Capítulo tres
Tengo la caja de chocolates, las notas de disculpas, las películas románticas que le gusta y por último, pero no menos importante, fotos de Yannick en un mini album.
Aunque creo que eso es lo más importante de la caja.
Antes de ayer, cuando me fui por mi repentino descubrimiento amoroso desastroso, ella milagrosamente fue escogida por Kayla y al notar que yo no estaba para celebrar su triunfo se enojo muchísimo conmigo hasta el punto de no hablarme ni determinarme por completo.
Pero yo sé que con esto que le llevo me perdonará.
Justo ahora lo más complicado de hacer para mí es entrar al enorme edificio.
Dhall Holdings
Antes de entrar le hecho un vistazo a las personas de un lado a otro con ropa profesional y perfectamente coordinadas, cada uno se apoya entre sí y no dejan de llevar papeles por todos lados.
Creo que aquí hasta la hormiga trabaja.
Doy un largo suspiro y muevo mis pies por si solos dentro, el aire acondicionado del edificio está a tope cuando siento el frío golpear mi piel y una pequeña ráfaga de electricidad pasa por mi espalda haciendo que me erice.
Y la pregunta aquí es, ¿qué hago en la empresa del Alpha?
Sencillo. Al Quero ser escogida ganó, eso significa que podía escoger lo que sea y por motivos que ya sabemos escogió el poder trabajar aquí como asistente de la asistente para verlo un poco más seguido.
Yo nunca voy a poder entender cómo es que el amor hace que uno haga ese tipo de cosas, desde mi perspectiva es algo absurdo e irracional.
Oculta tu olor si no quieres que él te note.
¿CÓMO? ¡¿ELIÁN ESTÁ AQUÍ?!
Sí, cariño. Nuestro machote está en este mismo edificio.
Que no es nada mío, ni tampoco quiero tener algo con él.
Corto la conexión con mi loba e inmediatamente oculto mi aroma, con paso seguro paso a recepción y una esplendorosa rubia corta el teléfono y me observa de pie a cabeza —¿Desea algo?
Asiento —Sí, estoy buscando a...
Me corta rodando sus ojos —El señor Elián Dhall no está en la empresa, si quiere puede dejar un mensaje y regresar después.
Dejo el regalo sobre la mesa y amenazante poso mis manos delgadas sobre la mesa negra de ella —Yo no estoy aquí para ver a ese inútil, yo estoy aquí buscando a mi mejor amiga Quero Gaitán —vuelvo a tomar el regalo y resoplo —¿me va a decir dónde está?
—Eh, —me tenso al oír esa voz —por primera vez encuentro a alguien que comparte el sentimiento conmigo en decir que Elián es un inútil.
Me giro lentamente viendo esos ojos verde escanearme, a su lado se posa Kayla y se cruza de brazos —Aunque de cierta manera también pienso lo mismo, no puedo negar el hecho de que todos tenemos un propósito y que Elián tendrá el suyo, así que les pido amablemente a los dos que se callen la boca —los ojos mieles de ella conectan directamente conmigo sin vacilar —tu amiga está trabajando en el último piso y no puedes ir a verla hasta el almuerzo a medio día, ya que la secretaria de mi padre es una mujer muy exigente y dedicada que ha estado trabajando con nosotros por años, en conclusión, no te dejará verla.
—¡Ahhh! —me quejo —¿y dónde está la sala de espera? —cuestiono y ella me indica que la siga hasta el elevador, entro y toca el botón del último piso, en cuestión de segundos las puertas se abren y del otro lado del ascensor veo a una doña con traje profesional y atrás de ella veo a Quero pasarla realmente mal.
Oculto mi sonrisa de burla.
¡¿Pero tú no eras la que querías trabajar aquí?!
—Señores —la mujer se hace a un lado para dejarnos pasar —me alegra verlos una vez más, el señor Elián ya ha terminado la reunión con los socios y justo ahora esta en la sala de juntas con su asistente.
—No es de extrañar que aún no hayan salido de ahí —dice Yannick y Quero instintivamente mira el suelo con sus mejillas rojas —Sofía, dile que pase al despacho, que lo estaremos esperando ahí —el enorme chico de ojos verdes da conmigo, abrocha un botón de su saco azul y ve a Quero con la cabeza baja —y llévalas a ellas dos al igual que la secretaria de Elián —nos señala —a la sala de descanso hasta que terminemos nuestra reunión —con aires de grandeza abandona nuestro pequeño círculo y su hermana asiente en mi dirección antes de irse justo por donde desapareció su hermano dándome la certeza de que todo estará bien.
—Siganme —la tal Sofía nos conduce por un largo pasillo y al final de este abre las hermosas puertas de color mármol —estarán aquí hasta que yo finalice la reunión con los dueños, no toquen nada —nos empuja prácticamente dentro y cierra las puertas rápidamente.
Mi mejor amiga da vueltas en su eje mientras lleva sus manos a la frente, sus ojos al fin dan conmigo —Es... Él es...
Junto mis cejas y dejo la caja sobre el refinado sofá —¿Él es qué? ¿Quero? —tomó sus manos y las aprieto.
