Capítulo dieciséis
—Acéptalo hermano, ya hasta Elián se dio cuenta. Eres muy notorio, porque este no es tu comportamiento habitual.
Se levanta —Me voy, tengo cosas que hacer y estar aquí perdiendo el tiempo me parece lo más absurdo del mundo.
—Entonces te parecería absurdo si justo ahora me voy a tomar un café con ella y le platique un rato —lo reto y por sus ojos pasa un destello rojo —ya sabes...
—Elián —advierte —Mantén tus asuntos donde deben estar que yo mantendré los míos donde tienen que estar.
Me encojo de hombros —Hasta que no me lo digas claramente puedo jugar a lo que sea con quien sea.
Pasa una de las manos sobre su cara y las posa inmediatamente en la cintura, su cuerpo se tensa y sus ojos verdes me ven desafia
Capítulo diecisietePov JexiLa taza de café se siente calentita entre mis manos y el lugar nos aporta un ambiente agradable para tener lo que tenemos que decir.Vamos, Jexi, no te rajes.Intento iniciar una conversación y él carraspea por lo bajo —Inicio yo para poder decir todo lo que tenga que decir ahora que tengo tu atención —le doy una mirada para que prosiga y doy un sorbo a mi café —Primero que todo quiero pedirte disculpas por la manera en la que actúe contigo, sé que no fueron las mejores y que me pasé en más de una ocasión haciendo esto para ti un tanto incómodo, y no sólo eso, si no las veces que insistía para que estuvieses conmigo, me imagino que eso para ti también debió ser agobiante —deja de mezclar el café con la cuchara y sus ojo
Capítulo dieciochoOficialmente él ya sabe donde vivo y con eso es más que obvio que ya sabe quien soy.¿Por qué?Hay tres simples razones para eso y son:Primero, no medí el hecho de que mi madrastra pudiese estar en casa de Quero hablando con su amiga la chismosa, son tal para cual; segundo, jamás imagine que ella no me siguiese el rollo cuando claramente insinúe que lo hicieses y tercero, porque así tan tranquilamente lo invito a pasar un rato en nuestra casa, lo que hizo desmentir mi primera mentira y estar en la penosa situación de verlo a los ojos mientras se reía de mi por saber quien era.Ya no puedo más, juro que dejaré todo esto y me iré a vivir a América del Sur, allá la gente debe ser más tratable y menos metiche.
Capítulo diecinueveHoy todo ha sido un desastre.Absolutamente todo.Veo a los ojos a mi padre quien está totalmente serio viendo a mi supuesto novio Neftali, mi madrastra posa una de sus manos en mis piernas tratando de calmar mis supuestos nervios falsos y me da una mirada de “todo estará bien”.En realidad todo está bien, cabeza de rábano.Si tan solo no hubiese salido de mi habitación.FlashbackSus brazos fuertes me atrapan en el aire y enredo automáticamente mis brazos a su cuello —Por fin te dignaste a verme, Julieta —sacudo la cabeza al sentir una fuerte corriente por mi espina dorsal y lo hago bajarme, escondo la rojez de mi cara con el cabello y veo mis pies descalzos como si fuesen lo más interesante en el mundo
Capítulo veintePov EliánUna maldita semana, ¡UNA! Y no he podido dejar de pensar en ella.Ya he roto la regla de no mandarle mensajes a menos que ella lo haga y no hay respuesta alguna, la he buscado varias veces en el instituto y simplemente no la escuentro, he incluso llegado a visitar más de tres veces a Tatiana, creo que es así su nombre, solo para ver si veo su silueta aunque sea en la ventana y cada vez que paso todo está apagado.Paso una mano por la cara y tomó el puente de mi nariz —Ya no sé qué voy a hacer para volverte a ver, Jexi Dornan.Solo me hace falta tocar el timbre de su casa y preguntarle directamente a su padre o su madrastra por ella, y la verdad no sé qué voy a hacer.Esa madrugada, justo cuando mis labios hicieron contacto con lo
Capítulo veintiunoPov JexiEstoy desanimada, sin ganas de vivir la vida, cansada, aburrida...Todo por culpa de él.Nada más el pensar en su nombre me entran unas enormes ganas de golpear su bonito rostro, pero recuerdo el beso de ese día y mi corazón se estruja por dentro diciéndome que no puedo hacer lo que tengo pensado hacer.Todos estos días lo he evitado a toda costa, no solo por el castigo de mi papá, sino porque ya le dije a Fally que no ocultara más su olor, que esto lo resolvería con él al verlo otra vez, pero no puedo e intento practicar lo que le diré para rechazarlo y las palabras se atoran en mi garganta al recordar lo azul de sus ojos.Quero ha intentado ayudarme simulando que ella es él, pero cuando su cara entra en mi mente no puedo parar de pens
Capítulo veintidósMe pego en la frente mientras abro y cierro mi mano libre.¿Por qué los hombres lo solucionan todo peleando?Para saber cuál es el Alpha, pero aquí claramente sabemos quien es, o sea, tu romeo acosador, Neftali fue el bruto en meterse con él.Ni que lo digas, Fally.Quero me sacude de forma agitada y sus ojos asustados dan con los míos —¡Jexi quitáselo o lo va a matar! Eres la única que puede —regresa la vista a su mejor amigo lleno de sangre en el suelo y los ojos de uno de los profesores de física me ven expectantes, sin pensármelo dos veces camino hasta él y al llegar me deja pasar por debajo de sus brazos, giro para ver la cantidad de personas con los ojos puestos en mí y muerdo mis labios con nerviosismo.¿Qu&eacut
Capítulo veintitrésMi corazón se detiene al escuchar sus palabras y con suavidad y sumo cuidado agarra una de mis manos para dejar un beso sobre esta.Volteo mi rostro hacia la gente que pasa al lado del coche y niego quitando mi mano de su agarre —Elián, llévame de vuelta al instituto —exhalo cerrando mis ojos —ya es casi la hora de salida y si no llego a casa a tiempo mi papá es posible que vuelva a desconfiar en mí —muerdo mis labios y juego con las manos encima de mi pantalón.—Al menos dime algo.—¿Qué quieres que te diga? —le doy una mirada rápida —Yo a ti no... Elián, un picaflor... —abro y cierro mi boca —tu me entiendes.—Está bien —vuelve a su sitio y conduce de regreso, el silencio que hay es el
Capítulo veinticuatroEstoy en formación dentro del campo de batalla de la manada mientras espero atentamente las instrucciones de mi nueva entrenadora llamada Paola.—Así que ustedes son los nuevos en el rango gamma tres, eh —da varias vueltas al rededor de nosotros y su mirada dura se clava detrás de nuestras espaldas.Esto ya parece un jodido entrenamiento militar y me está asustando haber subido de rango.»—No hay nada más que me agrade que tener carne fresca por demoler —vuelve a su posición original al frente de nosotros —me imagino que todos deben estar super emocionados por —hace comillas con sus dedos —subir de rango, pero aquí conmigo primero tendrán que demostrar de que están hechos, si no aguantan el entrenamiento de un día los bajaré nuevamente a delta