Dos semanas después del atentado…
Creía que los campos florales del amor y la amistad podían ser un mito o una forma de engañar a las demás mariposas del mundo.
- ¿Necesitas que vayamos a tu casa? – preguntó con un tono y gesto de preocupación. Ahora me daba cuenta de que estaba equivocada, ahí estaban ellos demostrando con paciencia y cariño que mis ideas eran erróneas, todo lo que hicieron por mí y todavía estaban mucho más que pendientes de mí desde ese horroroso momento.
-Tranquilos, todo está bien – sonreí observándolos a través de la pantalla – He estado trabajando en mí para regresar pronto – ya eran dos semanas que no iba a la universidad luego del atentado.
-Nos alegra saber que volverás, te hemos extrañado muchísimo – sonrió con ternura – Te enviaremos lo que vimos hoy en clases – ellos habían estado mandando todo, desde los apuntes hasta los trabajos en estas dos semanas. Ahora pertenecía al salón B y ellos se estaban encargando de que estuviera al día para que cuando volviera no tuviera ningún problema.
No podía creer que esos chicos habían llegado como unos totales desconocidos y ahora se estaban volviendo mucho más que importantes para mí. Sentía raro que estuvieran de forma permanente, pero también se sentía… maravilloso.
Extrañaba verlos todos los días, pero entendía que no pudieran estar acompañándome presencialmente todo el tiempo. Sin embargo, agradecía que en momentos como este no se olvidaran de mí, algo que la mayoría de la gente hacía, ya que si no podía ofrecerles algo que necesitaran por alguna razón esperaban que estuviera bien para así volver a entrometerse en mi vida y conseguir lo que querían.
-Yo también los he extrañado demasiado, espero que puedan venir este fin de semana a pasarla conmigo – sonreí inocentemente a lo que ellos rieron para luego asentir – Y gracias, me ayuda mucho mantenerme distraída – me encogí de hombros.
-Veo que la herida ya está mucho mejor… al menos de lo que puedo ver a través de la pantalla – dijo sonriendo con cariño. ¿Y saben algo? Lo más gracioso es que ese cariño llegó en un envoltorio de pelea gracias a un chocolate caliente derramado y un cup cake como ofrenda de paz.
Volteé a ver mi brazo que ya no portaba la venda, la herida ya estaba totalmente cicatrizada – Sí, totalmente, ya no me duele ni nada, pero siempre la cuido y la mantengo limpia – sonreí feliz.
-Mañana llegaremos y veremos tu película favorita – habló el rubio emocionado. Me reí, creo que no saben cuál es mi película favorita y no pensaba decírselo, por ahora, ya mañana lo sabrían. Asentí con emoción.
-Y te contaremos cómo vamos con los entrenamientos – dijo el pelinegro – Estamos a pocas semanas de comenzar el campeonato nacional – dijo emocionado haciendo gritar a los chicos con la misma emoción y luego chocaron puños y los cinco mientras otros se abrazaban. Yo me reía y los veía con ternura.
Y pensar que podía llegar a perder algo como esto y personas como ellos solo porque creía que me engañarían o que solo me utilizarían, confié y escuché a las personas equivocadas a pesar de que me había prometido no dejar que nadie me influenciara, porque sí, antes de la universidad, había confiado y por ello, me habían derribado.
Para decirles que ni siquiera podía pensar en que la amistad y el amor fueran cien por ciento verdaderos o reales.
La vida me ha enseñado que mi antiguo pensamiento de “todo y todos son falsos”, “el amor es un cuento para niños” o “la amistad es solo para ingenuos” cambiara a un pensamiento diferente y renovado como “La amistad sí es real”, “el amor puede ser verdadero” y “todas las personas son diferentes y no todos te traicionan”.
¡LOS CAMPOS Y PRADOS FLORALES SON REALES!
La felicidad, la amistad y el amor lo son. No es mentira. Pero también lo son la confianza, la valentía y lo que ofreces a los demás no es en vano.