—Sigo en shock aún —la llevo con cuidado a uno de los sillones individuales y me agacho a su altura.
—Respira, tranquilízate, —su cuerpo inhala y exhala gran cantidad de aire antes de volver a hablar.
—Jexi, ese hombre tan imponente y guapo que estuvo delante de mí es Yannick, es mi crush y me enamoré mucho más de él al escucharlo —en su cara se hace notar una sonrisa de boba y sus ojos miran a la nada.
Niego.
¡Ay el amor!
Me levanto palmeando sus piernas y agarro mi pomposo regalo, se lo pongo encima de su falda negra y parece salir del trance en el que está, me da una mirada de confusión y empieza a desenvolver la caja.
—Este regalo es para que me disculpes por dejarte sola en un día importante para ti —muerdo mis mejillas por dentro con nerviosismo —espero que me puedas disculpar y al fondo del todo hay un regalo que tal vez te vuelva loca —parpadea varias veces mostrándome esas pestañas envidiables de forma curvada y sus manos tiran a un lado todo el papel de relleno que le metí, sin importarle lo demás deja la caja en el suelo cuando encuentra el álbum y al abrirlo pega un grito que me hace tapar mis oídos.
—Estás más que perdonada —se abalanza contra mí y caemos de lleno al piso, sonrío devolviéndole el abrazo y la puerta se abre mostrándome la pechugona que estaba con Elián el día que descubrí mi desgracia.
¿Qué hace esa aquí?
Viene observando sus uñas de un largo y color escandaloso mientras mastica chicle de una forma que me recuerda a las vacas cuando están comiendo paja, sus ojos me ven a través de esos lentes de contacto ridículamente falsos y rueda sus ojos desinteresada, toma asiento en uno de los sillones grandes del lugar y agarra una revista de moda y tendencia de la mesa.
Creo que lo mejor será irme.
Hago que Quero se levante de encima mío y me paro sacudiendo mis manos sucias, sobo sus hombros y le doy una cálida sonrisa —Yo ya me tengo que ir, procura pórtate bien y deja la pena a un lado o será muy notorio, ¿de acuerdo?
Ella abre su boca para contestarme y suena el teléfono de la chica detrás de nosotras, lo coge y su voz inunda la sala —Si querida, soy la secretaria personal de Elián Dhall y no creerás lo que me dijo justo después de terminar una reunión —cierro mis ojos sintiendo una odiosa molestia pasar por mi cuello hasta llegar a calentar mi cabeza —me dijo que era la única y que me convertiría en su luna —giro mi cuerpo hacia ella de manera amenazante y una sonrisa de suficiencia surca mis labios —bueno te dejo porque aquí hay bichos inferiores a mí escuchando lo que digo, chao, besitos —lanza besos al teléfono y cuelga, se cruza de piernas y finalmente se dirige a mí —¿qué quieres que no has dejado de mirarme? ¿Acaso quieres ser mi empleada? ¿Quieres que le diga a mi Alpha que te de puesto en esta empresa como mi asistente así como tu amiga lo es con la asistente del jefazo? —se para y acomoda su camisa de color blanco con unos botones sueltos mostrando más de lo que debería —si es así deberías hacerme un tecito—señala la tetera con las tazas en la mesa— que me siento algo agotada.
Levanto mi cabeza a lo blanco del techo y suspiro —Claro, con mucho gusto te hago tu té —doy un paso hacia ella y siento las manos de mi amiga tomar mis hombros.
—Ah, y te pido otra cosa —se acerca a mí —no me trates de tú, tratame de usted, porque —me ve de arriba a abajo —no somos iguales.
—Por... —me zafó del agarre de Quero —supuesto, señora de Dhall —con delicadeza sirvo la taza de té.
—Así me gusta, vez, ya empezamos bien —le doy con cuidado la taza y espero que beba su primer sorbo para tirarselo encima de la ropa —¡¿PERO QUE HACES ESTÚPIDA?! —la puerta se abre de repente mostrándome a tres hermanos nada impactados por la escena y una secretaria negando desaprobatoria.
Algo me dice que estoy en problemas.
