Nadie, absolutamente nadie sabe el dolor de perder un hijo tan bien, cómo lo sabe una madre...El corazón le dolía demasiado,no había podido soportar la idea de no volver a ver a su hijo,y no saber su paradero que sólo una vez había intentado verlo. Ya habían pasado varios años,y para la gitana había sido una tarea muy difícil el poder escabullirse,primero de los suyos y después de la guardia del rey. Solamente había rogado porque esa mujer aún trabajará en el palacio. La gitana se había agazapado trás unos muros para vigilar el palacio,pero desde donde estaba sabía que era casi imposible que los guardian la mirarán,pero no su gente. Ella estaba en la cima de la catedral,en el último pico, dónde ningún guardia había llegado nunca a vigilar por el temor de caer,pero para su pueblo,los gitanos,esa no era una tarea difícil. Porque desde punto estaban más cerca de las estrellas. Entonces la vió salir,llevaba una canasta a en una mano y en la otra traía a un niño pequeño de no más de 3 año
El comandante estaba completamente sorprendido al ver a Jeremiah.—¿Me recuerda?. El comandante preguntó sorprendido.—Peleaste conmigo en muchos combates amigo. Jamás lo hiciste con mi hermano.Parminius parecía más sorprendido aquella noche ,de lo que estuvo en toda su vida.—¿Acaso era usted?.— Phillipe es un cobarde,jamás ha usado una espada en toda su vida. La fama que tiene el Rey de buen peleador,de líder para su guardia y castigador de rufianes,no es suya. Siempre fui yo el que ponía su vida en riesgo, siempre tuve que pelear sus batallas y vivir bajo su sombra. No puede haber dos herederos del trono,y él por ser el hermano mayor tenía el derecho de serlo. Nadie sabe de mi existencia porque nuestra madre así lo quiso. Siempre fui el plan de reserva. Si a Philippe le sucediera algo yo ocuparía el lugar del Rey,fui criado para ser un soldado. Pero como te has dado cuenta,todo el tiempo el plan de mi hermano fue otro.Darme muerte era lo único que deseaba.Jeremiah por fin pudo
La mujer reconoció de inmediato el camino por dónde la llevaban,quiso escapar. Pero el guardia que la llevaba custodiada le dió una mirada de advertencia. Poulett supo que era inútil tratar de resistirse al arresto. Lo que no comprendió era qué es lo que había hecho. En el pasado había tratado de huir,la última vez que estuvo en el palacio había visto a un joven Rey volverse loco contra todo el mundo. Ese día había muerto mucha gente y ella sabía el porqué.Su amiga Leatitia había sabido esconder el secreto,en cambio ella,con hijos qué mantener había preferido alejarse. En cuánto supo que la gitana esa estaba de encargo,decidió alejarse por su propio bien. Levantaría más sospechas ella,que la misma Leatitia.Giró el rostro para buscar una forma de escapar, sentía un dolor recorrerle los huesos,supo que ese dolor se llamaba miedo. Pasó un buen rato desde que la apresaran y aún no llegaba a su destino. En su bolso aún guardaba un poco del pan que el clérigo le habia obsequiado. Iba a da
Isaiah escuchó fuertes golpes en la puerta,en su condición,no podía abrir rápidamente. Pero los golpes iban aumentando seguidos de fuertes palabras.—¡Abran! ¡Abran de una vez!.El anciano estaba asustado,no sabía quién hacía eso con tanta insistencia. Cuando por fin logró llegar hasta dónde estaba la puerta, trató inútilmente de quedarse quieto y no abrir,pero sin querer golpeó una silla, está se cayó y produjo un fuerte golpe. Al hacer ruido los golpes de afuera se intensificaron. Entonces decidió abrir. Cuando lo hizo sintió un fuerte golpe que lo hizo caer al suelo.—¡Anciano,quedas detenido por traición! Isaiah se sintió asustado. Pero dentro de su corazón supo porqué lo arrestaron. Llevaba años esperado eso. Cuando su mujer llegó aquella noche con un niño,supo que su vida iba a cambiar.Díos había sido un poco cruel con ellos,les había negado la posibilidad de ser padres,y él había perdido la vista en muy poco tiempo. Su mujer era el sustento del hogar,cuando ella cayó enferma,s
