—La veo, está entrando a una tienda de ropa cara, apuesto a que debe estar acostumbrada a gastar una fortuna todos los días —informa Santiago a través del manos libres mientras saca una fotografía a Alicia.
—No le pierdas el rastro, esa víbora buscará la manera de zafarse de esta situación. Una fiera acorralada se vuelve aun mas peligrosa, así que no te confíes —advierte una voz distorsionada desde el otro lado de la línea telefónica. —Lo sé, la conozco bien. Aunque la verdad es que no le hemos dejado con ninguna opción para escapar de nosotros, has pensado en cada detalle para dejarla en esa situación —comenta el hombre a quien le gustaría saber las razones que su misterioso benefactor tiene para querer ver a Alicia en la ruina total.—De todas formas intentará librarse de alguna manera, está en su naturaleza conseguir lo que quiere a cualquier precio. Lo más probable es que ya esté intentando determina qué ha sido de tu vida durante todos estos—Disculpe, señor Steinberg, le he traído un café con medialunas. Supe que hace apenas un rato que ha llegado desde Barcelona, y supuse que querría algo de tomar —anuncia Débora entrando con una bandeja a la oficina que le han asignado al empresario.—Gracias, cariño. No seas tan formal, puedes llamarme por mi nombre, ¿Ha sido un gesto de mi primo para hacerme sentir cómodo? —interroga Timoteo recostado en el sillón detrás del escritorio mirándola con curiosidad.—No, una vez que el señor Steinberg se dedica al trabajo parece dejar de estar consciente de todo a su alrededor, incluso hasta llegando a descuidar a las personas de las que debería estar pendiente —excusa la muchacha dejando la bandeja sobre el escritorio y mirando con aparente timidez al hombre que no le saca los ojos de encima.—Entonces es una gran ventaja para él poder contar con alguien tan eficiente que es capaz de pensar en todo —declara el empresario con una sonrisa de galán tomando la
—Este es un caso que se cerró hace más de treinta años, Luis. ¿Cuál es la razón de que se haya reabierto después de tanto tiempo? —pregunta una periodista a su compañero en la pantalla del Smart tv de Alicia.—La aparición de un testigo clave quien cuenta no solo cuenta con el testimonio de que ese incendio no fue un accidente, sino algo premeditado para asesinar a la familia que vivía en esa casa, también ha indicado contar con pruebas para demostrar lo que dice —responde el hombre canoso con seriedad.—¿Y esas pruebas ya se encuentran en las manos de la justicia? —pregunta la reportera pasando un mechón de pelo rubio detrás de su oreja.—Aún no, el testigo ha solicitado que sea el Fiscal Avilés quien dirija la investigación, ya que solo a él le brindará las pruebas con la que cuenta. Este Fiscal fue quién llevó a cabo la investigación y quien se opuso a que el caso fuese archivado, tiempo después fue trasladado a la plata en donde ha estado desempe
Sentada en uno de los taburetes de la cocina, Julieta pasa las fotografías en la computadora con cierta melancolía, ver esos bellos momentos junto a su familia le hacen preguntarse en qué momento su vida dejo de ser simple. En cada una de esas imágenes puede ver la alegría que solía caracterizarla, y que no eran solo porque tenía una cámara delante, sino porque realmente se sentía feliz. Una muchacha llena de vida y sueños, que si bien apenas estaba dando sus primeros pasos, sentía que no existía nada que no pudiese conquistar. Al ver una fotografía en la que se encuentra abrazando a su padre en la sala de su antigua casa no puede evitar esbozar una débil sonrisa, quizás sea momento de visitarlos, necesita de ese cariño y contención que parece que solo sus progenitores parecen ser capaces de brindarle.—¿Quién podrá ser? —murmura la modelo al oír el sonido del timbre resonando en el departamento.—Espero no estar interrumpiendo nada —comenta el Agente de la
