Capítulo cuatro
Mis piernas me decían que me fuera, que si tenía algo de decencia tomara mis cosas y me largará de aquel lugar, pero mi dignidad como persona ganó la batalla y ahora me encuentro metida en una camioneta con él.
Aunque no me siento mal, pero tampoco bien y todo esto es porque él está enfrascado en su mundo ignorando totalmente a la persona que tiene a su lado.
¿Cómo sucedió todo después de aquel incidente?
Pues...
Flashback
Uis, parece que alguien está en problemas.
Fally, lo que menos necesito ahora es que me metas más presión de la que ya tengo.
La pechugona corre hasta Elián con falsas lágrimas en sus ojos y me señala —ella empezó todo, ella me dijo cosas horribles y luego de que yo la pusiese en su lugar ella me tiro el té encima.
Alzo una ceja y me cruzo de brazos sin interés alguno en sus palabras —mentirosa —susurro para mí.
—Perdona, ¿qué has dicho? —el chico que vuelve loca a mi mejor amiga se acerca a nosotras —si tienes algo que decir compártelo con todos y no te lo quedes solo para ti.
Pero...
¿Y este es el idiota que le gusta a Quero?
Trago grueso y lo veo directo a los ojos —Ella es una mentirosa, yo nunca la trate mal, ni mucho menos mi amiga —la atraigo hacia mí —la loca esta empezó a hablar de que sería la futura luna con la persona que estaba de la otra línea de su móvil, y, después de colgar me pregunto que si yo quería ser su asistente, que se lo diría a su Alpha —hago comillas con mis dedos —además, añado que no sólo me faltó el respeto a mí, sino también a ella —jalo a Quero — por, supuestamente, ser la secretaria de la secretaria, ¿a ella que m****a le importa si es la secretaria de la secretaria? Todos los empleados son fundamentales en una empresa y si su criterio se basa por rango entonces eso solo me deja una conclusión —la señaló mientras acomodo mis lentes —es una interesada.
—Y precisamente por este tipo de cosas te dijimos que no te dejaras llevar por las apariencias, Elián, ¿tienes algo que decir? —Kayla llega hasta su hermano de ojos azules y se cruza de brazos viendo irónica a la loca maniática quien no deja de abrazarlo tratado de hacer creer que sus llantos son de verdad.
¡LOCA!
Cálmate fiera, nunca te había visto tan exaltada y menos por una pintura.
Es que... ¡Ahhh! Me pone de los nervios.
Sus manos separan a la bruja de su cuerpo mientras rasca su cabeza —lo siento, Flor, pero en esta empresa las reglas son claras — ¿Flor? ¿Cómo que flor? —no puedes creerte más que los demás solo porque simpatizas con uno de nosotros, lo siento, pero —coloca un mechón de su cabello detrás de la oreja —estás despedida, Florencia.
No me lo puedo creer, él mismo tutea a sus empleados y luego los despide, es que... Luna, ¿por qué?
—Eres malo, Elián, yo creí que me querías —la oigo decir y de mis labios sale una sonrisa irónica que hace llamar la atención de todos hacia mí.
—Lo siento, pero amor y trabajo no se mezclan —se voltea hacia la jefa de Quero —Sofía, escolta a Florencia hasta la salida —la señora asiente en respuesta y le señala el camino a la maniática, la florecita adopta una pose como si fuesemos inferiores a ella y sale contorneando sus grandes caderas.
Pechugona: 0 - 1 :Jexi la cuatro ojos.
—Ahora que ya hemos arreglado el desafortunado inconveniente —la mejor estudiante de nuestro instituto se gira hacia mí —necesitamos una asistente que le indique, por el día de hoy, a Elián lo que tiene que hacer o el mismo —achica sus ojos viendo a su hermano —se perderá en las curvas de otra mujer y no terminará su trabajo, lo que significa un duro castigo por parte de nuestro padre para todos —sonríe —¿algún voluntario? ¿qué me dices tú Jexi? Ya que tienes parte de la culpa de lo que pasó.
Niego —No puedo, tengo que ir a casa a estudiar y copiar todo lo que no hice hoy por venir aquí y faltar a clases como la irresponsable que soy.
—Yo haré mis cosas solo, Kayla, no hace falta que me pongas una niñera para que resuelva las cosas.
Doy un paso al frente y meneo mis manos al frente de él —discúlpame, pero yo tampoco tengo la intensión de ser la niñera de un...
—Kayla y yo tenemos cosas que hacer —Yannick me corta y observa detenidamente a mi amiga —tú vendrás con nosotros a la reunión para tomar apuntes mientras Sofía sube los documentos a nuestra plataforma —se gira y ambos caminan fuera de la sala, la señora Sofía le indica a Quero que los siga y esta corre con su cara como un tomate detrás de su amor.