El Rey estaba desesperado ahora. En el pasado,no le había preocupado la idea de que la gitana se escapara con el bastardo. Pero ahora las cosas habían cambiado,el niño tendría edad suficiente para reclamar el trono si a él le sucediera algo. Una noche su propio hermano se le había aparecido en sueños y le había planteado la idea, él había Sido asesinado con Jeremiah y el bastardo había subido al trono. Entonces la desesperación se apoderó de su mente ya dañada. No iba a permitir que nadie le arrebatará lo que por años le había costado mantener. Ya había alejado a las suficientes personas y se había desecho de las demás,entre ellos a su única familia.El anciano había sido encerrado hasta que hablara y les dijera algo que pudieran usar para encontrar al bastardo y poder darle muerte. De pronto el Comandante de su guardia entró y se detuvo ante su presencia.—Haz perdido el toque, Parminius. Antes hubieras podido encontrar y darle muerte a mis enemigos,ahora no te haz esforzado lo sufic
El aire era mucho más pesado y frío que otras noches,le abrazó el rostro con una caricia que le recordó a la muerte. Horas siempre había estado solo,jamás había tenido la compañía permanente de una mujer. Su afecto estaba reservado para muy pocos,por esa razón el corazón le estaba pensando en esos momentos. Dió un largo suspiro y se frotó las manos para entrar en calor. De pronto relajó los hombros al sentir de cerca la presencia de Solán. Sonrió levemente y después se giró lentamente.—Es la primera vez que me sorprendes. No esperaba verte aquí.Le dijo al líder de su pueblo. Él estaba parado,con las manos sobre las caderas y una mirada dura,como siempre.—Ya es muy entrada la noche,no te vi en tu habitación,y vine a buscarte. El único que estaba era ese crío que tanto te gusta proteger,duerme como si no debiera nada.—¡Nada debe! Es un crío como bien dijiste. Solán resopló molesto e iba a soltar una maldición,cuando Horas lo sorprendió con una declaración nueva que no esperaba.— Voy
Unos hombres venían custodiando una carreta.Ésta estaba cubierta por una enorme manta en color cielo. Era ya muy entrada la noche cuando se detuvieron antes de llegar a la catedral de Barberino. Éste, permaneció quieto, escondido dentro de la carreta,junto con el comandante Parminius y con su mano derecha Amerís. Era sencillo,habían tenido a un muy buen informante que les había había hablado de un cargamento para la iglesia. Y este hombre había sido atracado ya varias veces por el mismo Fantôme,pero jamás había podido ser apresado. Monseñor había insistido en ir a ese atraco,porque quería definitivamente atrapar al Fantôme,y le había dicho al comandante que no deseaba la recompensa,lo único que quería era poder testificar si era o no el hombre que tanto buscaban.La carreta estaba quieta,un hombre bajó de ella y apretó los nudos de las cuerdas,en gesto muy descuidado para el hombre que había estado observando todo desde el tejado de una de las casas mástiguas de París. El hombre lle
Julianna se despertó en medio de la noche con una agitación en el pecho que le recordó a la época en que su pueblo eran perseguidos. Era un malestar en el pecho,una opresión que no le gustaba,tenía un mal presentimiento. Había caído rendida después de mucho haber llorado por la decisión de su gente. No podía quitarse ese sentimiento de dolor y culpa que estaba arrastrando hasta el día de hoy. Si tan solo no hubiera sido tan tonta para creer las promesas de un hombre que era demasiado distinto a ella. Si tan solo hubiera escuchado a su amigo Adasius. Él era un buen hombre en toda la extensión de la palabra,la había protegido de todo y de todos,y sobre todo. Se había hecho cargo de Foran,sin ser realmente su hijo,y jamás había hablado del tema.De pronto escuchó mucho ruido en los pasillos y decidió levantarse para ir a investigar qué es lo que estaba pasando. Caminó hasta el fondo,dónde Solán solía hacer sus reuniones con su gente,ahí se encontraba Adasius, Jeremiah, Malaquías, Parmini