Mientras Mupi, ya comenzaba con sus entrenamientos diarios en el castillo dorado. En el castillo de plata, las cosas habían cambiado; Silver ya no era tan cruel con su hermano y el joven conde, estaba totalmente enamorado de la hermosa joven que conoció durante su fiesta de cumpleaños.
Agatha y Druposqui, se habían hecho novios unas semanas luego de haberse conocido, y ya para finales de marzo estaban muy unidos por el profundo amor que se tenían, y siempre estaban juntos; salían a cabalgar al lago, cenaban a la luz de las velas. Silver, a fin de que su hermano se pusiera de su parte, dejaba que fuera feliz, aunque en realidad la princesa Agatha no le agradaba ya que era una lider y si ella y Druposqui se casaban el quedaría en bajo perfil, o al menos es lo que él imaginaba y fuera mentira o una realidad eso, nunca lo permitiria; no obstante, dejaría que su hermano disfrutara de su idilio.
Antes de cumplir los seis meses Druposqui, decidió dar el si
Dos años habían pasado desde que Druposqui y Agatha se unieran en Matrimonio, y los jovenes llevaban una unión prospera y llena de amor. Por otro lado el rey Misem y la reina Cadelia habían sido bendecidos, en año anterior, con su primera hija, que pasaría a ser su futura heredera, la niña llevaba por nombre Celani, la pequeña princesa ya tenía 1 año de edad, había aprendido a caminar y se paseaba de forma gracil por los pasillos del Castillo dorado. Transcurría el año 1438, en el cual; salvo por algunas cortas batallas, reinaba la paz. El General del Castillo Dorado, Fransé, cuidaba de su hijo de ya 4 años de edad, a quien habían nombrado Francois y cuya madre había fallecido, hacía ya año y medio. Así mismo, el Capitán Trino, despues de tanto buscarlo, se había convertido en papá, y a dos años de eso, se sentía feliz y orgulloso con su hijo Tayler. En tanto, Mino
Mupi avanzó unas cuantas millas, por una hora, por aquel silencioso bosque, el chico se encontraba alerta y un poco tenso, hasta que finalmente llego a uno de los pueblos, donde entro a una tienda de componentes magicos; debía comprar polvos esenciales de especie elemental, pero en aquella tienda solo encontró dos de los polvos; perla (viento), marino(agua). Cuando termino de comprar los polvos que había encontrado, continuó su camino, ante la mirada de algunos de los habitantes de aquel pueblo. El Hechicero cruzó un par de aldeas, bastantes peqeñas antes de volver al camino del bosque, que daba al siguiente pueblo. Mientras Mupi seguía su travesía, en el castillo dorado había ocurrido algo que alarmo a sus habitantes, pues, durante el almuerzo la reina Cadelia había sufrido un desmayo repentino y en aquel momento se encontraba junto con Misem y la pequeña princesa, en la habitación real, siendo examinada por el médico y fuera de d
Antes de que le sol revelara las anaranjadas hojas de los árboles, Mupi despertó, y luego de desayunar, tomó su mochila para bajar de la alta montaña, cuando tocó tierra firme, miró hacia arriba, tapando su cara con una de sus manos evitando que el sol le pegara en los ojos, observó la cueva, por un momento no muy largo y sonriendo se dió vuelta, emprendiendo su viaje de regreso. El Joven hechicero no se detuvo mucho en los pueblos, ya que deseaba llegar lo más rápido posible. No obstante solo se paró, para almorzar algo a la hora del medio día, y luego para ocultarse de algunos soldados de plata que rondaban el pueblo limístrofe en la tarde. El regreso fue bastante mas corto, ya que al caer la tarde, logró salir de los bosques del norte y ver finalmente ante él, el lado lateral del Castillo Dorado, suspiró aliviado, y sonrió.&nbs
Un mes paso muy rapido, despues de la muerte de la reina Cadelia, cuyo sepelio había sido hermos. Sin embargo en el castillo aún había un ambiente triste. No obstante, y ajenos a la tristeza que sufrian del otro lado de los bosques. En el Castillo de Plata, Druposqui cuidaba de su esposa, ya que tras unos meses de constantes mareos y nauseas, al ser examinada unos meses atrás, se habían enterado de que estaba embarasada, El joven Conde de 21 años de edad, sería condecorado como lider del castillo para asumir el mando del mismo tal como lo había dejado escrito su madre en testamento. A Silver la noticia del embarazo de Agatha le había caido fatal, y cuando su hermano salía a bsucar las medicinas para su amada, el cruel hechicero le comentaba que su esposo salía a satisfacerse con otras mujeres ya que ella dada su condición no podía. Esas insinuaciones provocaba discusiones entre los jovenes esposos y a Silver le satisfacía oirlos p
