-¡Hey, Hey. Alto ahí chica!- Exclamaba un policía.
El policía estaba persiguiendo a una chica que había robado un poco de pan de una tienda. La chica corría rápido por todo el pequeño pueblo en donde vivían, metiéndose por callejones, saltando de aquí para allá y corriendo lo más rápido que le era posible para que no lo atraparan, el policía la seguia lo mejor que podia, y no le pierde el rastro, acercándose cada vez un poco más, la chica siguió corriendo sin siquiera ver para atrás, las calles de tierra por las que pasaba marcaban sus pasos al correr, así que ella intentó hacer otra cosa.
-¡Detente ahora mismo! ¡O será mucho peor para ti chica!- Exclamaba el policía quien ya estaba molesto y exhausto por toda la persecución.
La chica voltea a verla la cara al policía, y le regala una pequeña sonrisa que el policía no logra observar, ya que está toda cubierta por trapos, y justo en ese momento, ella empieza a correr nuevamente doblando en una esquina, haciendo que el policía la pierda de vista unos segundos pero él no estaba preocupado por ello, ya que sabía que ella había corrido hacia un callejón sin salida.
-¡Ya te tengo!... ¿Ah?- Expresó el policía con una clara confusión.
Cuando el policía le dió la vuelta a la esquina, se dio cuenta de que la muchacha ya no estaba, y no lograba verla por ningún lado.
-¿Como carajo hizo eso?
El policía inspeccionó el lugar a ver si estaba escondida, pero no había ninguna señal de la chica. Parecía haber desaparecido, como si se la hubiera tragado la Tierra.
Y mientras el policía la buscaba, claramente confundido, ella lo observaba desde el techo de la casa adyacente al callejón, mientras pequeñas risillas se escapaban de sus labios, luego de ver cómo el policía se marchaba, puso rumbo a su propio destino, saltando de techo en techo, hasta llegar a su casa.
-Hola Bembibre, mira lo que traje.- Le decía la chica a la mujer que estaba en la casa, mientas mostraba el pan que había robado de la tienda.
-Primero que nada, sabes muy bien que me tienes que llamar madre, muestra respeto pequeña. Y segundo, ¿De donde sacaste eso Yenneffer?- Preguntó la mujer conociendo muy bien el historial de su hija.
-Lo conseguí por ahí… Está bueno, podemos comerlo.- Mintió la chica para que su madre no se sintiera mal.
-Te creeré… esta vez, sólo porque hoy estás cumpliendo 17 años, ya casi eres toda un mujer, te has hecho muy alta, hace tiempo que pasaste mi estatura, ¿Cómo voy a poder decirte pequeña ahora?- Decía Bembibre con una clara alegría y nostalgia en sus ojos.
-Ay madre,- Decía Yenneffer entre risas. -Ya estoy muy grande para esas cosas, entonces... ¿Si vamos a poder ir a ver el eclipse solar que va a haber hoy? Todo el pueblo irá a verlo, no quiero estar aquí encerrada como siempre.
-Claro que iremos, es tu regalo de cumpleaños después de todo. Además, este es el día en que por fin te voy a dar el regalo de tu padre.
-Wow, ya quiero saber qué es.- Decía la chica con una gran emoción.
-Ahora ve y alístate, no quieres ir así de mugrienta con todas esos harapos encima.
-Enseguida regreso.
Yenneffer y su madre estuvieron listas muy rápidamente, para poder ponerse en camino al parque central del pueblo, dónde habría una espectacular vista al eclipse solar de invierno, un evento que no había ocurrido desde hace mucho tiempo.
Cuando llegó la hora, todos estaban sentados, listos para verlo, Yenneffer estaba sentada junto a su madre, viendo directo al horizonte.
-Hija, tal vez esto sea difícil de entender para ti, pero es la verdad y debes de conocerla.- Expresó con un poco de temor Bembibre.
-¿Qué quieres decir con eso madre?- Dijo con confusión la chica.
-Sólo observa y entenderás…
En eso comienza el eclipse, y a Yenneffer se le ponen los ojos completamente en blanco y empieza a sentir como si en su cabeza se reprodujera una película, parecía ser ese mismo día pero hace años atrás, varios años, antes de que ella naciera. Logra ver a su madre, más joven, observar un eclipse similar, cuando un hombre muy pálido se le acerca, y comienza a hablar con ella.
-Disculpe, ¿Qué se le ofrece?- Preguntó Bembibre, ya que le pareció curioso que con tanto espacio, ese hombre decidiera acercarse tanto.
-Oh, nada señorita, solo quería saber ¿Si este puesto estaba ocupado? Aquí es donde esta la mejor vista al eclipse.- Dijo con una sonrisa el hombre.
-En eso tiene razón, puede sentarse. ¿No es hermoso el eclipse? Nunca he visto nada antes que se compare con tal belleza.
-Bueno pues, gracias, pero creo que usted es incluso más hermosa señorita.