Ariel cierra su notebook refregándose los ojos con las manos, soltando un suspiro cargado de cansancio se recuesta en el sillón mirando el techo blanco de su departamento. Si bien los números de su compañía parecen estar muy bien, no es capaz siquiera de esbozar una sonrisa, su mente está demasiado cargada de diferentes pensamientos que ni la noticia de que sus finanzas siguen creciendo puede darle calma. No solo ha tenido que lidiar con la sorpresiva separación de Esmeralda, sino que ahora también tiene que soportar a su primo dentro de la compañía, algo que le da muy mala espina, simplemente no puede atribuir que Timoteo sea parte de Jaguer por simple casualidad. Puede percibir que hay algo cociéndose detrás de eso, aunque no sea capaz de verlo.—Eventualmente lo descubriré en algún momento, pero la cuestión es que lo haga antes de que él pueda c
Débora mira mediante la cámara frontal de su teléfono si su maquillaje está bien, pareciéndole que ese rojo fresa le hace unos labios más que seductores se da por satisfecha. Guardando su celular se alisa con las manos unas pocas arrugas del vestido negro ajustado al cuerpo que lleva, uno que tiene un escote que suele captar la mirada de la mayoría de los hombres, aunque claro que se ha preparado así para su próximo objetivo. Apoyando la carpeta que lleva en el brazos sobre su pecho toca el timbre del departamento de Ariel, su Jefa le ha encargado dejarle esos papeles sin falta, en realidad se lo dijo mientras aun estaban en la oficina, pero ella vio la oportunidad perfecta para presentarse delante de él en un ambiente más propicio para que pueda hacer su jugada.—¿Sí? —pregunta el empresario abriendo la puerta con los ojos aun rojos por el llanto.—
—Debo confesar que cada día mi admiración por tu trabajo solo va en aumento, soy como un niño que no puede dejar de contemplar un arco iris —declara Timoteo acercándose con una gran sonrisa a la modelo.—Agradezco mucho su halago, me tomo mi trabajo en serio, que le haya gustado supongo que es una señal de que lo estoy haciendo bien —responde Julieta con una sonrisa formal queriendo ir a cambiarse de ropa.—Puedes estar segura de eso, de hecho me gustaría poder charlar sobre la posibilidad de estar con Jaguer en la semana de la moda de París —ofrece el hombre pareciéndole una excusa más que suficiente para conseguir una cena o al menos un almuerzo con ella.—Le agradezco la propuesta, pero el señor Steinberg ya dio la respuesta de que no sabe si mi contrato podrá darse por terminado en ese entonces , creo que es algo que debe arreglar con él en todo caso —señala la mujer reconociendo el intento de ligue.—Eso es algo que puedo arreglar sin pro
Alicia examina minuciosamente todos los periódicos que están sobre la mesa del patio en donde una vez más se encuentra desayunando sola, no conoce la causa de la ausencia de su marido, pero en realidad la agradece ya que de esa manera no necesita disimular su ansiedad. Al dejar el último periódico sobre la mesa puede respirar con tranquilidad al no ver siquiera un articulo sobre la investigación del incendio en el que murió su familia, y eso es una gran noticia, puede que finalmente hayan decidido que no valía la pena ponerse en tantos gastos por un caso antiguo de un pueblo insignificante, eso es lo bueno de la justicia argentina.—Bueno, finalmente podré encargarme de nuevo del tema de Ariel, ya luego veré como lidiar con Santiago —murmura la mujer que preocupada en esa cuestión de su pasado ni siquiera ha podido informarse de los avances de Carolina.—Disculpe
—Disculpa que lo diga de esta manera, pero siempre supe que tu hermana era una zorra, aunque nunca me imaginé que llegara tan lejos como para revolcarse con su cuñado —espeta Malena sentada en la punta de la cama de su amiga. —No es algo que hubiese esperado, todos estos años creyendo que había tenido una relación hermosa con Pablo, y resulta que siempre me engañó. Pensar que estuve a punto de darle otra oportunidad, he sido una tonta, puedes decírmelo —confiesa Julieta con cierto pesar en el rostro mirándose al espejo para ver como le queda el vestido veraniego que se ha puesto para la cena de esa noche. —No quiero hacer leña del árbol caído, de hecho hasta estoy orgullosa que te hayas dado la oportunidad de seguir adelante, debes pasarme la receta para atraer a tantos hombres exitosos, porque yo solo consigo mujeriegos y vagos —indica la amiga con una sonrisa divertida en los labios. —No estaba muy segura de hacerlo, sobre todo al descubrir que