—¿Qué sucede? —pregunta Timoteo al ver en los ojos de su invitada cierto desconcierto.
—Oh, nada, solo vi a alguien… —responde Julieta tratando de no dar relevancia al asunto.—¿Sí? ¿A quién? —pregunta el empresario volteándose en la dirección que la mirada de la modelo se ha clavado—, ¿Ese es mi primo? ¿Y esa chica?—Es mi hermana —responde la mujer tratando de no hacer notar la rabia que le produce verla ahora junto a Ariel, dispuesta como siempre a querer sacarle todo lo que ella ha tenido.—¿Mi primo y tu hermana? Que familiar se ha vuelto esta cena, podríamos pedir que junten nuestras mesas para cenar juntos —propone Timoteo que a pesar de que no disfruta de la compañía de su primo, piensa que es lo que quiere su compañera.—¡No! No quiero interrumpirlos, han de querer privacidad —afirma Julieta suavizando su tono de voz luego de la enérgica negación.—Oh, ¿No te llevas bien con tu familia? Puedo entenderlo—¿Estas hablando en serio? —cuestiona Ariel pasmado por la propuesta que Guillermo le ha traído. —¿Alguna vez no lo hago? Este desfile en Carlos Paz va a ser una especie de prelanzamiento de nuestra línea, una muestra de lo que vamos a ofrecer, un guiño a los inversores y un poco de presión para la competencia —aclara el diseñador disfrutando de la vista de la oficina. —Entiendo eso, me parece una estrategia buena, aunque algo arriesgada, sobre todo cuando aun tienes que contar con la campaña y la semana de la moda. Además puedo entender que quieras contar con Julieta, pero no por qué me quieres a mí ahí —plantea el empresario a quien la idea de tener que pasar un fin de semana en Carlos Paz no le ha gustado, y mucho menos teniendo que estar acompañado de Julieta. —Porque ya todos saben que tengo al mejor en publicidad a cargo de mi campaña, y tu presencia allí logrará fortalecer cada uno de mis objetivos. Aunque deberé pedirte que te abstengas de
—¡Por fin han llegado las personas a las que mas me interesaba ver! —exclama Guillermo con los brazos extendidos recibiendo a sus invitados en el vestíbulo del hotel. —¿Recibiéndonos en persona? No esperaba ese honor, ¿O solo querías asegurarte de que hubiésemos venido? —interroga el empresario con una sonrisa divertida en los labios a medida que avanza hacia su cliente. —Confiaba en ti, eres uno de los pocos hombres de palabra que quedan en el mundo. Y tú Julieta estás tan radiante como siempre, vasa ser la estrella de este desfile, puedo asegurártelo —afirma el diseñador con brillo en los ojos al poder imaginar las prendas que lucirá ese grácil cuerpo. —Le agradezco sus palabras, pero creo que está siendo mucho más efusivo de lo que debería, estoy segura de que cuenta con muchas modelos hermosas —murmura la mujer con cierto rubor en las mejillas por la vergüenza. —Es verdad, las tengo, pero ninguna es capaz de transmitir lo que
—Para los que acaban de sintonizarnos los pondremos al tanto, estamos con Débora Berton, hermana de la reconocida modelo Julieta Berton, se encuentra con nosotros ya que ha denunciado a su hermana de haberla agredido verbal y físicamente, ¿Verdad? —expresa el periodista pasando su mirada de la cámara hacia la mujer que con el ojo izquierdo morada y el labio partido mantiene la cabeza gacha. —Es verdad, Luis, en realidad no quería estar en este lugar, no me gusta tener que estar volviendo este asunto algo publico, pero porque más allá de todo ella es mi hermana —sostiene la mujer con la voz empañada. —Pero eso no le da derecho a agredirte, y mucho menos debe llevarte a guardar silencio ante esta situación, has hecho bien en denunciar y sobre todo en hacerlo publico para que la gente pueda conocer quien es realmente Julieta Berton —alienta el periodista que ya ha decidido la postura que tomará en ese asunto. —Debo decir que como una gran segui