-Oh, gracias, pero ¿Por qué me agradece?- Preguntó Bembibre tratando de ocultar el pequeño rubor que había causado el cumplido que el hombre le había hecho.
-No me he presentado aún, me disculpo por eso. A través de las eras, he sido conocido por muchos nombres, pero tú puedes llamarme Mathew.- Dijo de manera muy natural.
-Disculpe, pero creo que sigo sin entender.- Dijo Bembibre quién ahora estaba intrigada.
-Yo soy el eclipse que usted esta admirando en este momento.
-Un momento… ¿Qué?
-Si, yo no soy humano, cómo puede estar pensando, soy un ser, más allá de la comprensión humana, mi raza es conocida como Astroceles y somos los encargados de que, acontecimientos como este, ocurran, son imprescindibles para el destino. Así como nuestra conversación.- Explicaba Mathew poco a poco.
-¿Y por qué nuestra conversación sería imprescindible para el destino?- Cuestionó de manera escéptica Bembibre
-Porque tú y yo estamos destinados a estar juntos.
En eso el recuerdo deja de ser solo uno en concreto y varias imágenes de lo que pasó después atacan la mente de Yenneffer, flashbacks de todo los acontecimientos posteriores. Como su madre se enamoraba de Mathew, como se siguió desarrollando su relación, como tuvieron una hija juntos, y como Mathew tuvo que irse, sin siquiera conocer a su hija…
Luego imágenes de ella misma, pudo verse de frente, era alta, pálida al igual que Mathew, tenía los colmillos grandes, sólo un poco más de lo normal, y en el pecho una marca de nacimiento que parecía una inscripción, que nunca supo que significaba, pelo negro azabache, y ojos amarillos que brillaban cual oro. Luego despertó de golpe de su trance…
-¡MADRE!- Decía Yenneffer mientras tomaba una gran bocanada de aire y dirigía su vista hacia su madre.
-Veo que lo has visto. Así que ya lo sabes, el es tu padre, me dijo que esto pasaría hoy. Lo que tú eres, es algo especial, pero de aquí en adelante es tu destino averiguar a dónde perteneces hija mía, no tengo las respuestas a todo, pero te puedo decir con certeza que tu padre te espera.
¿Qué? ¿Qué quieres decir? ¿Que soy?- Las dudas invadían a Yenneffer.
-Digo que es hora de que tu misma descubras eso, es hora de saber quién eres en realidad.- Le decía su madre tratando de alentarla.
-¿Y que hay de mi padre? ¿Sabes algo más de él?
-Muy poco, sólo se que, tú tienes el mismo potencial para hacer las cosas que él hace, así que ve, escribe tu propia historia.
-Ve hija, se que puede ser aterrador embarcarse en una nueva aventura, pero no tienes nada que temer mi pequeña estrella, no he conocido a una mujer más fuerte que tú.- Le dijo Bembibre a su hija, alentandola a perseguir su destino.-Muy bien madre, gracias… Pero ni siquiera sé a dónde debo ir.- Expresó Yenneffer su inseguridad.-Si lo sabes, comienza con lo que conoces.-Muy bien, te amo madre, nunca lo dudes.-Yo te amo más hija mía, ahora ve.Yenneffer hizo caso a lo que su madre le dijo, y fue en busca de lo que ya conocía, o más específicamente a quienes ya conocía, y pidió ayuda a sus amigos. Así que los buscó a todos para explicarles la situación, y ver si ellos tenían alguna idea de qué hacer.Primero buscó a su mejor amigo Rheagon, quien es un chico más bajo que ella, de piel morena, y pe
Todos fueron lo más rápido posible a su casa, para avisarles a sus familiares que se iban a ir en una travesía junto con Yenneffer, y a buscar lo necesario para sobrevivir en el camino.Luego cada quien tomó su camino para ir al lugar que ya se había pautado, donde todos partirán hacia su aventura.-¿Están listos todos? Porque incluso si no lo están, ya llegó el momento.- Les dijo Yenneffer a sus amigos.-Yenneffer, tiene razón, el tiempo es corto y el camino es largo, hay que ponernos en marcha.- Respondió Jhona.-No quiero sonar como niña de 5 años, pero podremos lograrlo, siempre y cuando estemos todos juntos.- Dijo Kalena para alentar al grupo.-¿Qué creen que nos espere de aquí en adelante?- Se cuestionó Noyerah.-Sólo Dios puede saber lo que el futuro nos depara… Pero ojalá que no sea nada m
