Cuando bajaron del peñasco se encontraron con Fransé y Misem, este último aún pasando el dolor de sus profundas heridas, ambos bajo la sombra de un frodoso árbol.
Trino se percató, de que ni Mino ni el Rey habían Llegado, y al llegar junto al príncipe y el General y les preguntó: —¿El hechicero y el rey no llegan, aún?—No y estamos un poco preocupados— dijo Fransé.—Deberíamos ir a buscarlos, claro si el príncipe se siente mejor— Añadió Trino mirando a Misem, quien estaba con los ojos cerrados.—Si, yo también me encuentro preocupada, espero estén bien— intervino Cadelia, luego se acercó con suavidad a Misem, se puso cara a cara con el e interrogó con un suave susurro— ¿Cómo te encuentras, mi querido Misem?—Ya esto bastante mejor Cade, y aún más porque tú estás bien— contestó el jóven quien al abrir los ojos, sonrió pues se vió reflejada en los hermosos ojos de la chica que amaba.Cadelia sonrió y se apartó, para que Trino y Fransé, pudieran ayudar a Misem a levantarse. El Príncipe logró colocarse en pie por si solo, sujetó la mano de Cadelia y su otro brazo lo colocó alrededor del cuello de Trino y los tres siguieron al general.A pocas distancia de ellos, Milyus y su oponente aún combatian. Mino los observaba, preocupado y alerta, pero sin poder intervenir, ya que el rey no lo permitió, desde que el hechicero había llegado a aquel lugar, ninguno de los involucrados en la lucha se habían detenido, a pesar de sus profundas heridas. Fransé, Misem, Trino y Cadelia, llegaron junto a Mino quien no se percató de su presencia, hasta que Misem más estable para caminar solo, se acercó más al joven hechicero y le preguntó:— Mino ¿dónde está mi padre?Sin inmutarse, el hechicero señaló al lugar de la pelea, los ojos del principe se ensancharon, al darse cuenta que ambos hombres estaban muy mal heridos. Misem trato de caminar hacia donde estaban, pero Mino tomó su hombro deteniendolo. El Príncipe lo miró ceñudo, pero Mino se limito a negar con la cabeza, el príncipe se sintió confundido, pero Fransé que entendió la acción del hechicero explicó: —Supongo que el rey tiene cuentas que saldar con ese hechicero.— ¿Cuentas que Saldar?— interrogó Misem, cambiando su mirada hacia Fransé.— Si majestad, ese curanders es el responsable de la muerte de la Reina— Continúo Fransé, con pesar.—Osea que mi padre está peleando solo contra él, por...— se interrumpió Misem— Venganza, sí— Termino Fransé.Misem vio a el general con sorpresa, ante lo dicho y luego observó la batalla. Cadelia no podía repirar, tenía sus manos juntas y sus dedos entrelazados y, al darse cuenta de que ambos hombres estaban terriblemente heridos dijo con desespero—Deben detener esto, el rey está muy herido— miro a los tres jóvenes que voltearon a verla—¿No deberían ayudarlo?.—Ya lo intente, señorita Cadelia— intervino Mino— pero el señor Milyus no me dejo, no quiso que lo ayudara— Explicó— me dijo que esta era su batalla y que no quería que nadie interviniera— Mino, seguía viendo la lucha y fue el único que no volteó a ver a Cadelia— esto es una lucha a muerte, pero ninguno, ha caído a pesar de sus múltiples y graves heridas— terminó el hechicero.—Pero mi padre no tiene poderes, esta en clara desventaja— Refutó Misem—Esa es la cosa jóven príncipe, el hechicero curanders tiene honor, ya que no ha usado en ningún momento su magia— admitió Mino— y ninguna de las heridas de su padre, han Sido producida por hechizo.—Aún así sigue en...Un golpe seco en el suelo hizo callar al príncipe. La batalla se había detenido de repente y el curanders yacía muerto en el suelo, del lado derecho y el Rey estaba del lado izquierdo herido e inmóvil, sostenía su costado para contener la sangre de la profunda herida que tenía —¡Padre!, ¡padre!— lo llamo Misem con desesperación, arrodillándose junto al rey, el hombre abrió los ojos con dificultad y vio el rostro de Misem que a ratos se veía borroso, sonrió con una media mueca y con una suave y grave voz dijo:— Mi querido hijo Misem,...A veces nuestro destino está marcado con la muerte.—¡No!,¡Padre te pondrás bien!¡Mino te curará y vol...— calló el príncipe al ver que su padre negaba con la cabeza.