—¡Estas loca, desquiciada, definitivamente tienes algún trastorno mental! —grita Pablo caminando de un lado a otro de la habitación de hotel que ha alquilado. —Eso no te importó cuando le metías los cuernos conmigo a mi hermana —plantea Débora tranquilamente sentada en el sofá con las piernas cruzadas. —Nos divertimos, no voy a negarlo, ¿Pero acaso pensaste en las consecuencias de esto? ¡Con eso lo único que vas a lograr es provocar a Julieta, y que exponga nuestra relación! ¿Te has puesto a pensar en lo que eso podría significar para mí? —cuestiona el futbolista que no puede seguir dando lugar a ese tipo de problemas que dejan su imagen por el piso, su agente ya se lo ha hecho saber. —Creí que conocías a mi hermana, después de esto ella no va a exponer nuestra relación, lo más probable es que me acusen de tener una crisis nerviosa o algo de eso, cosa que yo voy a utilizar también para justificar esa denuncia —alega la muchacha restándole im
—Sí, Luis, la verdad es que esa acusación ha sido falsa, aunque no se debe tomar a Débora como una mala persona. Ella recientemente ha tenido que ser tratada por un especialista, ya que a causa de un ataque de nervios se autolesionó y lanzó esas acusaciones en contra de su hermana —relata Pablo a través de un móvil del mismo programa en el que Débora lanzó su acusaciones. —Oh, ¿Eso no le traerá problemas legales? La acusación que hizo contra Julieta fue muy grave, debo confesar que incluso yo llegué a tomarle cierta saña a Julieta —plantea el reportero demostrando cierta vergüenza en su expresión. —Ella tendrá que lidiar con las consecuencias de sus acciones, pero en realidad no serán tan graves ya que ha sido producto del estrés que viene acumulando. En cuanto a Julieta yo mismo quiero disculparme por todo esto, si no hubiese tratado de esconder esta relación probablemente podría haber —intercede el futbolista siguiendo palabra por palabra lo que su nu
—Señor Ariel, que sorpresa, pase por favor —invita el mayordomo de la casa Steinberg evidentemente sorprendido de la aparición del heredero.—¿Cómo estás, Felipe? ¿Se encuentra mi madre? —pregunta el empresario con una sonrisa sutil en los labios, en cuanto dejó a Julieta en su departamento manejó hasta su antiguo hogar para conseguir las respuestas que está buscando.—La señora Steinberg se encuentra tomando el té en el patio, ¿Quiere que le anuncie su llegada? —propone el mayordomo con amabilidad.—Oh, no, considérate liberado, Felipe, aun recuerdo el camino al patio —responde Ariel comenzando a caminar hacia esa ubicación intentando formular en su mente las preguntas correctas.—¿Ariel? ¡Que gran sorpresa, no sabía que vendrías! ¿Ha sucedid
—Sí, he llegado bien, cariño, no tienes que preocuparte, es solo que necesitaba un poco de aire fresco, y no quise molestarte, sé que has estado muy ocupado últimamente—asegura Alicia a través del celular corriendo una gruesa cortina naranja para cubrir la ventana.—Ya te lo compensaré cuando termine con este negocio, quizás un recorrido por toda Europa, sé que te gustaría —propone Fernando para no tener que soportar algún reclamo por parte de su mujer.—No te preocupes, estaré de regreso para antes de que puedas comenzar a echarme de menos —afirma la señora Steinberg soltando una risa divertida para dejar tranquilo a su marido, aunque lo único que desea en ese momento es terminar con esa llamada.—Eso espero, recuerda que este fin de semana tenemos la cena con el gobernador, así que te espero para en
—¿Te divertiste mucho en Carlos Paz, primo? —pregunta Timoteo ingresando en la oficina de Ariel tomando asiento frente a él. —Diversión no fue exactamente lo que tuve, aunque en realidad tampoco fue la razón de ese viaje —murmura el empresario sin levantar la vista del informe que está leyendo para asegurarse de no retrasarse con el trabajo. —¿Acaso desperdiciaste la grata compañía de esa bella mujer por estar metido en el trabajo? Creo que tienes un grave problema con eso si lo has hecho —plantea el primo tratando de establecer qué tan interesado está en la modelo. —Fui hasta esa ciudad por trabajo, así que eso hice, trabajar —asegura Ariel preguntándose la razón por la que su familiar está interesado en indagar sobre su viaje y relación con Julieta—, debo decir que me sorprendió que no estuvieras presente en un evento de tanta importancia para tu negocio. —Créeme que me hubiese encantado estar allí, sobre todo habiendo tantas mujeres