Kate intentó retraer sus colmillos lo más que podía. Sabía las consecuencias de hacer lo que más disfrutaba. Morder la lengua de Nicolae era doloroso para el humano, pero lo ponía como una cafetera a punto de explotar. Quizás un día podría probar hacer que se corriese solo con morderle y chuparle la lengua, mas no en se momento ni en ese lugar. No quería que nadie viera a Nicolae gimiendo debajo de ella.

Soltó sus labios dejando que Nicolae lamiera el hilo de saliva entre ellos y sus alientos se entremezclaron. Debajo de su trasero podía sentir como los músculos del humano eran lo que ahora estaban tensos y no era más. Se había reprimido de tener una erección.

-¿Contenta ahora?- Nicolae le gruñó aunque el brillo de sus ojos lo delataba y Kate no se inmutó.

-Creo que ahora si podré entrar sin que me dé un ataque de nervios allá adentro.

Nicolae se quedó mirándola por unos segundos y le palmeó la nalga con tanta fuerza que el sonido hizo sobresaltar a Domic. Que, si había estado todo