—Yo me voy —dice el tipo de cabello oscuro y empieza a caminar directo al ascensor, le doy una leve mirada a la secretaria quien me ve esperando una respuesta de mi parte.
Hago un puchero quejándome —¿en serio tengo que ir?
Asiente —Corre o tendrás que bajar por las escaleras —acato su orden y mis pies lo siguen hasta el elevador, entro y al hacerlo lo veo darme su móvil.
—En notas está todo lo que tengo que hacer hoy y mientas conduzco al lugar acordado para la próxima reunión necesito que contestes ciertos mensaje por mí.
—De acuerdo, Alpha.
Las puertas del ascensor se abren en el primer piso donde muchos empiezan a mirarnos de forma rara —Y no me llames Alpha en lugares fuera de la manada, debes ser consiente de que también hay humanos presentes y a muchos de ellos les gusta el chisme. Recuerdalo.
Frunzo mis cejas molesta y hago un amago de sonrisa —Claro, Señor Elián Dhall.
Fin flashback
Un nuevo mensaje llega a su móvil y reviso su contenido rápidamente viendo cosas desagradables para mis ojos.
QUE ASCO.
¡QUITA, QUITA!
Borro la foto y llega otro mensaje de la misma persona.
¿Te gusta lo que ves?
Muerdo mis labios y volteo a verlo, está tan enfrascado en el volante que ni siquiera me presta atención, tecleo la primera respuesta que sale de mi mente y sonrío al leerla ya enviada.
Que va, me dieron ganas de vomitar. Chau guarra!
Su contacto empieza a escribir la respuesta y la bloqueo antes de recibir el mensaje, siento la adrenalina justo en la garganta y como una niña pequeña borro toda la evidencia de nuestra pequeña conversación.
Mis ojos se aventuran más allá de lo que debería y empiezo a ver la cantidad de números de chicas que tiene.
Volteo para observarlo de arriba a abajo. Su cabello, sus ojos, sus cejas, sus pestañas, su nariz, sus labios, su mandíbula, su cuello, esos músculos...
¿Qué le ven tanto las mujeres a este idiota?
Lo mismo que tú le estás viendo a nuestro hombre guapetón.
Fally... Que yo no lo quiero, ¿cuántas veces te lo tengo que decir?
Vete con esos cuentos chinos donde loca de tu madrastra quien solo come maíz enlatado. A mamá mono con bananas verdes no.
Fally, yo definitivamente ya ni caso te voy a hacer.
Porque sabes que tengo razón, cara chancla.
Sacudo mi cabeza y dirijo mi atención a los números, mis dedos por impulso van a contactos y los seleccionó los que voy a borrar y los que no.
Esto lo voy a hacer solo porque quiero verlo solo y sin alguien que lo acompañe.
Sería una satisfacción total para mi cuerpo el verlo triste porque nadie le hace caso.
No te lo crees ni tú.
Empiezo a borrar contacto por contacto al mismo tiempo que vigilo que no esté viendo lo que hago.
Esto si es adrenalina pura.
...
Capítulo cinco¿Estará o no estará enojado?Doy vueltas sin parar en mi cama pensando en lo que hice ayer, ¿estuvo bien hacer eso? ¿Y si luego me busca para pedirme explicaciones? ¿Y si me demanda y me meto en un lío gordo?Gorda estas tú por comer chocolate sin parar.¡¿No te das cuenta que todas las calorías las quemas tu por mí en los entrenamientos de fin de semana en el equipo de gammas?!Pero nunca esta de más que dejes de tragar. Una ayuda no vendría mal, amiga, además Elián no te volteara a ver, solo digo eso.¡QUE ESE IDIOTA NO ME IMPORTA!¿Entonces que haces pensando en él en plena madrugada?Es cierto... ¿Qué hago pensando en &e
Capítulo seisQué hago... ¿Qué hago?¿QUÉ HAGO?Muerdo mis uñas escasas y me asiento en la cama, tecleo varias respuestas, pero simplemente no puedo enviárselas porque sé que no se irá hasta verme.Y, después de todo...¿CÓMO CONSIGUIÓ MI DIRECCIÓN?Muerdo mis labios y me levanto, camino hasta la ventana de mi habitación y me asomo a duras penas por un costado de las persianas.¡Vete!Sus manos están metidas en los bolsillos de sus jeans a la vez que juega con una pequeña piedra con sus tenis blancos, su suéter manga larga lo protege del frío que hay afuera y su mirada ida vuelve a revisar su móvil.Mi vista se desvía dos casas m&aacu