Mupi bajo, justo antes que el cuerpo de su maestro tocara el suelo y con sus poderes del viento, logro detener un poco la velocidad del mismo. Luego el joven hechicero se acercó a Mino, quien reposaba aun inconsiente en el piso y lo llamó con desespero.—¡Mino, maestro Mino, despierte porfavor! Los ojos de Mino se comenzaron a abrirse, aunque al gran hechicero, se le dificultaba mantenerlos abierto, Mupi notó que el brillo de sus pupilas, había desaparecido y las mismas estaban bastante dilatadas. El maestro Mino, volteo la cabeza y mirando a Mupi, frunció el ceño y con voz entrecortada reclamó:— Mu...pi, debes...seguirrr—el hombre contrajo su rostro del dolor que sentía, y termino—peleando.—Lo haré maestro, pero primero lo curaré—No—Susurró Mino, deteniendo las manos de su joven discipulo— Mi tiempo ya esta cumplido...querido muchacho, el...cas...tillo ahora queda ahora bajo tú protección Con un último
Mientras el Castillo Dorado, era envuelto una vez más por el luto y la tristeza. En el Castillo de Plata, ignorando lo que ocurria fuera del mismo, Druposqui se preparaba para dos ocasiones especiales; su proxima de condecoración y el Nacimiento de su hijo y heredero, sin embargo, no sabía cual de los dos llegaría primero. No obstante la mañana del 17 de mayo, la hermosa Agatha había sufrido un desmayo unas horas después del desayuno, el médico le recomendó reposo durante todo aquel día y al final de la tarde la hermosa mujer entro en labor de parto. En la habitación solo se encontraba su ama de llaves y la nodriza, junto con el médico, miemtras fuera de esta un desesperado Druposqui caminaba de un lado a otro, deteniendose frente a la puerta con cada grito de su esposa. Silver por otro lado, se encontraba recostado de la pared, sumergido en sus pensamientos, ya que con un heredero, ya este solo quedaría como general del Castillo, pensaba en una
El 31 del mes de Mayo, se celebraban dos eventos importantes, aunque a muchas millas unos de otros, dos jovenes de 21 años, que alguna vez fueron amigos, cumplirían sus anelos de la infancia, aunque sin saber que pronto tras estos eventos volverían a verse. El Castillo Dorado, aun guardando luto, por todos su difuntos recientes, preparaba una pequeña ceremonia, para nombrar oficialmente a Mupi Gran Maestro hechicero de Dorado. El joven hechicero, a pesar de que iba a cumplir su sueño por el que trabajo desde su infancia, sentía una profunda tristeza por la muerte de su maestro, quien había sacrificado la vida por el; al igual que su padre hace tres años, el general Fransé quien lo había entrenado en el combate y con quien; pese a la diferencia de edad, había establecido una fuerte amistad y la reina, quien al igual que el Rey lo hab&
De pronto pasaron 10 años, en los que Silver, atacó y destruyó, mas aldeas y pueblos, que estaban dentro del territorio del Castillo Dorado. El general Silver no tenía escrupulos y preparaba en aquellos días un ataque al pueblo que estaba entre los limites del territorio del Castillo Dorado y el de Plata, el malvado hechicero sentía que ganaría mas terreno si desaparecía aquel pueblo y además si lo lograba podría también conquistar el Castillo Dorado. Silver, luego de la condecoración de druposquí ya no podía actuar sin el permiso del lider del Castillo, quien ya tenía 31 años de edad, una barba en forma de candado de color azabache como su abundante cabello, y sus ojos aun tenía rastros de una inocencia pura. Druposqui, cumplia tres tarea, Lider de Plata, Padre de Llelican y Esposo de Agatha, quien había enfermado y aunque la habían cuidado durante todos estos años, lo que se avecinaba era inevitable.