—Y con nosotros volvemos a tener a nada más y nada menos que al Fiscal Avilés, bienvenido nuevamente —recibe Luis a su invitado con una sonrisa complacida al saber que tendrá una buena dosis de dramatismo en esa nota, tal y como le gusta.
—Es un gusto poder estar aquí, siempre he considerado que es un gran deber asegurarse que cada persona pueda recibir la información de lo que sucede a su alrededor —comenta el Fiscal con una sutil sonrisa.—Y en este programa nos esforzamos por cumplir con ese deber, lo cual me lleva la razón de su presencia el día de hoy, que si bien entiendo no tiene que ver con Alicia Steinberg, sino con su marido, el reconocido Fernando Steinberg —comenta el periodista algo sorprendido de que el canal haya decidido permitir que se hable en contra de alguien tan influyente, pues una cosa es hablar de su difunta esposa, y otra directamente de él.—Sí, según parece la revelación de los crímenes ocultados por Alicia, y la muestraAriel camina nerviosamente de un lado a otro de su habitación deteniéndose cada tanto frente al espejo para observan el esmoquin que lleva puesto, soltando un suspiro cargado de pesadez mira su rostro cuya expresión parece la de un hombre condenado a la pena de muerte. Aunque tener que pedirle matrimonio a alguien a quien no amas parece un suplicio igual a esa condena, solo que en este caso mueres en vida. —Amigo, pareces un cordero que va directamente al matadero sabiendo lo que el fatal destino que le espera —murmura Daniel entrando en la habitación con dos botellas de cerveza. —Tú si que sabes ser reconfortante, lo recordaré para cuando piense en suicidarme. No gracias, no creo que deba beber —comenta Ariel rechazando la botella que su amigo le extiende. —Creo que es exactamente lo que necesitas, como mínimo te ayudará a sentirte más relajado cuando digas tus ultimas palabras de hombre libre —determina el amigo insistiendo con la botella y sent
—¿Vamos a cenar en un planetario? —pregunta Julieta al bajar del vehículo y ver el edificio en cuya parte superior se distingue una gran cúpula blanca. —Sí, y no, es una sorpresa, así que solo confía en mí, creo que te encantará —asegura Timoteo tomándola de la mano para conducirla al interior del edificio. —Créeme si te digo que sí es una sorpresa, supuse que eras algo extravagante a la hora de querer impresionar a tus conquistas, pero sin duda esto no es algo que hubiese podido imaginar —comenta la modelo observando el robot humanoide que les da la bienvenida detrás de un mostrador. —El hecho de que no sepas qué esperar me brinda una gran ventaja, como te dije la noche en que te conocí: eres una mujer maravillosa, una a la que cualquier hombre intentará impresionar para conquistarla o al menos para intentar demostrar que vale la pena que te intereses en él. Por lo que esta cita tenía que ser completamente diferente a cualquier otra, no podía arr
—¿Lo ha hecho? Pues felicitaciones, querida, muy pronto serás parte de la familia Steinberg, la unión de nuestras familias asegurará que en este país siga existiendo gente de clase —exclama Fernando dándole un fraterno abrazo a su futura nuera que lo acepta con suma satisfacción. —Sé que a Alicia le hubiera encantado poder estar presente en este evento, viendo que uno de sus mayores deseos se volvía realidad, no puedo dejar de pensar que el destino ha sido injusto en llevarse a una persona tan valiosa como ella —se lamenta Carolina con una mirada lagrimosa puesta en el imponente mausoleo que el viudo le ha comprado en el cementerio. —Sé que sí, Alicia fue una esposa maravillosa, una mujer talentosa e inteligente que supo cargar con la responsabilidad de llevar este apellido con elegancia. Usualmente los Steinberg son sepultados en nuestro mausoleo familiar en la mansión, o al menos desde que mi bisabuelo la construyo, creí que de esa manera los que quedábamos