Yenneffer, Rheagon, Jhona, Alteryion y Melantha se encontraban caminando hacia adelante, en busca de los demás, pero para ello, debían de llegar al final de la brecha, la cual parecía ser de un tamaño descomunal, sin importar que tanto caminaran, ni siquiera lograban avistar el final. Pero no les quedaba de otra más que seguir caminando.-Entonces… Jhona ¿Vas a decirme cómo fuiste capaz de hacer eso que hiciste con la bestia?- Preguntó Yenneffer muy intrigada.-Pues, es algo un poco difícil de explicar. Pero tú sabes ¿Que nosotros los humanos tenemos la capacidad de usar tan solo un 10% de nuestro cerebro? Yo soy capaz de desbloquear una capacidad cerebral mucho mayor, por ahora tengo más de una 60%, pero lo estoy desarrolla
-Vaya… Eso sí que fue intenso.- Dijo Rheagon impresionado de todo lo que acababa de pasar.-Demasiado, diría yo. Esperemos que esto no sea algo recurrente.- Dijo Jhona a manera de broma.-¿Lo mataste?- Preguntó Melantha anonadada.-Eso parece, aunque no podemos asegurarlo, lo mejor es seguir con nuestro camino, en caso de que nuestro amigo decida volver.- Respondió Alteryion.-En eso tiene razón.- Dijo Jhona.-Lo bueno, es que al menos ahora sabemos a dónde debemos ir.- Dijo Yenneffer viéndole el lado positivo a todo. -¡Lyssa! ¿Como hiciste eso?- Preguntó Kalena intrigada.-Para serte completamente sincera, no tengo idea.- Respondió Lyssa.-¿Como es posible que no lo sepas?- Preguntó Hernaya.-Nunca había hecho nada como eso antes.-Entonces… ¿Cómo crees que pudiste haberlo hecho ahora? ¿Qué fue diferente?- Dijo Vadhir intentando buscar una respuesta lógica.-No lo sé… Fue como un espasmo, mi cuerpo sabia que era lo que debía hacer, solo se sintió correcto. Jhona también hizo algo parecido con la bestia.- Aclaró Lyssa.-Tienes razón, debe de haber una razón. Un factor común.- Decía Kalena mientras pensaba.-Tenemos que unir los puntos, todo esto comenzó cuando entramos a esta dimensión.- Recapituló Hernaya.-¿Creen que Yenneffer tenga algo que ver?- PreguntCapítulo 6 - La Rapidez de Noyerah.
-Noyerah, eso fue… impresionante.- Decía Laraine impresionada por las habilidades que había demostrado la chica.-Ustedes también se lucieron. ¿Donde aprendieron todo eso? Es obvio que deben tener mucho tiempo practicando porque esa manera de usar las armas no la posee cualquiera.- Preguntó Noyerah.-Por mi parte, sabes cómo son mis padres, ellos no querían que me fuera a pasar nada malo, ya que “las cosas son peligrosas allá fuera”, y me hicieron practicar defensa personal durante toda mi vida. Ahora se los agradezco bastante.- Decía Laraine.-A mí siempre me gustó el arco y la flecha, pero nunca aprendí a usarlos con precisión. Sí tengo buena puntería, pero no sabía cómo usar un arco. Cuando vi la ballesta, supe que era para mí, practique con ella hasta volverme muy buena manejándola.- Expresó Edlyn.
Hernaya va abriendo los ojos poco a poco, y mientras lo hace, puede ver una figura difusa mientras despierta, poco a poco la imagen se hace más clara y reconoce a la figura que se la hace tan familiar.-¿Estoy muerto?- Fue lo primero que pregunto Hernaya al recobrar la conciencia.-¡Hernaya! Oh, qué bueno que por fin despiertas, estaba tan preocupada por ti.- Dijo Kalena con mucha alegría de ver a su amigo despertar.-¿De verdad?-Claro que sí, todos lo estabamos.-Hernaya, que bueno que al fin despiertas.- Dijo Lyssa viendo al chico con alivio.-Lyssa, debo felicitarte, esas hojas mágicas que usaste para curarlo si que son efectivas. Fue un proceso bastante rápido.- Le dijo Vadhir.-Si no era así, perderíamos más tiempo. ¿Qué dices Hernaya? ¿Puedes caminar?- Preguntó Lyssa.-Si, creo que si.- Respondió el chico
-Debemos continuar nuestro camino, pero antes debo saber si todos están bien.- Dijo Laraine para los demás.-Me golpee en la cabeza, duele un poco, pero creo que además de eso, estoy bien.- Dijo Edmund.-Me raspé cuándo caí, pero no es como que sea la gran cosa, me la pasaba raspándome cuando era niña, esto no es nada.- Comentó Edlyn.-Estoy algo cansada. Me ayudaría beber un poco de agua, por favor, alguien pásame la botella se agua que recogimos del manantial.- Dijo Noyerah quien había utilizado mucho sus nuevas habilidades y se encontraba exhausta.-Aquí tienes.- Dijo Laraine entregándole la botella en las manos.-Gracias.- Dijo Noyerah para luego comenzar a beberse toda en agua en la botella. -Mucho mejor, sigamos.Todos continuaron con su camino, viendo hacía adelante sin miedo a los peligros que pudieran venir contra ellos, ya que a