mas temprano, el primer paso para convertirte en aprendiz, es el de transferirte parte de mi poder.—¿Eso significa que me convertiré en hechicera?—Así es, luego de la transferencia, te enseñaré como controlar y aumentar ese poder, con entrenamientos acordes, pequeña—continuó Mupi—¿Estas lista para ser hechicera? El hombre espero la respuesta de la niña, quien respiró profundo y asintió firmemente, el hechicero sonrió y poso con suavidad las manos sobre la cabeza de Mizuki, luego ambos cerraron los ojos. Por unos segundos se escucharon los pasos de los soldados que andaban de un lado a otro y entonces comenzaron a sentir los efectos del proceso, Mizuki sentía una e
A la mañana siguiente, Mizuki, despertó llena de energía se sentía fuerte y poderosa, pero no por los poderes transferidos por Mupi los cuales no se habían manifestado aún, era una sensasión distinta. Luego de Asearse, Salió de la habitación e iba jugando dando saltos sobre las flores que formaban los vitrales sobre la alfombra. en uno de los últimos giros escuchó pasos y se detuvo prestando atención a la oscura figura que se aproximaba por el pasillo, la pequeña sonrió al darse cuenta que se trataba de la princesa Celani, la heredera del castillo y de la que era encargada de proteger. La luz del sol colada atravez de los cristales hicieron billar el hermoso cabello rubio de la alta y esbelta chica de ojos azul real. Celani, al ver a Mizuki le sonrió. la niña realizo una suave reverencia y la princesa ya mas cerca de ella, saludó:—Buenos días, querida Mizuki.—Buenos días Majestad—Contestó la joven sin dejar su reverencia.—Mizuki,
La princesa Celani, al ver a Mizuki le sonrió, y El príncipe en cambio le dio la espalda a la niña, su hermana lo reprendió y la joven hechicera aunque se molestó por la aptitud de Esleider, llegó junto a ellos.—Hola nuevamente, Mizuki, ¿Cómo va el entrenamiento?—Va regular, alteza, ¿y ustedes? Mizuki observo las ropas del principe, quien aúnnle daba la espalda e interrogó:—¿Saldrá a cabalgar , majestad?—Eso no es de tu incumbencia—contesto Esleider de forma altanera. Mizuki respiró y tratando de no contestarle mal al príncipe continuó:—Lo acompañaré alteza, su padre me impuso el deber de protegerlos y es peligroso que... Esleider volteó y c
Iniciaba el año 1451, en el que enero, había corrido bastante rápido, y en cambio febrero apenas llegaba a su mitad. Los último meses del año anterior, habían pasado tranquilos, aunque los disturbios en las aldeas del territorio de Misem continuaban. Mupi, ya pronto cumpliría sus 33 años de edad, aunque salvo por la barba que el invierno había dejado en su rostro, no lucia tan mayor. Mizuki, cumplió sus 11 años en diciembre del año pasado pero, en vez de celebrarlo, solicitó permiso para viajar, pues llevaría flores a sus padres dado que aquel mismo día estos cumplieron un año de haber sido asesinados. Esleider, se mantenía ocupado, ya que luego de cumplir sus doce años se le habían dado mas responsabilidades. Celani, hab
Llelican se había quedado parado, viendo como Mizuki y el hombre que la había llamado se alejaron y al recordar a la chica sonrió. La ronca voz de su padre lo hizo reaccionar y el joven corrió a su lado. Druposqui y LLelican, estaban de regreso en el castillo de plata. Al bajar del caballo el conde fue abordado por el soldado que le dijo algo acerca de la condesa y sin decir nada el papá de Llelican se fué. Al chico no le extrañó aquella acción y al encontrarse solo se puso a entrenar. Al caer la tarde, el joven Llelican escuchaba cuchicheos cercanos a la habitación de su madre, el chico conocía la condición delicada en la que se encontraba pero, cuando intentó acercarse a verla, su padre salió de la habitación y lo detuvo:—Lo siento Hijo, no puedes p