Capítulo cuatroMis piernas me decían que me fuera, que si tenía algo de decencia tomara mis cosas y me largará de aquel lugar, pero mi dignidad como persona ganó la batalla y ahora me encuentro metida en una camioneta con él.Aunque no me siento mal, pero tampoco bien y todo esto es porque él está enfrascado en su mundo ignorando totalmente a la persona que tiene a su lado.¿Cómo sucedió todo después de aquel incidente?Pues...FlashbackUis, parece que alguien está en problemas.Fally, lo que menos necesito ahora es que me metas más presión de la que ya tengo.La pechugona corre hasta Elián con falsas lágrimas en sus ojos y me señala —ella empezó todo, ella me dijo cosas horrible
Capítulo cinco¿Estará o no estará enojado?Doy vueltas sin parar en mi cama pensando en lo que hice ayer, ¿estuvo bien hacer eso? ¿Y si luego me busca para pedirme explicaciones? ¿Y si me demanda y me meto en un lío gordo?Gorda estas tú por comer chocolate sin parar.¡¿No te das cuenta que todas las calorías las quemas tu por mí en los entrenamientos de fin de semana en el equipo de gammas?!Pero nunca esta de más que dejes de tragar. Una ayuda no vendría mal, amiga, además Elián no te volteara a ver, solo digo eso.¡QUE ESE IDIOTA NO ME IMPORTA!¿Entonces que haces pensando en él en plena madrugada?Es cierto... ¿Qué hago pensando en &e
Capítulo seisQué hago... ¿Qué hago?¿QUÉ HAGO?Muerdo mis uñas escasas y me asiento en la cama, tecleo varias respuestas, pero simplemente no puedo enviárselas porque sé que no se irá hasta verme.Y, después de todo...¿CÓMO CONSIGUIÓ MI DIRECCIÓN?Muerdo mis labios y me levanto, camino hasta la ventana de mi habitación y me asomo a duras penas por un costado de las persianas.¡Vete!Sus manos están metidas en los bolsillos de sus jeans a la vez que juega con una pequeña piedra con sus tenis blancos, su suéter manga larga lo protege del frío que hay afuera y su mirada ida vuelve a revisar su móvil.Mi vista se desvía dos casas m&aacu
Capítulo sieteMe aferro con todas mis fuerzas a la chaqueta de Neftali, los autos van quedando atrás con todo el tráfico que se genera en el atardecer mientras que la brisa revolotea mi larga melena semi-oscura.Todo sea por un bien.Mira en que me he metido por culpa de ese loco maniático acosador de cabello negro y ojos azules, esto es impresionante. Si tan solamente él no se hubiese metido en mi vida...Concentrate mejor en lo que le dirás a la persona que agarras con tanto fervor en vez de pensar chorradas, porque sabes que él también mirara el contenido de ese ordenador.Ruedo mis ojos, aunque tampoco le falta razón a la loca de fally, y una de mis estrategias es decirle la verdad, sin embargo puede alterarse y mandar todo a la mierda y entonces perderé mi batalla, pero es que no s&eacut
Capítulo ochoEn los ojos de mi padre soy novia de él.Neftali... Mi querido Neftali.Cuando te pille te voy a ahorcar.—¡QUE BUENO! —mi madrastra chilla con alegría ante la noticia —sabía que ella tenía novio y vi que no hice mal en avisarte ese día —habla con mi padre y me mira —¿y cuando tendremos la dicha de presentarnos formalmente entre familias?Alzo mis manos —Woa, woa, woa. Para el carro que hasta allá no va la cosa —niego y tomo el puente de mi nariz —solo somos novios, no mates o pareja predestinada como para presentarnos en una cena familiar.Ella se arrima a mi padre y lo ve con ojitos brillosos —Sí, ya lo sé, pero miranos a nosotros. Tu madre te dejó al intemperie con tu pap&
Capítulo nueveAferro mis brazos a la chaqueta que cargo puesta y froto mis manos con mi suéter ancho —¿Por qué tenía que ser a esta hora? —habló en voz alta —estúpido Neftali, me las va a pagar.Saco mi móvil del bolsillo de mis pantalones de pijama y veo la hora.Cinco treinta y cinco de la mañana.Mis oídos captan unos pasos cerca provenientes de mi este y no tengo ni que voltear para saber de quién se trata.—Hola —su tono de voz es suave —¿Cómo has estado?Junto mis cejas y sonrío irónica —No sé si darte las gracias por salvarme de algo fuera de mi liga o no dártelas por lo que hiciste —me giro para quedar cara a cara —quiero hacerte una pregunta, Neftali.—
Capítulo diezEstamos en la dirección por culpa del último grito de Quero.Asiento a todo lo que dice el director sin refutar y pongo mi total cara de ángel. Si llama a mi padre estaré frita... No, frita no, lo siguiente a frita.—Señorita Dornam , espero que esto no vuelva a pasar, el comedor es para ir a comer tranquilamente, no para andar chismeando y gritando cada vez que puede.—Lo siento mucho, señor director. Prometo que controlaré mejor a mi amiga y a mí misma también haciendo una reflexión de lo que ha sucedido.Saca una hoja y rellena —Lo sé, ya que le aplicare el mismo castigo que a su compañera, Quero Gaitán —me tiende la página —vaya al salón de castigos y espero que reflexione de lo que hizo por lo que resta de la tarde.<
Capítulo once—¿Nunca te han dicho que no se le pega ni se le empuja a una mujer ni siquiera con el pétalo de una rosa? ¿O acaso tengo que enseñarte a respetar? —el crush de mi amiga voltea a vernos —¿este hizo algo más? —cuestiona con un tono serio, pero al mismo tiempo como ¿preocupado?Quero intenta responderle y noto como su cuerpo tiembla de nerviosismo y felicidad, la agarro de los hombros por si pasa un accidente y observo a Neftali quien mira asustado el piso.Lo siento, pero de esta no te salvas.Abro mi boca, pero él habla primero que yo —No me toques —el chico en los brazos de Yannick habla con un tono amenazador —¡sueltame ya! —intenta huir, pero Kayla llega y posiciona uno de sus dedos en la frente de él.—Uy, hasta amena