— Hijo...debes ser fuerte...ya llegó el momento en...que tú seas el rey...se que harás un...gran trabajo...tienes a este equipo de buenas personas y amigos...que te apoyarán— Milyus hizo una pausa, seguida de una mueca de dolor prolongada— por...último quiero que sepas...que...eres mi...mayor...or...gu...llo— estas fueron las últimas palabras del rey ya que su respiración se detuvo. El Rey Milyus, había muerto.Misem, contemplaba estático el cuerpo de su padre, mientras gruesas lágrimas caían por su mejilla, llevadas por la gravedad. Cadelia se arrodilló junto a Misem y lo abrazó, lo que hizo que el chico llorara más, la chica también lloraba sin emitir sonido, abrazando a su amado, Mino bajo la cabeza mientras lloraba en silencio, mientras Trino y Fransé, hacían su última reverencia al rey, con ojos bañados en lágrimas.Mino, cavo una tumba al pie de la montaña y cuando enterraron al rey y cubrieron el agujero el hechicero coloco sobre el montículo una placa que rezaba «Rey Milyus, amado líder Querido amigo y padre ejemplar»Contemplaron la tumba, Misem y Cadelia se abrazaban. Y antes del atardeceres, emprendieron su viaje de regreso, dejando atrás la cueva la montaña y la tumba del Rey.Durante el viaje, ninguno dijo nada. Paraban a comer sin ánimo, aunque Misem no probaba bocado, y cuando los demás comían, se apartaba a reflexionar en su soledad y lloraba, el jóven principe, sentía que sin su padre no podría, porque el Rey no era solo su padre, si no también su compañero y su mejor amigo.La noche los cubrió con su oscuro manto y ya avanzada aquella penumbra, los chicos divisaron el pueblo, ligeramente iluminado, con la tenue luz gris de la luna que finalmente vieron ante ellos, y desde la mitad del camino Notaron que el Castillo Dorado.Cadelia se detuvo en su casa, la unica con una luz encendida, pues dentro de esta sus padres esperaban su regreso. cuando la chica toco la puerta, la pareja dio un salto y su padre fue quien abrió, al ver a su hija parada en el umbral se perdieron en un abrazo. Una vez dentro de la casa y todos sentados, su padre le Preguntó:—Hija, ¿te encuentras bien? ¿te hicieron daño?—Estoy bien papá—contesto con voz ronca y baja la joven, sin mirar a su padre.—Te ves triste, mi niña ¿Que sucedió?— pregunto su mamá, quien se habia acercado a ella.La muchacha levantó la cara y al encontrarse con el rostro de su madre y sus ojos tiernos que la miraban, sus labios temblaron y antes de poder decir alg
El Hechicero había montado en su caballo, y anduvo con lentitud a través del pueblo, y notó que ya algunos negocios y casas tenían colgados en la puerta un liston negro, obedeciendo el luto, el hechicero se entristeció, al recordar que el bodadoso rey,. que lo había ayudado cuando el se encontraba desahuciado ya no estaba. Al salir del pueblo, vio a unas pocas millas el caballo de Misem e hizo que el suyo apurara el trote para alcanzarlo.El principe ya iba a medio camino de la colina que subía al Castillo cuando el sonido de los cascos de un caballo cercano a el lo hizo detener su andar. Cuando el animal llegó junto a él y su jinete bajó, el chico preguntó:—¿Tuviste suerte con Elena?—¡Eh!, bueno hablamos— contestó Mino nervioso e iniciaron su caminata nuevamente— me invitó...—negó con la cabeza y volvió a decir—Nos invitó, a una reunión de amigos, me dijo que sería en dos días y...—No amigo, no tengo humor para reuniones.—Cadelia también irá—anunció Mino, e
Dos años pasaron pronto, el hechicero Mino quien ya tenía 21 años, habia fortalecido su poder y estaba mas lleno de conocimiento, su relación con Elena quien ya tenía 18 años, iba muy bien.Misem y Cadelia tambien tenia una sólida relación y no habían tenido mas desacuerdos en todo ese tiempo.Incluso el Capitan Trino y el General Fransé teniendo ambos 24 alos de edad, tenian prosperidad en su matrimonio aunque ninguno aún había podido tener hijos.tanto en el pueblo como en el Castillo, se preparaban para celebraciones importantes, el cumpleaños 18 de Misem y el mas grande de todos la coronación.Para el cumpleaños del principe se prepararía un gran banquete, donde también se anunciaría formalmente el compromiso de Misem y Cadelia.Luego de la celebración del cumpleaños del principe, la tensión cr