Ariel se sienta en un banco de madera frente a los lagos de Palermo luego de haber corrido algunas vueltas, con el cuerpo sudoroso y acalorado bebe de la botella de agua que acaba de comprar sintiendo una oleada de alivio ante el líquido frío que le recorre la garganta. Una vez que termina de beber se mantiene con los ojos cerrados deseando poder seguir sintiendo ese alivio, anhelando que esa paz que ha sentido al correr lo siguiese en la vida, sobre todo ante lo que tiene por delante. —No es tan malo… —susurra el empresario que desde que le pidió matrimonio a Carolina ha estado intentando convencerse que ella podría llegar a ser una buena esposa, es bella, inteligente, competitiva, y han compartido mucho juntos, por lo que una vida juntos no podría llegar a der tan mala. Aunque al recordar que en ese lugar fue en donde le dijo a Julieta que no podría estar a su lado siente una presión en el pecho, porque si bien luego pudo pasar la noche más maravillosa de s
—¿Cómo estás, cariño? —pregunta Héctor llegando al café en donde su clienta la está esperando saludándola con un beso en la frente.—Estoy bien, siento molestarte, sé que estás ocupado, pero solo tú puedes ayudarme —se disculpa Julieta haciendo señas al mesero para que se acerque a servirles.—Estoy a tu servicio, no solo porque me pagas, sino porque me preocupo por ti. Solo dime qué necesitas, y veré lo que puedo hacer por ti —plantea el agente ordenando un café negro sin azúcar con dos magdalenas.—Lo sé, por eso he acudido a ti, quiero un trabajo fuera de MarchetMax y Jaguer —revela la modelo pidiendo solo un cappuccino.—¿Quieres quedar fuera de una de las mayores empresas de publicidad del país y de la marca de moda emergente que se está
—Según parece las cosas te están yendo muy bien, eres sin duda un gran orgullo para tu familia, aun cuando has decidido dejarnos de lado para lograrlo —reclama la voz dura de un hombre a través de la línea telefónica.—No es mi culpa que tú nunca te hayas molestado en hacer algo por nosotros más que acumular deudas, no creo que sea un crimen querer crecer, aún cuando eso significa tener que dejar de lado lo que solo representa un obstáculo —determina Timoteo haciendo una mueca de disgusto al tener que soportar esa conversación.—¿Así que quien te ha dado todo en la vida ahora solo es un estorbo? —interroga el padre sintiéndose ofendido por las palabras que su propio hijo le dedica.—Nos diste lujos, extravagancias, pero nunca ambición o el deseo de progresar. Y sabes muy bien que esa fortuna no dudar&
Al divisar el cartel de “Bienvenidos a Las flores”, Ariel siente cierto nerviosismo revolviéndole el estómago. Ha venido hasta este lugar en busca de respuestas, deseando poder confirmar o desechar lo que la amiga de su madre le ha dicho, pero en parte siente como si temiese a lo que pudiese descubrir allí. Sobre todo porque no está muy seguro de cómo actuaría si descubriese que su padre es responsable de estar matando y enfermando a la gente de ese pueblo. ¿Qué haría? ¿Acaso se uniría a los que han denunciado a su familia? ¿Iría ante el Fiscal Avilés para entregarle pruebas que determinen el éxito de esa investigación?—Eso lo veré cuando sepa lo que sucede realmente, es mejor ir paso a paso —murmura el empresario doblando en el obelisco blanco atravesado por la pintura de la bandera Argentina. Y aunque le resulta un lugar
—¡Se está burlando de ti, te quiere tener cerca para poder enrostrarte en la cara que se ha quedado con Ariel! ¡Deberías haberle dicho que no, haber inventado cualquier excusa, o simplemente haberla echado de tu casa por perra! —reclama Malena corriendo junto a su amiga por el parque.—No pude, de hecho quedé sin palabras, pero en todo caso creo que no debería importarme tanto, es decir quizás sea una buena oportunidad para terminar de superarlo, verlo casándose, saliendo de mi vida —plantea Julieta mirando su reloj para que controlar que no se les vaya el tiempo.—Yo creo que mas bien es una señal de alerta de que eres una especie de masoquista, pues eso es lo único que puedo decir de alguien que aceptaría ser la dama de honor de la boda del hombre del que está enamorada —cuestiona la amiga que si no fuera porque tiene la vista al frente pa