Capítulo diez
Estamos en la dirección por culpa del último grito de Quero.
Asiento a todo lo que dice el director sin refutar y pongo mi total cara de ángel. Si llama a mi padre estaré frita... No, frita no, lo siguiente a frita.
—Señorita Dornam , espero que esto no vuelva a pasar, el comedor es para ir a comer tranquilamente, no para andar chismeando y gritando cada vez que puede.
—Lo siento mucho, señor director. Prometo que controlaré mejor a mi amiga y a mí misma también haciendo una reflexión de lo que ha sucedido.
Saca una hoja y rellena —Lo sé, ya que le aplicare el mismo castigo que a su compañera, Quero Gaitán —me tiende la página —vaya al salón de castigos y espero que reflexione de lo que hizo por lo que resta de la tarde.
<Capítulo once—¿Nunca te han dicho que no se le pega ni se le empuja a una mujer ni siquiera con el pétalo de una rosa? ¿O acaso tengo que enseñarte a respetar? —el crush de mi amiga voltea a vernos —¿este hizo algo más? —cuestiona con un tono serio, pero al mismo tiempo como ¿preocupado?Quero intenta responderle y noto como su cuerpo tiembla de nerviosismo y felicidad, la agarro de los hombros por si pasa un accidente y observo a Neftali quien mira asustado el piso.Lo siento, pero de esta no te salvas.Abro mi boca, pero él habla primero que yo —No me toques —el chico en los brazos de Yannick habla con un tono amenazador —¡sueltame ya! —intenta huir, pero Kayla llega y posiciona uno de sus dedos en la frente de él.—Uy, hasta amena
Capítulo doce—Cuéntame cómo fue que te diste cuenta que eras la mate de mi hermano el cabezón —mira la carretera atentamente mientras habla conmigo.Aferro las manos al cinturón del pequeño escarabajo moderno de color amarillo —fue el día de su despedida, cuando él estaba ahí dentro hablando con la rubia —hago comillas y ruedo mis ojos recordando su excesivo busto operado —alias, la pechugona.Suelta una carcajada y baja una mano del volante para señalarme — ¿Pechugona? ¿Hablas de la secretaria de Elián?—Esa misma —afirmo —ese día descubrí que él era mi mate, pero por razones externas decidí irme ocultando mi olor, desde entonces cada vez que estoy cerca guardo mi aroma para que él no se de cuenta
Capítulo treceMadre santísima de los santos celestiales de los santos celestialisimos.Su gran cuerpo entra dentro del cubículo y poco a poco avanza hasta quedar a centímetros de mí, lentamente escucho como las puertas se cierran y nuestros brazos se rozan al Elián girarse a un costado —Hola, —le respondo y observo su reflejo en el espejo a mi lado de como lleva el ascensor al último piso.Hoy carga un suéter polo blanco que resalta sus brazos y un jean negro que se le ajusta perfectamente a su cadera. Su cabello está peinado delicadamente hacia atrás y no sé por qué, pero siento que le da un toque encantador a las facciones de su cara.Eso Jexi, me alegra que al fin notes lo guapo que es nuestro mate. Orgullosa de ti, mi reina.Más que verlo guapo creo que es porque &uac
Capítulo catorceSeñoras y señores, me pillaron.A esa conclusión llegué con todo lo que pasó hace horas y no es para menos, entre lo de la escuela con mi queridísimo amor llamado Neftali, que se note el sarcasmo; lo de Kayla y el ascensor.Creo que de milagro sigo viva.El caso es que, ahora, por más que diga que él me atrapó y sabe mi verdadera identidad no sé si realmente sea o no así.Y hay más...Me voy a volver loca.Jalo mi cabello con frustración y de fondo escucho como la gente en el salón, antes de que el profesor entre, habla sobre lo que pasó en el pasillo el día de ayer.Sí, sí había alguien escuchándolo todo y para mi desgracia es
Capítulo quincePov EliánDejo el contrato en la mesa mientras veo como los dueños del edificio de al lado ven la cifra dudosos.O la aceptan o se van a la ruina, porque personalmente les haré la vida de cuadritos.La primera tarea que mi padre me dejó fue intentar comprar la construcción de al lado, ¿con que fin? No lo sé, solo sé que quiere esa obra y yo la tengo que conseguir.Claro y fácil.—Lo que pasa es que nuestro edificio está valorado en más de quince millones de dólares y usted nos están dando simplemente veinte y eso a nosotros no nos parece algo justo el solo tener de ganancia cinco millones.Sonrío mientas juego con el bolígrafo en mi mano —Según fuentes que consulte su construcción no val
Capítulo dieciséis—Acéptalo hermano, ya hasta Elián se dio cuenta. Eres muy notorio, porque este no es tu comportamiento habitual.Se levanta —Me voy, tengo cosas que hacer y estar aquí perdiendo el tiempo me parece lo más absurdo del mundo.—Entonces te parecería absurdo si justo ahora me voy a tomar un café con ella y le platique un rato —lo reto y por sus ojos pasa un destello rojo —ya sabes...—Elián —advierte —Mantén tus asuntos donde deben estar que yo mantendré los míos donde tienen que estar.Me encojo de hombros —Hasta que no me lo digas claramente puedo jugar a lo que sea con quien sea.Pasa una de las manos sobre su cara y las posa inmediatamente en la cintura, su cuerpo se tensa y sus ojos verdes me ven desafia
Capítulo diecisietePov JexiLa taza de café se siente calentita entre mis manos y el lugar nos aporta un ambiente agradable para tener lo que tenemos que decir.Vamos, Jexi, no te rajes.Intento iniciar una conversación y él carraspea por lo bajo —Inicio yo para poder decir todo lo que tenga que decir ahora que tengo tu atención —le doy una mirada para que prosiga y doy un sorbo a mi café —Primero que todo quiero pedirte disculpas por la manera en la que actúe contigo, sé que no fueron las mejores y que me pasé en más de una ocasión haciendo esto para ti un tanto incómodo, y no sólo eso, si no las veces que insistía para que estuvieses conmigo, me imagino que eso para ti también debió ser agobiante —deja de mezclar el café con la cuchara y sus ojo
Capítulo dieciochoOficialmente él ya sabe donde vivo y con eso es más que obvio que ya sabe quien soy.¿Por qué?Hay tres simples razones para eso y son:Primero, no medí el hecho de que mi madrastra pudiese estar en casa de Quero hablando con su amiga la chismosa, son tal para cual; segundo, jamás imagine que ella no me siguiese el rollo cuando claramente insinúe que lo hicieses y tercero, porque así tan tranquilamente lo invito a pasar un rato en nuestra casa, lo que hizo desmentir mi primera mentira y estar en la penosa situación de verlo a los ojos mientras se reía de mi por saber quien era.Ya no puedo más, juro que dejaré todo esto y me iré a vivir a América del Sur, allá la gente debe ser más tratable y menos metiche.