Capítulo sieteMe aferro con todas mis fuerzas a la chaqueta de Neftali, los autos van quedando atrás con todo el tráfico que se genera en el atardecer mientras que la brisa revolotea mi larga melena semi-oscura.Todo sea por un bien.Mira en que me he metido por culpa de ese loco maniático acosador de cabello negro y ojos azules, esto es impresionante. Si tan solamente él no se hubiese metido en mi vida...Concentrate mejor en lo que le dirás a la persona que agarras con tanto fervor en vez de pensar chorradas, porque sabes que él también mirara el contenido de ese ordenador.Ruedo mis ojos, aunque tampoco le falta razón a la loca de fally, y una de mis estrategias es decirle la verdad, sin embargo puede alterarse y mandar todo a la mierda y entonces perderé mi batalla, pero es que no s&eacut
Capítulo ochoEn los ojos de mi padre soy novia de él.Neftali... Mi querido Neftali.Cuando te pille te voy a ahorcar.—¡QUE BUENO! —mi madrastra chilla con alegría ante la noticia —sabía que ella tenía novio y vi que no hice mal en avisarte ese día —habla con mi padre y me mira —¿y cuando tendremos la dicha de presentarnos formalmente entre familias?Alzo mis manos —Woa, woa, woa. Para el carro que hasta allá no va la cosa —niego y tomo el puente de mi nariz —solo somos novios, no mates o pareja predestinada como para presentarnos en una cena familiar.Ella se arrima a mi padre y lo ve con ojitos brillosos —Sí, ya lo sé, pero miranos a nosotros. Tu madre te dejó al intemperie con tu pap&
Capítulo nueveAferro mis brazos a la chaqueta que cargo puesta y froto mis manos con mi suéter ancho —¿Por qué tenía que ser a esta hora? —habló en voz alta —estúpido Neftali, me las va a pagar.Saco mi móvil del bolsillo de mis pantalones de pijama y veo la hora.Cinco treinta y cinco de la mañana.Mis oídos captan unos pasos cerca provenientes de mi este y no tengo ni que voltear para saber de quién se trata.—Hola —su tono de voz es suave —¿Cómo has estado?Junto mis cejas y sonrío irónica —No sé si darte las gracias por salvarme de algo fuera de mi liga o no dártelas por lo que hiciste —me giro para quedar cara a cara —quiero hacerte una pregunta, Neftali.—
Capítulo diezEstamos en la dirección por culpa del último grito de Quero.Asiento a todo lo que dice el director sin refutar y pongo mi total cara de ángel. Si llama a mi padre estaré frita... No, frita no, lo siguiente a frita.—Señorita Dornam , espero que esto no vuelva a pasar, el comedor es para ir a comer tranquilamente, no para andar chismeando y gritando cada vez que puede.—Lo siento mucho, señor director. Prometo que controlaré mejor a mi amiga y a mí misma también haciendo una reflexión de lo que ha sucedido.Saca una hoja y rellena —Lo sé, ya que le aplicare el mismo castigo que a su compañera, Quero Gaitán —me tiende la página —vaya al salón de castigos y espero que reflexione de lo que hizo por lo que resta de la tarde.<
Capítulo once—¿Nunca te han dicho que no se le pega ni se le empuja a una mujer ni siquiera con el pétalo de una rosa? ¿O acaso tengo que enseñarte a respetar? —el crush de mi amiga voltea a vernos —¿este hizo algo más? —cuestiona con un tono serio, pero al mismo tiempo como ¿preocupado?Quero intenta responderle y noto como su cuerpo tiembla de nerviosismo y felicidad, la agarro de los hombros por si pasa un accidente y observo a Neftali quien mira asustado el piso.Lo siento, pero de esta no te salvas.Abro mi boca, pero él habla primero que yo —No me toques —el chico en los brazos de Yannick habla con un tono amenazador —¡sueltame ya! —intenta huir, pero Kayla llega y posiciona uno de sus dedos en la frente de él.—Uy, hasta amena
Capítulo doce—Cuéntame cómo fue que te diste cuenta que eras la mate de mi hermano el cabezón —mira la carretera atentamente mientras habla conmigo.Aferro las manos al cinturón del pequeño escarabajo moderno de color amarillo —fue el día de su despedida, cuando él estaba ahí dentro hablando con la rubia —hago comillas y ruedo mis ojos recordando su excesivo busto operado —alias, la pechugona.Suelta una carcajada y baja una mano del volante para señalarme — ¿Pechugona? ¿Hablas de la secretaria de Elián?—Esa misma —afirmo —ese día descubrí que él era mi mate, pero por razones externas decidí irme ocultando mi olor, desde entonces cada vez que estoy cerca guardo mi aroma para que él no se de cuenta