Cuando comenzó el año 1414, el rey Misem, habia ejercido un satisfactorio mandatos hasta los momentos. Además su relación con Cadelia; su prometida y futura reina y, con la que esperaba poder casarse pronto, iba perfecta. Mino y Elena se habían comprometido en las pasadas navidades. El hechicero fue bien recibido, por los padres de su ahora prometida y próximamente esposa, quien estaba muy emocionada. Ambos jovenes deseaban celebrar su matrimonio aquel año y todo el tiempo libre que tenìan lo usaban para la planificaciòn de la ceremonia. Habìan pasado 4 años desde el último ataque de los curanders, y desde la muerte del rey Milyus; el rey Misem no permitiría ningun otro ataque sorpresa que pusiera en riesgo la vida de nadie y, Aunque la paz se mantenía, en los alrededores del castillo y sus pueblos y aldea
Al separarse, ambos se miraron, Elena acariciando las mejillas de su prometido; quien le sostuvo su mano, la cual ya estaba fría, con las últimas fuerzas que le quedaban le expresó:—Mino, te...amaré...toda la eterni...dad...Tras las ultima palabra, la Luz de sus ojos se apagó, dejandolos sin brillo, y el hechicero, abrazando el cuerpo de su amada entre lagrimas de tristeza le dijo:—Serás mi amor eteno, mi querida Elena.Y el llanto surgió por completo, Mino se sentía triste, impotente, deshauciado, y todo eso comenzó a aflorar su ira contra los responsables de todos sus sufrimientos: «Los hechiceros Curanders». Ellos habían sido los responsables de la muerte de sus padres y su hermana, del Rey Milyus y ahora habían asesinado a sangre fría a su amada, Mino ya estaba harto de sufrir sin hacer nada contra las personas que le habían causado daño, se levanto dejando el cuerpo de Elena en el suelo con cuidado y sintió
El general y el capitán cavaron tumbas suficientemente profundas, para dar la merecida sepultura a todos los caidos en batalla. Misem y Mino llevaban los cuerpos, colocándolos con cuidado en cada hueco.Mino creaba lápidas con su magia y en cada una colocaba una pequeña leyenda, sobre todo de sus amigos caídos. Al enterrar a Elena junto a sus padres, el hechicero coloco una lápida de tamaño medio y con flores talladas y la inscripción rezaba: "HIJA EJEMPLAR, AMIGA EXCELENTE Y MUJER MARAVILLOSA.Cuando terminaron de enterrar a los caídos, incluso a los curanders, aunque a estos los colocaron más alejados, se encaminaron al castillo y el Rey se dió cuenta que medio pueblo fué destruído y se había convertido en un cementerio.Cada uno caminó en silencio, sumergidos en sus pensamientos, todos se sentían muy triste, por las perdidas de sus amigos y gente de
Durante aquellos tres años, no habìa aparecido ningun enemigo, luego de la derrota de los curanders, aunque de estos aun existía un grupo que se mantenía oculto. El rey Misem finalizó alianzas y convenios con los demás reinos, sobre todo con el castillo de plata que era el más cercano, y cuyo líder le tenía un afecto paternal a Misem.Al cementerio del pueblo, creado en la ùltima batalla contra el clan curanders, se le había contruido un muro, que lo separara de las reconstruidas casa de las familias que aún quedaban en el mismo.Mino, ya había cumplido sus 23 años, su cuerpo volvió a ser el mismo y aunque todavía le dolía recordar a Elena, trataba de recordar los mejores momentos con ella. El hechicero, seguía entrenando y preparaba pociones curativas, ya que al encontrarse en paz todo aquel territorio, solo usaba su
Luego del matrimonio de Misem y Cadelia, los años pasaron muy ràpido, los reyes del Castillo Dorado, se convirtieron en los mas queridos en aquel territorio y procuraron manener la Paz durante los siguientes 12 años que habìan pasado en un abrir y cerrar de ojos.El hechicero Mino, habìa crecido y Madurado, todos aquellos años, pero no se volvio a comprometer con ninguna mujer ya que, el recuerdo de lo ocurrido a Elena, no lo dejo poner en riesgo la vida de ninguna otra chica. El Gran maestro hechicero, entrenaba y habìa aumentado sus poderes, los cuales a su 35 años de edad, ya dominaba por completo, convirtiendolo en uno de los hechiceros màs poderosos del circulo, el Hechicero en su tiempo libre dada la paz que reinaba en el territorio, se dedicò a realizar posiones, con las que curaba a las personas en el pueblo.El General Fransè, tomò un tiempo para dedicarse a su familia, su padre enfermò y muriò durante aquellos años; Sin embargo, aunque per