Pero eso es algo que fui aprendiendo conforme el tiempo pasó, no entendía por qué sucedían esas situaciones de sufrimiento, traiciones y heridas en mi vida, que simplemente rompían mis alas.
Aprendí que todo el camino, todo el vuelo es mucho mejor y más cuando vas acompañado y hay seres leales que son capaces de dar su vida por ti de diferentes formas.
Ellos era la prueba viviente de ello y ¿lo seguirían demostrando?
Porque de algo si estaba totalmente segura…
… el viaje aún no ha terminado, apenas está comenzando.
Tiempo atrás…Roma, Italia (7:00 a.m.)Despertar temprano nunca ha sido uno de mis fuertes, todo lo contrario, es una pesadilla cada vez que debo levantarme antes de las 9:00 a.m. pero no tengo de otra cuando se trata de ir a la universidad.Nada más sonó la alarma de mi celular tuve que abrir mis ojos, no me atrevo a desplazar la alarma 5 minutos más o caeré rendida en los brazos de morfeo nuevamente y esta vez no habrá alarma que me despierte.Ya sé, están pensando ahora mismo que soy la chica más perezosa, pero amo dormir ¿Qué les digo? Es algo esencial en mi vida.Cuando ya estoy lista para empezar el día mentalmente, me levanto directo a mi cuarto de baño para comenzar a prepararme. El día de hoy es mi primer día en la universidad y no quiero
Cuando entro a la facultad me dirijo a la cartelera de anuncios en donde se encuentra un letrero gigante que dice “NUEVO INGRESO”, al llegar ahí noto que hay un listado con el nombre de todos los nuevos estudiantes de la universidad y a la par indica el número de salón, nivel del edificio y con qué catedrático recibiremos la información inicial para el comienzo de las clases.Hay demasiadas personas caminando por todos lados en el edificio y entre ellos nuevos estudiantes que se acercan a la cartelera, impacientes por ver a dónde deben dirigirse. Cuando busco mi nombre y lo encuentro veo que dice salón 413, cuarto nivel con el catedrático Alfonso Cavalle, por lo que rápidamente camino y subo las escaleras para poder llegar al cuarto nivel, este edificio es gigante, no llevo ni la mitad de las escaleras y siento que se me va el aire. Agradezco a Dios que no me haya tocado en algún sal&oacu
Ayer fue un día bastante bueno y tranquilo, pero al final sucedió algo que no me esperaba, y hoy sucedió algo más que no me esperaba, pero para nada, incluso puedo decir que ha sucedido ese algo que yo no quería que sucediera, lo sé, parece trabalenguas, pero es que sencillamente yo no quería que esto pasara.Se estarán preguntando ¿Qué ha sucedido ahora Cele? Pues bien, algo muy simple, el día de ayer pensé algo mientras trataba de salir corriendo del campus de la universidad mientras trataba de jalar el brazo de Stella lo más que pudiera y así evitar mayores problemas con esos cuatro chicos del equipo de soccer.Hoy ya es martes, mi segundo día de clases en la universidad. Todo iba perfecto en esta mañana, me había puesto de acuerdo con Stella para quedar en el kiosco de Starbucks para comprar unas bebidas antes de entrar al aula y así tener a
La semana se pasó volando, aun no puedo creer que terminé la primera semana de mis clases universitarias. Les contaré un poco de lo que ha sucedió en estos días después del incidente del día martes.Donato, los chicos y las chicas no volvieron a hablar de lo acontecido, pero he notado cierta tensión cuando por una u otra razón nos topamos con Franco, Federico, Gabriel y su grupo de amigos, son los únicos tres a los que les conozco el nombre de los 8 chicos, pero trato de ignorar la tensión para que no me afecte y para evitar roces innecesarios entre mi grupo y el de ellos.Me he dado cuenta de que desde hace unos dos días he tenido cierta “atención especial” por parte de Guido, cosa que he notado que a Donato no le agrada, ambos tratan de llamar mi atención en cualquier momento y no entiendo cuál es el punto de ambos. Guido trataba de ser caballeroso con
Aún no entendía por qué esos ocho chicos querían hablarme cada vez de que me veían, incluso estando con Donato y los chicos, ellos estaban ahí saludándome de lejos, sonriéndome, tratando de acercarse cuando mi grupo no estaba conmigo. No sabía qué podían ganar de ello. Además Francesco, el último de los chicos que no pudo presentarse y darme mi apodo el día que se les ocurrió la gran idea de ponerme un apodo diferente cada uno porque no querían llamarme Celestia porque yo no les permitía llamarme Cele porque aún no son de mi confianza, y como para ellos llamarme por mi nombre y no por mi pseudónimo era “muy formal”, pues me paró diciendo que su apodo para mí sería “Bella” y me explicó que a sus ojos era una chica muy hermosa y que por ello ese sería mi apodo de su parte. Debo confesarl
- ¡NO! ¿QUÉ SE SUPONE QUE HACEN? -Grité asustada. - ¡TÁPALE LA BOCA MILÁN! -NO DEJEN QUE GRITE -Lo siento principessa -Me dijo Mássimo cuando intento colocarme un pedazo de tape en la boca para que no pudiera seguir gritando. -¡NO TE ATREVAS A PONERME ESO MÁSSIMO! -Grité de nuevo con furia -¡SUÉLTENME! ¿POR QUÉ ME HACEN ESTO? -Grité al mismo tiempo que pataleaba tratando de bajarme de los fuertes brazos de Luciano quien me tenía cargada como un saco de papas. -No lograras nada, aunque patalees heart -Dijo Luciano riendo. Mássimo logró colocar el tape en mi boca logrando así que mis gritos cesaran y fueran ahora solo quejidos amortiguados, traté de seguir pataleando para ver si lograba algo, pero fue en vano. (...) Se preguntarán qué sucedió. Pues bien, estaba tranquilamente en clases, era la mañana de lunes de la cuarta semana, ya casi cumplía un mes de haber entrado en la
Los días pasaron y logré detener un poco a Donato. Yo sé que estarán preguntándose cómo logré que se calmara y por qué no paró totalmente. Luego de la charla que tuve con los chicos seguí tratando de parar a Donato y su pantomima creada por él mismo donde yo salía perjudicada por su culpa, por lo que decidí al fin hablar con él, me llené de valor y en el receso de la tarde me acerqué al él y le pedí que habláramos, no sé qué se imaginaría o creería, pero acepto gustoso y hasta feliz de que le solicitara hablar a solas. (FLASHBACK) Le pedí a Donato que habláramos en uno de los laterales del campo de soccer de la facultad donde había un poco de privacidad. -Y bien dolcezza, ¿qué deseas que hablemos? -Preguntó recargándose en la pared, cruzó una de sus piernas y con su mano derecha comenzó a jugar con uno de los mechones de mi largo cabello. -Necesito que esto pare ya Donato -Le dije seriamente y con toda l
Amo poder estar en casa, disfrutar de un buen día de lectura y chocolate caliente mientras me siento en mi silla colgante favorita en mi balcón. Martina y Florentina están a mi lado tomando té de manzanilla mientras están en su laptop y celular haciendo no sé qué. -El clima está genial, amo que no haya demasiado frío -Dijo Martina mientras veía el cielo y respiraba. -Yo también, por eso amo otoño y primavera, porque no son tan fríos ni tan calientes como invierno y verano -Aportó Florentina mientras se recostaba en el respaldo del sofá en donde estaban sentadas ambas. -Yo amo todas las estaciones, cada una tiene lo suyo -Me encogí de hombros mientras volvía a mi libro. -No lo negamos, pero esas dos estaciones son el extremo, y ya estamos a finales de septiembre, lo que significa que falta poco para diciembre y en ese mes ya son las fiestas de fin de año y luego viene el otro…-Se quejaba Flor. - ¿Y qué tiene que ya viene el otro año? No sé tú,